Mursaat

De Guild Wars 2 Wiki
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Alerta de spoiler: El texto siguiente contiene información que podría revelarte contenido de La ciudad en ruinas de Arah (explorable), Bastión del Penitente, Tercera Temporada de Mundo Viviente y Guild Wars 2: Secrets of the Obscure.
Concepto art de Lázaro el Nefario.

Los Mursaat son una raza antigua y terribles lanzadores de hechizos, que hasta hace poco no se habían visto en cientos de años y ahora están extintos. Una vez conocidos como los "Ocultos", podían usar su magia para deslizarse debajo del mundo, cambiando gradualmente entre Tyria y la Niebla.

Fisiología[editar]

Los mursaat eran una raza de humanoides flotantes con poderosas habilidades mágicas. Tenían dedos alargados y largas plumas negras que emergían de sus espaldas, y generalmente usaban una armadura dorada. No había combatientes mursaat, en cambio tenían poderosas construcciones de jade que eran capaces de defenderlos cuando su magia no era suficiente y servían como sus soldados de infantería.

Los mursaat eran lanzadores de hechizos excepcionalmente poderosos que habían conservado su magia a pesar de la creación de la Hematites, habiendo huido del mundo antes de su creación. Esto los había hecho especialmente peligrosos. De particular interés fue su habilidad más devastadora la Agonía espectral, que podía matar a un objetivo desprotegido increíblemente rápido, y su poderosa magia para desviarse del mundo que los hacía invisibles para cualquiera sin el Don de la Verdad Verdadera.

Cultura[editar]

La presencia de los mursaat en el continente de Tyria se centró en las Profecías del Buscador de la Llama de Glint que predijeron la muerte de su raza. Hicieron grandes esfuerzos y cometieron grandes atrocidades para evitar que la profecía se cumpliera; erigiendo grandes fortalezas de jade oscuro en las islas del Anillo de Fuego, y usando a Saul D'Alessio y sus seguidores del Manto Blanco como peones para tomar el control sobre Kryta para encontrar y matar a los Elegidos para mantener cerrada la Puerta de Komalie. Los mursaat fueron representados como seres crueles debido al hecho de que se negaron a cooperar con las otras razas antiguas, eran egoístas y cobardes, solo se preocupaban por preservarse y explotar a los demás para hacer su trabajo sucio, y vivían escondidos en un medio mundo

Una de las pocas características distinguibles de la cultura mursaat era su arquitectura de jade, que se podía encontrar donde quisieran establecer una posición de poder, como en los templos dedicados a ellos. Los mursaat eran capaces de establecer grandes fortificaciones de jade oscuro (defensas y portales mágicos) y eran especialmente conocidos por sus torres. Sus construcciones mágicas también llevarían una fracción de su poder agonizante, y eran lo suficientemente elaboradas y poderosas hasta el punto de que podían actuar por su cuenta y poseer habilidades únicas.

Historia[editar]

Tiempos antiguos[editar]

Los mursaat no son nativos de Tyria, sino que se originan en Nayos, el Reino de los Sueños que desde entonces se conoce como el reino de los demonios. En algún momento desconocido en el pasado lejano, los mursaat fueron exiliados a Tyria desde Nayos.

Como una de las llamadas "razas antiguas", la influencia de los mursaat se remonta a la historia antigua, a la época de los Grandes gigantes, cuando la magia era salvaje. En el año 10,000 a.É. cuando los Dragones ancianos deambularon por última vez en la superficie de Tyria alimentándose de su magia, los mursaat se aliaron con las otras razas sobrevivientes, los enanos, los Videntes, los jotun y los Olvidados, para encontrar una manera de detener a los dragones. Los Olvidados y los mursaat lucharon juntos contra Zhaitan pero fracasaron debido a la falta de apoyo de las otras razas. Al darse cuenta de que los dragones ancianos eran una amenaza demasiado poderosa para derrotar, las razas mayores acordaron dar su magia a los videntes, quienes la sellarían dentro de una Hematites, matando de hambre a los dragones.

Sin embargo los mursaat había encontrado una manera de volverse invisible y literalmente desfasarse de Tyria. Enfurecidos por la negativa de las otras razas a ayudarlos a ellos y a los Olvidados contra Zhaitan y deseando gobernar el mundo a su propia imagen, los mursaat traicionaron a las otras razas y las dejó pudrirse, manteniendo su propia magia y huyendo a un mundo medio. Algún tiempo después en el momento que se escribió el Tomo del Rubicón, pelearon con los Videntes y casi acabando con la raza.

En el año 272 d.É., la dragona Glint compiló las Profecías del Buscador de la Llama, que entre otras cosas predijeron la desaparición de los mursaat a manos de los titanes. A partir de este momento las prioridades de los mursaat pasaron a evitar que esta eventualidad se cumpliera.

Destino de lo invisible[editar]

Los mursaat se aparecen ante Saul D'Alessio.

Los mursaat no reaparecieron hasta hace relativamente poco, estableciendo en secreto el Bastión del Penitente en las Cascadas del Bosque para prisioneros importantes de diferentes razas a quienes torturaron para moldearlos a su gusto.En el año 1070 d.É., durante la invasión de los charr, y el exiliado Krytano Saul D'Alessio tropezó con una ciudad de torres masivas que llegaban a los cielos y adornos dorados, era la ciudad de los murssat. Saul impresionado por sus habitantes, regresó a Kryta como un hombre diferente con la bendición de los mursaat, ya que lo vieron como la herramienta perfecta para poner en práctica sus planes. En poco tiempo, Saúl y su recién fundado Manto Blanco tomaron el poder de la deshonrada corona del reino con los mursaat, que permanecieron invisibles para todos, excepto para los más devotos que controlaban el Manto Blanco.

Los mursaat respondieron las oraciones de Saúl y aparecieron en la batalla para ayudar a sus fuerzas a derrotar a los charr invasores. Tres de los mursaat, Optimus Caliph, Mercia el Presumido y Lázaro el Nefario, aparecieron y diezmaron a los charr con su magia devastadora y al hacerlo salvaron a Kryta. Sin embargo su asistencia tuvo un precio, poco después de destruir a los charr, los mursaat se volvieron contra el escuadrón de Saul, que unos momentos antes los adoraba como sus dioses, y los asesinó a la mayoría de ellos ya que los "Ocultos" no deseaban ser observados por nadie, excepto los más devotos. Solo un puñado del Manto Blanco más entusiastas del escuadrón sobrevivió a la traición inesperada, al darse cuenta de la actitud cambiada de Saúl al ver la masacre y para evitar que le contara a la población de Kryta lo que había visto,los mursaat se lo llevaron con ellos.

Después de su desaparición, Saul fue elevado a mártir y héroe de Kryta por el nuevo liderazgo del Manto Blanco bajo el confesor Dorian, quien difundió una mentira de que Saul había muerto en la emboscada de los charr. El Manto Blanco se convirtió en un culto religioso dedicado a los Ocultos y gobernó a Kryta, aunque la mano invisible de los mursaat estaba guiando las acciones de sus líderes que solo estaban al tanto de los Ocultos. Siguiendo las instrucciones de los mursaat, el Confesor y el cónclave hicieron que el Manto Blanco usara el Ojo de Janthir para encontrar personas talentosas entre la población de Kryta y llevar a estos Elegidos a la Hematites de Maguuma en el Pantano de la Hematites donde el grupo seleccionado fue sacrificado para mantener cerrado la Puerta de Komalie.

Cuando se descubrió que el Manto Blanco mantenía a raya a los titanes al realizar sacrificios anuales de Elegidos sobre la Hematites de Maguuma, el grupo rebelde de la Hoja Brillante robó el Cetro de Orr del Templo de los Ocultos, comenzando la Guerra Civil de Kryta. Un grupo de la Hoja Brillante después de Ascender y obtener el Don de la Verdad Verdadera, pudieron evitar que la invisibilidad de los mursaat y pudieron con la ayuda de uno de los Videntes restantes, y de esa manera protegerse parcialmente de su Agonía espectral. Los mursaat fueron expulsados ​​de las montañas Picosescalofriantes y los titanes fueron liberados, rompiendo el dominio de los mursaat en Tyria.

Cuando los titanes emergieron por primera vez de detrás de la Puerta de Komalie, uno de los mursaat llamado Lázaro el Nefario sobrevivió al dividirse en varios aspectos y sellarlos dentro de los miembros del Manto Blanco, disfrazándolos de bendiciones. Seis años más tarde después de que la amenaza de los titanes hubiera pasado, Lázaro regresó para reclamar estos aspectos, pero para reclamar estos aspectos mató a sus anfitriones. El anfitrión del aspecto final el Magistrado Naveed buscó la ayuda del asura Glayvin con la desesperada esperanza de que pudieran eliminar el aspecto sin la pérdida de su vida. Sin embargo esto no fue posible, pero lograron dañar el aspecto. Cuando Lázaro lo absorbió en sí mismo, su poder se volvió hacia él y lo hirió gravemente. Lázaro huyó, jurando vengarse de "innumerables generaciones".

No mucho después, los últimos mursaat que quedaron murieron en la Batalla por Arco del León. A medida que pasaron los siglos, se creía que los mursaat se habían extinguido, incluso por los principales expertos en historia de los mursaat en el Priorato de Durmand. Sin embargo esos mismos expertos admitieron que los mursaat tendían a reaparecer cuando finalmente se creía que se había ido para siempre.

Tercera temporada de Mundo Viviente[editar]

En el año 1329 d.É., casi un año después de la muerte del Dragón anciano Mordremoth, el Manto Blanco resurgió de la Fortaleza de los Fieles en las profundidades de la Selva de Maguuma. La "Operación Renacimiento" encabezada por el Alta Inquisidora Xera fue revelada, marcando el comienzo del renacimiento de Lázaro. Días después la Hematites de Maguuma dentro del Pantano de la Hematites explotó, liberando su magia para ser absorbida por un individuo desconocido. Después de las secuelas caóticas, Lázaro se mostró completamente curado ante el Manto Blanco y el Confesor Caudecus, a quien luego consideró un hereje.

Poco después, cuando el huevo de Glint eclosionó en Tarir, Lázaro apareció para defender al dragón recién nacido contra los destructores de Primordus. De alguna manera sabía del huevo, Tarir y el ataque. Ofreció una alianza con el Comandante del Pacto, alegando haber aprendido de los errores del pasado.

Sin embargo el diario de Caudecus que había sido recuperado durante una redada en su mansión, afirmaba que Lázaro no podría haber sido revivido porque una de las cinco reliquias que contenían aspectos de Lázaro había sido robada de Xera y reemplazada por una falsificación del ritual para revivir el asesinato. El impostor de Lázaro resultó ser el dios Balthazar que encarceló a varios miembros del Manto Blanco y los reemplazó con mercenarios en su búsqueda de los Dragones ancianos.

Sin embargo el verdadero Lázaro permaneció allí afuera. Habiendo pensado que Lázaro revivió, el Manto Blanco había dispersado los cinco artefactos que tenían en Tyria. En otra parte, el Ojo de Janthir había abandonado el Bastión del Penitente tras la desaparición del prisionero de los mursaat Saul D'Alessio, y estaba rastreando y recogiendo los aspectos de Lázaro. Usando esto la Hoja Brillante había recuperado los aspectos, incluido el que había estado en posesión de Caudecus evitando el resurgir anterior de Lázaro.

El aspecto final todavía estaba en manos de Balthazar, quien lo había llevado al Desembarco de la Sirena en Orr antes de partir. El Ojo de Janthir condujo al Comandante del Pacto y a Livia (entonces disfrazada de la Ejemplar Kerida) al Relicario de Abaddon donde la pareja usó los aspectos para revivir a Lázaro y enfrentarlo. Lázaro fue asesinado en la batalla con la Espada Brillante, un poderoso artefacto mágico de origen vidente. Con la muerte de Lázaro, el Ojo de Janthir se desintegró, confirmando que el último de los mursaat finalmente había muerto para siempre.

Legado[editar]

El interés en los mursaat ha permanecido en los siglos desde su aniquilación de Tyria. Investigando la capacidad de los mursaat para ingresar en la Niebla, la Inquisa encabezada por el Operativo Brie ingresó a la Ciudad en ruinas de Arah luego de la muerte de Zhaitan en el año 1325 d.É., para encontrar un medio para replicar la habilidad de eliminación gradual para que pudieran huir a la Niebla y volver a gobernar Tyria una vez los dragones ancianos hubieran caído nuevamente en el sueño.

Las defensas de los Mursaat continuaron siendo activas en el Anillo de Fuego, y el Manto Blanco investigó a las construcciones de jade antes de desatarlas en el asedio de Linde de la Divinidad en el año 1330 d.É. En el mismo año, la Hoja Brillante hizo un gran avance en su investigación sobre la capacidad de fase de los mursaat. Utilizando restos de construcciones de jade recuperadas, crearon un sigilo que permitió a su usuario para lanzar una forma limitada de agonía espectral, así como extraer la fuerza vital cuando estaba cerca de la muerte. Sin embargo usar el sigilo tenía sus riesgos: cuanto más se aprovechara su poder, más arrastraría al usuario a la Niebla.

Tipos[editar]

Véase también: Categoría:Mursaat

Galería[editar]

Concepto artistico
Captura de pantalla

Curiosidades[editar]

  • Varias características de La Orilla Perdida son alusiones a los mursaat, como el Equipamiento ascendido, la agonía y la infusión.
  • La palabra "mursaat" es una combinación de las palabras "Asesinato" y "Satanás".
  • Los mursaat también se conocen como:
    • Los Ocultos
    • Los Nuevos Dioses
    • Los Portadores de la Sabiduría
    • Los Ojos que miran todo
    • Los Silenciosos Salvadores de Kryta

Ver también[editar]

Objetos asociados