Silencio en Sunqua
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El Silencio en Sunqua es un libro que se encuentra en el Ministerio de Archivos en los Altos de Soojung en la Ciudad de Nueva Kaineng.
Entrada 1: Encontré ese diario entre los efectos personales de Zeph. Lo habrá conseguido hace poco, porque está en blanco. Supongo que los soldados lo siguieron desde la aldea. Era de mañana y yo había bajado al arroyo a por agua. Me escondí tan pronto oí los gritos del combate. Cuando volví, tan solo había sangre. Sangre y silencio.
Entrada 15: Los pasos de montaña son aún más fríos cuando estás sola, incluso aunque hayas encendido una hoguera. No puedo permitirme llamar la atención de las patrullas imperiales... ni, pero aún, de los yeti. Algunas noches los oigo aullar en las cumbres. En una de ellas hay un templo antiguo que puede verse en los dúas despejados, pero siempre he guardado las distancias.
Entrada 32: Hace tiempo que no escribo. Dos tramperos me encontraron por la noche y pensaron que podrían sacar un buen dinero por las plumas de mi cresta. Arrojé sus cadáveres a una cañada que hay aquí cerca.
Entrada 64: Ha habido suerte, he encontrado sensali supervivientes en los acantilado del norte. Llevan años evitando a los humanos e incluso tienen unos pocos polluelos. Y pensar que yo no era mucho mayor que ellos cuanto todo empezó...
Entrada 1: Lull falleció el otro día. Era muy vieja y estaba enferma, y ahora está entre las estrellas . Este diario era suyo, me dijo que siguiese escribiendo en él y que se lo legase a otra persona si aún quedaba espacio.
Entrada 20: Hay que ver cómo vuelven los años. Hemos plantado las garfas en una de las islitas que hay al oeste de Shing Jea. Los ancianos se aferran a la esperanza de que algún día vea los antelados del norte y la suave nieve primaveral entre las flores de cerezo.
Entrada 47: El otro día, une huamne atacó en la playa del este. Era une pescadore, recie, y de tez morena. Dew y yo nos acercamos. Nos ofreció parte de lo que había capturado y nos pusimos a hablar. Nos contó lo de la inundación de Kaineng y la revuelta. Los ancianos se enfadaron porque dejamos que se marcharse, pero lo hecho, hecho está. Tan pronto despunte el día, pienso llevar un pequeño grupo de exploración a Shing Jea.
Entrada 78: Esta será mi última entrada, y la escribo en el campamento del Acantilado de Jaya. Una joven archivera angchu llego hace poco, luego de oír rumores sobre sensali supervivientes en Shing Jea. Quiero que transcriba este diario en recuerdo de Lull y mío, como historia única de dos generaciones.
Entradas de Lull Crestasilbante y Chirp Ojoavizor, prólogo y transcripción de Yuuto Plumazo.
