DÍA 1
Querido Blish:
Estoy grabando esto para la posteridad. Si muero aquí dentro, al menos mis pensamientos pervivirán, ¡libres de las cadenas de un sistema corrupto! Pero me estoy adelantando.
Me rapto alguien con quien creía que me unía una amistad. Alguien que... No, es que me duele solo de pensarlo. Y ahora soy yo quien estpa entre rejas. Si hay justicia en este mundo, brilla por su ausencia en... donde sea que me encuentre...
Aquí estoy muy solo. El comandante está fuera de combate, y a los guardias parecen irritarles mis preguntas. Así que he decidido escribir a la única persona con la que siempre he podido hablar. Ojalá estuvieras aquí. Tu siempre sabias qué hacer.
—Gorrik
DÍA 3
Querido Blish:
El comandante aún resiste. Hoy los guardias han traído un singular aparato que parece ayudar en el proceso de recuperación. Creo que a ti te resultaría tan fascinante como a mí. Emite una luz verde. Es rar, pero extrañamente cautivador. Esto lo estoy escribiendo bajo la luz de su misterioso fulgor. Les pregunté por ello a los guardias, pero no tenían muchas ganas de charla. Mañana intentaré sonsacarles algo más.
—Gorrik
DÍA 7
Querido Blish:
¡Estoy empezando a perder la cabeza! ¡Te juro que la estancia se está estrechando! No sé cuánto tiempo más podre aguantar este aislamiento. Me tratan peor que a una hormiga que busca alguna miga suelta o un cacho de...
¡Ooooh, han traído la comida! Huele que alimenta. ¡Ah, y hoy me han puesto una pieza de fruta más de postre! Cómo me gusta siempre la florecilla que me dejan en la bandeja. Es todo un detalle personal.
Ya volveré a escribirte pronto, si no estoy demasiado débil y desnutrido como para sostener la pluma.
—Gorrik
DÍA 9
Querido Blish
Tú no creerás que Taimi esta enfadada conmigo, ¿no? Al menos, no mucho. No si está demasiado ocupada en preocuparse por mí...
Pero eso significa que estoy haciendo que se preocupe. Y de alguna forma eso me hace sentir peor que hacerla enfadar.
—Gorrik
DÍA... ¿?
Querido Blish:
Los guardias han dicho que el estado del comandante mejora. Sigue inconsciente, eso sí. Te parecerá una tontería, pero a veces, cuando no hay nadie más aquí, charlo con él. Sé que es algo unidireccional, pero así me resulta más fácil decir lo que de verdad quiero.
Tener al comandante como amigo me hace bien. Desde que empezamos a trabajar juntos me he sentido un poco más valiente. Más cómodo y con más confianza. No me sentía así desde... En fin, desde que te tenía a ti cerca. Todo esto se lo dije anoche en una de nuestras "pequeñas charlas". Me alegra que él comandante no vaya a saber nunca lo ñoño que me puse. ¡Qué vergüenza me daría!
Esta noche os extraño a todos más que nunca. Y a ti en particular.
—Gorrik