Fui a reunirme con Pincho a uno de los campamentos de investigación temporales; el Resguardo Astral y los habitantes de las tierras bajas están acudiendo a la isla para ayudar a lidiar con la amenaza de los titanes. Pero, cuando llegué, me encontré en su lugar con Aliso Estoico. Dijo que Pincho estaba muy afectado y que se había ido hacia el norte para tomarse un respiro, aunque sin dar demasiadas explicaciones. Asumo que el chaval no le contó gran cosa, lo que probablemente sea sensato. Aliso está preocupado y con razón, pero debo ir tras Pincho y no interferir en su relación.
Mientras Pincho descansa un poco, Aliso me ha sugerido que ayude con parte de la investigación local sobre los titanes. Gracia Ardiente, que me recuerda a mí con su incapacidad para permanecer de brazos cruzados tras un mal enfrentamiento, ya se ha metido de lleno en nuestra investigación. Como todo su grupo de exploración acabó exterminado, siente que les debe seguir adelante. Entiendo perfectamente todas esas sensaciones. Con Greer muerto y las manos temporalmente atadas, le he ofrecido mi ayuda. Cuanto más sepamos del titán (o los titanes), mejor que mejor.
Me ha mandado cartografiar la zona oeste. Aunque los habitantes de las tierras bajas hayan pasado cierto tiempo explorando las islas, es un territorio con el que estamos poco familiarizados. Densos núcleos de bosque, territorio salvaje, ruinas del Manto Blanco, los duraderos efectos de la hematites... Lo que pasara aquí tuvo que ser brutal, y la presencia residual de titanes no ha hecho sino agravarlo.
Tras reconocer el terreno, regresé junto a Gracia Ardiente. Como tarea final, me hizo recoger muestras de la fauna y flora local para poder evaluar mejor qué está transformando todo y por qué. Como la criatura errante a la que redujimos cerca de la aldea, aquí los animales tienen un comportamiento violento y errático. Tristeza Latente mencionó las pavesas de Niebla dispersas por la zona gracias a Greer, así que creo que podemos asumir que esa es la causa. Tal vez haya una cura, aunque si no la hay lo acabaremos sabiendo.
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Justo cuando estaba terminando de recoger muestras, escuché a Flecha Serena rugiendo por el comunicador; desde luego, el chaval le está sacando partido al regalo de Malice. Mientras reflexionaba sobre la aparición de Tristeza Latente, se había topado con pruebas de la existencia de un segundo titán hacia el norte. Describía grietas en la tierra y huellas demasiado grandes para pertenecer a un animal, y hasta había captado un olor peculiar. Le dije que aguantase mientras yo me dirigía al norte.
Cuando me reuní con él cerca de la costa, el equipo de investigación del norte ya estaba tratando de localizar cualquier rastro de este segundo titán. Las pruebas reunidas hasta el momento hacían pensar en una bestia muy distinta a Greer; mientras este disfrutaba de entornos pantanosos, este nuevo ejemplar parecía más vinculado a la borrascosa costa. Recogí unos cuantos pararrayos de los kodan en el campamento y ayudé a colocarlos a lo largo de la costa con la esperanza de poder rastrear los movimientos de la criatura durante la tormenta. Volví junto a Pincho y confirmé su informe: andamos tras la pista de un segundo titán. Ya veremos si podemos acorralarlo.
Dado el resultado de nuestro enfrentamiento con el primero, pronto zanjaremos este asunto.