Con Flecha Serena recuperándose, aproveché la ocasión para ir a hablar de nuevo con Frode. Le puse al día de nuestro último cara a cara con Decima, con cuidado de no levantar sospechas respecto a Tristeza Latente. Creo que me desenvolví con suficiente soltura como para guardarme en la manga el as de la verdadera identidad de la bruja. Por ahora, al menos. Sin embargo, antes de volver sobre el terreno, Frode bajó la voz y me sugirió que echase un ojo a un libro que me había dejado en el piso de arriba. Su comportamiento me pareció... curioso. ¿Estará intentando guiarme en la buena dirección?
Para mi sorpresa, el diario revelaba que Isgarren había incumplido las reglas de los videntes para ascender a Tristeza Latente al Tribunal de los Brujos. Pero la mayor sorpresa vino en forma de otra confesión: la legendaria Voz desaparecida, la misma de cuya tribu descienden los habitantes de las tierras bajas de hoy en día, es precisamente... Tristeza Latente. Infinitas preguntas se agolpan en mi mente: ¿por qué volver con los habitantes de las tierras bajas ahora, después de todo este tiempo? ¿Cómo reaccionarán Aliso Estoico y Flecha Serena? ¿Cuántos AÑOS tiene esta mujer?
Les hice una visita al poco tiempo a Aliso y Pincho, con la intención que ya tenía de antes de ver cómo estaba el chaval. Aunque andaba dándole vueltas a todo en la cabeza, intenté mantener la mayor normalidad posible. Su familia ya tiene bastante con lo que lidiar y, como ya he dicho, es Tristeza Latente quien debe resolver la situación. Aunque he de decir que, cuanto más sé de ella, más desconfianza me despierta...
Aliso no parecía precisamente complacido de verme. Tengo asumido desde hace tiempo que mi estilo de vida comporta ciertos... riesgos, pero me parece lo más natural del mundo que un padre se preocupe por el bienestar de su hijo. Debo decir que la determinación de Pincho por asumir responsabilidad me ha impresionado. Además, supo restar tensión a la situación con bastante destreza. Supongo que tiene práctica convenciendo a su padre. Y yo, desde luego, agradecí su ayuda. Mi esperanza por el momento es arreglar las cosas con Aliso, en parte colaborando con las labores de restauración. Lo curioso es que la frustración de Aliso resultó ser una distracción perfecta para no pensar en Tristeza Latente. Siguiendo el ejemplo de Pincho, tal vez un tiempo en la naturaleza me ayude a poner orden en mis ideas. Puede que un poco de espacio para reflexionar sobre todo lo ocurrido sea lo que más me convenga a mí... y a todos nosotros.
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Fiel a mi promesa a Aliso Estoico, rescaté parte de la flora y fauna dañada, que me dedicaré a rehabilitar en mi heredad. Pensando en mi llegada a este lugar, recuerdo que los aldeanos cuchicheaban del tiempo y los cambios medioambientales. En ese momento, me inquietaban demasiado otros asuntos como para mostrar preocupación. Ahora estoy experimentando de primera mano cuánto ha perturbado el ecosistema local la presencia de los titanes. Esperemos que nuestros esfuerzos ayuden a limitar las bajas, pero no puedo pasar por alto la realidad: estamos tratando los síntomas mientras la enfermedad sigue campando a sus anchas.
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He vuelto a mi heredad y, tal y como prometí, he cuidado de la fauna y flora rescatadas. Una vez allí, fui a ver cómo estaban Tristeza Latente y Flecha Serena. La salud de Flecha Serena parece estar en la senda de la recuperación, al igual que sus ánimos. Aliso Estoico no andaba por allí; supongo que tendrá muchos asuntos que atender ahora. Pero supongo que será positivo para Pincho y Tristeza Latente pasar tiempo juntos para arreglar las cosas. La verdad es que su relación parece estar reforzándose. Los he visto charlar como antes de todo lo ocurrido. ¿Cambiarán mucho las cosas cuando descubra que su mentora es la legendaria Voz desaparecida? Habrá que verlo. Por el momento, es mejor no perturbar su proceso de recuperación. Y es reconfortante ver mi heredad convertida en un refugio del descanso y el relax.
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He continuado con mi labor de ayudar a restablecer el equilibrio medioambiental por Janthir Syntri. Mis esfuerzos, aunque pequeños en escala, parecen estar teniendo un impacto, por leve que sea. Personalmente, me alienta hasta el menor signo de mejora. Y lo que es más alentador: he recibido una llamada de Malice y Caithe presumiendo de una posible pista sobre la hematites que podría potenciar nuestras opciones contra los titanes. Aunque no quiero ilusionarme mucho, me dirijo con entusiasmo al campamento del Resguardo Astral para ver lo que supone esta novedad.
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En el campamento de investigación del Resguardo Astral, me encontré con Malice, Caithe y una invitada inesperada: Tristeza Latente. Probablemente nos oyera hablar de nuestro plan de ir a echarle una ojeada a la hematites. Dejando a Pincho al cuidado de Lahar Hábil y Sauce Paciente, vino armada con una idea interesante. Como los titanes habían estado usando la hematites local para abastecerse de energía, Tristeza Latente proponía neutralizarla con el Corazón de lo Oscuro. Muy ocurrente. Pero, como cualquier hipótesis, había que ponerla a prueba.
Nuestro intento de neutralizar la hematites tuvo éxito, pero no sin consecuencias. Las repercusiones mágicas de la explosión de este mineral son muy potentes y hay que lidiar con ellas con cuidado. Tristeza Latente consiguió protegernos de la explosión, pero, si queremos usar esta estrategia en combate, tendremos que combinar nuestros ataques con su defensa.
Resultó que Tristeza Latente no acabaría siendo la única visita inesperada que íbamos a encontrarnos. La explosión de la hematites liberó los fantasmas de varios individuos sacrificados durante la ocupación del Manto Blanco. Hablando con ellos, sacamos en claro una inquietante imagen de Gavril, la aldea que hubo aquí hace tiempo, y la oscura historia que se cebó con ella. En términos generales, nuestra labor resultó agridulce. Nos vamos con la estrategia más sólida hasta la fecha para derrotar a los titanes, pero con un duro recordatorio de la sangre con la que se escriben las páginas de la historia.
Con todo lo ocurrido, había llegado el momento de plantar cara a Tristeza Latente sobre su verdadera identidad, no solo como bruja, sino como bruja legendaria. Como era de esperar, reiteró su petición de que no le dijera nada a Aliso Estoico y de que no le desvelara a Pincho los nuevos detalles de su identidad, asegurándome que ella asumiría los efectos colaterales. Aunque mi paciencia ya pende de un hilo tan fino como con los que teje Sauce, el auténtico dolor que se vislumbraba en la voz de Tristeza es un vivo recordatorio de que, aunque a mí me esté desgastando la situación, la presión a la que ella está sometida es inmensa. En algún momento va a tener que dar un paso al frente, y más pronto que tarde. Supongo que es más fácil decirlo que hacerlo, pero es que no hay alternativa. Lo cierto es que no envidio su posición. Aunque recele de la situación, debo reconocerlo.