"La historia no autorizada del Tribunal de los Brujos, volumen 4", de A. Hawthorn
La historia no autorizada del Tribunal de los Brujos, volumen 4
de A. Hawthorne (firmado en el año 716 d. É.)
Pillar a Dagda en Amnytas es como avistar un ave rara en la naturaleza. Es la única de entre los brujos que no ha tomado posesión de un bastión, a pesar de que el Bastión de lo Natural y el de lo Bastión de lo Oscuro no cuentan con un liderazgo en condiciones. Tampoco he mantenido nunca con ella una conversación en condiciones, así que... sí, me produce cierta ansiedad. Sobre todo tras el adiós de Tristeza Latente.
La localicé en la torre del brujo; todos estábamos dentro sin poder hacer gran cosa mientras Isgarren se encargaba de llevar a Amnytas hacia cielos más cálidos para pasar el invierno. Estaba sentada en el alféizar de la ventana, contemplando las nubes mientras viajábamos. Asumo que estaba al tanto de la absurda tarea que se me había encomendado, porque se deslizó hacia un lado lo suficiente como para hacerme sitio.
"Siéntate". Y obedecí. A pesar de no dirigir ningún bastión, Dagda siempre había tenido el tono imponente de una líder. Creo que yo la seguiría.
Nos sentamos en silencio un rato largo, contemplando las nubes. Dagda es muy considerada, a pesar de los rumores. En cierto momento, comenzó a hablar. Me describió "aquel día", que rápidamente identifiqué como el momento en el que Mabon y Tristeza Latente la salvaron de los jotun. Su expresión se transformó de frustración a enfado a medida que describía los eventos (la mayor parte de los cuales, como ella reconoció sin problemas, Dagda conoció de boca de Mabon tras su ascensión; ella solo recordaba caras y algún nombre).
Era la hija de una cabecilla. Una de las pocas mujeres cabecilla de la historia jotun. Otro ser nacido de la magia, como ella. Los ancianos de la mayor tribu temían el poder de Nuada -era mucho tiempo después de la era de la magia jotun, después de todo-, así que la mataron. Y a la mayor parte de la familia de Dagda.
Probablemente también habrían matado a Dagda si esta no hubiera sido tan joven (sabiendo lo que sé de los jotun, al ser coleccionistas, es posible que quisieran mantener esta genética intacta; probablemente la vieran a ella y a esos poderes como un instrumento).
Reprimen su magia lo mejor que pueden. Ella no recuerda esos fragmentos y tampoco quiere hacerlo. Retorcía y crispaba los brazos según hablaba, probablemente como respuesta refleja a lo que había sufrido. Mabon dio con ella mientras él y Tristeza Latente estaban rastreando migraciones del sur (Jormag había "dado a luz" a otro campeón, desplazando aún más la vida hacia el norte). Eso, según ella, era lo más significativo. Era incapaz de contar el resto, aunque hubiera querido.
Antes de que me marchara, me tocó el brazo en un delicado gesto para una guerrera de su talla. Me dijo que no cargara las tintas cuando preguntara sobre el pasado. Todos los brujos decidieron ascender y dejar atrás su pasado, pero eso no significa que no lo añoren. Que no estén deseando esforzarse en recordar.
