Contenido de Janthir Wilds

Prólogo: La Alianza Tyriana

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El Prólogo: La Alianza Tyriana es el prólogo de la historia de Janthir Wilds.

Objetivos[editar]

Recompensas[editar]

Guía[editar]

PNJs[editar]

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Correo[editar]

Si eres asura:

Historia personal (interfaz).png

Concejala Ludo

Carta de citación


Savant de Snaff,

Por si el nombre no te dice gran cosa, soy Ludo del Consejo Arcano. Nos conocemos de alguna que otra vez.

Iré al grano. No sé dónde habrás estado de vacaciones estos últimos meses, pero dudo que nuestro problemilla con los demonios te haya dejado descansar demasiado a gusto. Por la alquimia, si hasta aún tengo que rellenar yo unos cuantos informes sobre el ataque de Rata Sum... Un día para olvidar, quizá incluso el peor desde Primordus. Pero ¿qué puedo decir? Ocurrió. Al menos esas cosas solo asoman ahora semana sí, semana no, y en mucho menor cantidad que cuando comenzaron los ataques. Y hay que decir que ha salido algo bueno de todo ese horror. Por eso escribo, precisamente.

No tengo ni la menor idea de cómo llegué a formar parte de este asunto, pero unos cuantos de nuestros líderes mundiales comenzaron a hablar del problema común que sufrían, esta invasión de demonios. Sobre todo después de los dragones ancianos, todo el mundo está en cierta medida dispuesto a cercenar cualquier nueva amenaza mientras aún esté en pañales.

Reúnete conmigo. Hablemos de la Alianza Tyriana y del lugar que puedes ocupar en ella.

-Concejala Ludo

Correo después de hablar[editar]

Historia personal (interfaz).png

La Corte de la Reina Jennah, Grande de Kryta

Invitación


A mi estimado comandante del Pacto:

Con un profundo respeto, el comité fundador de la Alianza Tyriana ha decidido invitarte a unirte a nuestra organización de confianza y dignidad.

Esperábamos que un mañana mejor tras la muerte de Soo-Won marcara una nueva era para Tyria, pero algo ha alejado esa esperanza con una serie de ataques demoníacos que ha dejado a nuestra gente y nuestros hogares en peligro. Aunque estos ataques parecen haber menguado recientemente, aún no hemos hallado su origen. Hasta dar con él, seguimos siendo vulnerables.

Pero, de esa vulnerabilidad, ha nacido otra cosa: conciencia. Los líderes han empezado a hablar entre sí, naciones en su día afectadas por rivalidades arcaicas se han tornado súbitamente en aliadas o están en proceso de hacerlo. Compartimos nuestro dolor como haríamos con el sustento. Tras sobrevivir a la lucha contra los dragones ancianos, no pensábamos dejarnos detener por la próxima amenaza que surja en este lugar. Y así esta siendo.

En esas conversaciones entre líderes, nos dimos cuenta de que era el momento de nuevo de probar a unirnos. No todos estaremos de acuerdo y, sin duda, tenemos nuestros detractores, pero la paz no es tarea de un día. Y así fue como surgió la Alianza Tyriana.

Comandante, has sido un constante atisbo de esperanza en tiempos de ira. Has influido en cada una de nuestras vidas de manera inconmensurable. Por ese motivo, te invitamos a unirte a nosotros en Arco del León para celebrar nuestra mutua confianza. Puede que esta alianza sea un concepto novedoso, pero, con el tiempo, se convertirá en algo realmente admirable y productivo. Por Tyria. Por todos nosotros.

Con el respaldo del comité fundador de la Alianza Tyriana,
La reina Jennah de Kryta

Mi historia[editar]

Asura tango icon 20px.png Versión asura
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La concejala Ludo me ha invitado a reunirme con ella en Rata Sum; ¿qué demonios querrán esos viejos carcamales del consejo? Pensaba que la cosa iba a estar tranquila después de lo de Nayos, pero se conoce que he pecado de ingenuidad.

***

Mientras yo estaba ocupado ayudando a Zojja y a los demás en Amnytas, el resto de Tyria no detuvo su frenético ritmo. Nunca lo hace y probablemente nunca lo haga; somos demasiado obstinados. La cosa es que algunos leales de Eparch lograron saltarse las defensas del Resguardo Astral y atacaron ciertas ciudades tyrianas. Nada muy catastrófico por lo que he podido saber hasta ahora, pero los kryptis no pasaron en absoluto desapercibidos como esperábamos que pasara. No sabían lo que eran los kryptis ni lo que querían, pero su mera presencia agitó lo suficiente al resto de Tyria para que se tomaran medidas. O, al menos, para sentarse a hablar. Ludo fue quien me entregó mi invitación formal a la Alianza Tyriana.

Los líderes han comenzado a hablar entre sí y se han puesto algunos planes en marcha. Aún no conozco todos los detalles, pero me parece una causa bastante admirable, aunque un tanto optimista. Después de todo por lo que hemos pasado, supongo que el mundo por fin ha decidido llorar unido. Tras esos condenados dragones ancianos, nadie está dispuesto a sucumbir a un par de demonios.

La primera cumbre de la Alianza es inminente y, aunque parte de mí sienta cierto escepticismo ante lo que pueda significar, supongo que me dirigiré a Arco del León a hacer mi propia valoración del asunto.

Mi historia

Charr tango icon 20px.png Versión charr (Legión de Ceniza)
Arco del León pantalla de carga.jpg

Mi historia

Charr tango icon 20px.png Versión charr (Otras legiones)
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Mi historia

Humano tango icon 20px.png Versión humana
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Mi historia

Norn tango icon 20px.png Versión norn
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Mi historia

Sylvari tango icon 20px.png Versión sylvari
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Mi historia

Mi historia - continuación[editar]

Separado porque es el mismo independientemente de la raza del personaje del jugador.

Arco del León pantalla de carga.jpg

La primera cumbre de la Alianza se celebró en la sede de la Iniciativa. Malice y la condesa Anise estaban en la puerta, semiasfixiadas por la abrumadora atmósfera burocrática. Bueno, Malice estaba tan inquieta como un cachorro charr antes de una lucha de entrenamiento. A la condesa, en cambio, se la veía totalmente en su salsa. Rodeada de grandes nombres y, probablemente, hasta emocionada por la perspectiva de poder dejarlo todo y defender a la reina Jennah, en caso de que se lanzara alguna daga (una de las de verdad, no un vituperio político). Creo, que en esta ocasión, estoy con Malice.

Antes de que la cosa comenzase, Anise me animó a mezclarme con el resto de invitados. Hice la ronda, yendo de un lado a otro. Aparte de durante los preparativos de guerra, no había visto a nadie apostar así por la diplomacia desde la cumbre mundial, y eso acabó con un ataque de dragones. Aunque debo mantener un cierto grado de cautela, admito que el esfuerzo desplegado es impresionante. Aunque la actual delegación solo representa una mera huella en el mundo, tenemos ante nosotros representación de Cantha, Elona, Maguuma, Kryta y Ascalon. Hasta el Dominio de los Vientos mandó a alguien para tomar notas. Sin duda, esta congregación despertará todo tipo de oposiciones, pero viéndonos intentar encontrar la solución..., parece el momento adecuado de lanzarse a probar suerte.

Cuando las cosas se pusieron finalmente en marcha, el ambiente reinante se tornó un tanto tenso y tácito. Los kryptis son quienes nos han unido, después de todo y, dada la incertidumbre que rodea esas circunstancias, no puedo echar en cara a nadie que muestre una actitud rígida. Skarti y Dagonet hablaron de sanación en Hoelbrak y la Arboleda —los efectos que perduraban de Mordremoth, Jormag y Primordus en los sylvari y los norn. Ludo habló de obligar a Rata Sum a participar en la conversación global. Crecia nos puso al día del juicio de Bangar y del creciente clamor por coronar a un nuevo Khan-Ur. La emperatriz Ihn, de la integración de Cantha. El mundo no solo se resistía a detenerse, sino que habían acometido progresos nada desdeñables.

La reina Jennah fue la última en intervenir. Habló de nuestro mutuo sufrimiento bajo el yugo de las garras de los dragones ancianos y de cómo ese sufrimiento nos había acercado a la paz con la formación de la Alianza. Luego tornó su atención a los ataques demoníacos en sí, por haber sido el elemento catalizador que finalmente había puesto las cosas en marcha. Skarti, Dagonet y Ludo, por su parte, metieron baza con detalles sobre los ataques que sus ciudades habían soportado. Jennah expresó sus remordimientos, afirmando que no debía darse por buena ninguna muerte. Y entonces... Bueno, no me equivocaba conteniendo la respiración: Jennah reveló el nombre de los kryptis y, mientras la estancia se agitaba presa del miedo y la confusión, Isgarren apareció con el gesto más grandioso que un anciano podría tener. La existencia del Resguardo Astral, para bien o para mal, quedó desvelada al resto de Tyria.

Frode entró un poco después, algo irritado con la pomposa escenografía del brujo. Viendo que la cosa no se calmaba, me ofrecí a hablar con los otros delegados e intentar templar los ánimos. Crecia, exhausta de toda la puesta en escena, se mostró de acuerdo. Según recorría la estancia, las reacciones de los aliados ante Isgarren iban de cautas a airadas. Tienen muchas preguntas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no habían ayudado antes? No me importaría escuchar a Isgarren contestar unas cuantas...

Una vez enfriados los ánimos, la cumbre se recompuso. Isgarren y Frode —pero sobre todo Frode— intentaron responder las preguntas del grupo y ofrecer empatía ante la comprensible consternación reinante. Explicaron que ya habían lidiado con los kryptis, a excepción de unos cuantos huevos podridos que podrían colarse de cuando en cuando. Pusieron cuidado en omitir algunos de los detalles más crudos. Y probablemente fuera para bien; no tengo muy claro el grado de aceptación que tendría Peitha para el resto del consejo. O que hubiésemos ayudado a un ente demoníaco a reclamar su corona.

Isgarren advirtió de que los kryptis son un presagio y que tenemos ante nuestros ojos un mundo muy diferente tras la muerte de Soo-Won. El velo entre Tyria y la Niebla nunca ha sido tan fino, y es necesario prepararse para lo que pueda estar por venir. Somos, como ya he oído en múltiples ocasiones, sangre en el agua. La reina Jennah sugirió que todos nos tomásemos un instante para reflexionar y tal vez reunirnos en corrillos más reducidos con el objetivo de hablar de lo acontecido en el día y centrarnos en la senda que se abría ante nosotros. Isgarren se ofreció a hablar también de forma individual con cada uno para poder tratar de contestar cualquier interrogante que pudieran albergar. Las tensiones, aunque aún palpables, se disiparon un poco.

Cuando el grupo se disolvió, Crecia me invitó a acercarme a la chimenea donde tanto ella como la reina Jennah, Dagonet, Isgarren y sus escoltas habían quedado. Dagonet lanzó inmediatamente la pelota al tejado de la reina: ¿cómo se había enterado ella de todo esto? Anise, cómo no, tuvo su papel en eso. Ya lo comentaré más adelante, a ver si me acuerdo. Isgarren reiteró la discusión con un grupo de mayor tamaño, avisando de que todas las naciones debían estar preparadas para cualquier amenaza adicional surgida de la Niebla. Los kryptis no eran más que una de muchas y, cualquier cosa que se hubiese alejado de Tyria cuando los dragones ancianos tenían el monopolio, ahora no temería tanto echar un ojo a la situación. A pesar de mi fe en ella, Aurene por sí misma no impone tanto como el panteón al completo de los dragones ancianos en su día.

Sugerían que nos preparásemos. Que hiciésemos acopio de aliados y amistades. Eso era algo en lo que todos podíamos estar de acuerdo. A modo de rama de olivo, Frode extendió cierta información sobre los kodan de las tierras bajas —una apartada colonia que vivía cerca de la frontera entre Kryta y Janthir. La reina Jennah apenas había oído hablar de ellos, aunque destacó que su padre podría haber mantenido algún contacto en el pasado. Pero, en un tiempo ene l que los aliados son oro, un liderazgo estratégico sigue siendo un liderazgo, y Jennah estuvo de acuerdo en que recurrir a ellos podría ser productivo para la alianza, dado el estado de las cosas. Frode sugirió que me uniese yo también como representante del Resguardo Astral y de la propia Tyria. Malice, como emisaria encargada de recopilar información, se ofreció a venir conmigo. Y así fue como mi misión cobró forma.

Janthir. Un lugar peligroso. Me acuerdo de Caudecus, el Manto Blanco... Los mursaat. Varias leyendas que podrían agriar un vaso de leche de dolyak. Y acepté la oferta para liderar la marcha.

No puedo decir que no albergue cierto escepticismo ante esta misión. ¿Viajar a uno de los territorios menos cartografiados de la Tyria accesible para forjar lazos con una colonia kodan aislada? Aún ando equilibrando mis expectativas, pero le reconozco una cosa a Isgarren: no pensaba que fuera a desvelar la existencia del Resguardo Astral tan pronto, aunque las circunstancias exijan ahora un poco de aprensión. Es mejor que la gente esté al corriente, y me alegro de haber aligerado ese peso de mis hombros.

También es cierto que a lo mejor una excursión por parajes naturales es justo lo que necesito. Ejercer una dosis de diplomacia más allá de las necesidades de la guerra me hace sentir de nuevo comandante.

Mi historia