Diario de Ayeni
El Diario de Ayeni se puede encontrar en las criptas de Valdhertz en las Selvas de Echovald.
Día 1 aquí abajo da miedo: todo huele a polvo, muerte y moho. Incluso los Durheim parecen un tanto preocupados, pero dijeron que no podemos montar un número o podrían descubrirnos.
Día 5 Hoy han llegado unos cuantos draga. Nunca había visto uno de cerca. Son repugnantes, con esos dientes enormes y sus ojillos entrecerrados. Han ido por ahí presentándose, pero yo he fingido estar durmiendo.
Día 13 Uno de los draga ha encontrado la forma de abrir una serie de respiraderos que dan a la superficie para que entre aire fresco. ¡Nunca nada había olido tan bien! También nos han enseñado a limpiar y enterrar los residuos, y esto ya está mucho más limpio. ¡Jamás pensé que unas criaturas que tienen ese aspecto y viven en el barro pudieran ser tan limpias!
Día 24 Hoy han matado a Atrus. Salió con un grupo por comida y los detectó una patrulla. Dijo que entendería a esos brutos del ministerio mientras el resto del grupo se iba por otro lado.
Lo vieron subirse a un árbol y caer minutos después... abatido por una flecha.
Uno de los draga, Pavel, me han traído un poco de té y ha estado a mi lado durante mi llanto. Dijo que a su hermano también lo habían matado. Nos prometimos que se lo haríamos pagar al ministerio.
Día 31 Dicen que cada vez tenemos al ministerio más cerca. Se ha ido el último grupo con todos los niños; se los llevan a Kaineng, pero yo he alegado que tenían edad suficiente para quedarme y Pavel les ha dicho que me dejaran: sabía que necesito vengarme. Ahora somos un equipo.
Día 33 Los exploradores dicen que el ministerio anda cerca. Pavel y yo hemos estado entrenando día y noche. Siempre he tenido pericia con el arma de mi familia, pero ahora que tengo a Pavel pasándome flechas puedo darle a un blanco al otro lado de la estancia aun estado casi a oscuras. Dicen que ya poseo los sentidos de un draga.
Día 35 Los tenemos a las puertas. Pavel está preparado las flechas. Dice que con cada flecha mía que acierte pensará en Atrus, y yo le he dicho que pensaría en Czibor. Espero que se sientan orgullosos de nosotros cuando los veamos.
