Infiltración
Infiltración
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- La política de Kryta
- Localización
- Madriguera del Pobre
(Valle de la Reina)
Cuartel general de los Serafines
(Palacio Real) - Nivel
- 10
- Raza
- Humano
- Elección
- Plebeyo
- Precedido por
- Medicina desesperada
- Seguido por
- Incendio provocado en el orfanato
El hospital en peligro - API
- 113
Pantalla de carga de la Madriguera del Pobre Pantalla de carga del Cuartel general de los Serafines |
Infiltración es parte de la historia personal para los personajes humanos que han escogido ser plebeyos.
Objetivos[editar]
Infíltrate en la cueva de los bandidos que hay al sureste de la ciudad.
- Consigue un disfraz de bandido.
- Entra en el escondite de los bandidos.
- Pide información a Della Certera, Johnny de la zona alta y Blaize.
Dile al capitán Thackeray que los bandidos planean atacar la ciudad.
- Habla con el capitán Thackeray.
Recompensas[editar]
Guía[editar]
Derrota al bandido que hay fura de la cueva e interactúa con su ropa para disfrazarte. Baja y habla con Interruptor a través de la puerta para que te deje pasar. Una vez dentro debes obtener información de los bandidos.
Della Certera te reta a un combate, así que derrótala para hablar con ella.
Johnny de la zona alta sospecha de ti, pero puedes convencerle y que te explique el plan.
Blaize no puede encontrar las mechas. Tras hablar con él, cruza el puente, derrota a las crías de draco de río, interactúa con el cofre y vuelve con Blaize para dárselas.
Opcionalmente también puedes liberar a la Cabo Berra. Habla con ella, luego con una fusilera bandida y otra vez con ella.
Vuelve con Logan Thackeray y decide qué lugar defender: el orfanato (Incendio provocado en el orfanato) o el hospital (El hospital en peligro).
PNJs[editar]
Aliados[editar]
- Asaltante bandido
- Blaize
- Cabo Berra
- Carterista bandido
- Della Certera
- Envenenadora bandida
- Explorador bandido
- Fusilera bandida
- Interruptor
- Johnny de la zona alta
- Matón bandido
Enemigos[editar]
- Matón bandido (para disfraz de bandido)
- Della Certera (en retarla)
Objetos[editar]
Diálogo[editar]
Madriguera del Pobre[editar]
Luchando con el Matón bandido para el disfraz:
- Matón bandido: No puedes estar aquí, imbécil. Ahora tendré que hacerte daño.
En la puerta hacia el escondido de bandidos:
- Con el disfraz de bandido.
- Puerta: Bueno, entra, carne fresca. Pareces blando, pero te vamos a desenternecer tanto que ni el capitán Thackeray podrá masticarte.
- Je. Muy buena. Gracias.
- Sin el disfraz de bandido
- Puerta: ¿Quién eres? Este no es un sitio público. Piérdete.
- Lo siento. Estaba buscando la tumba de mi suegra.
- ¿Por qué? ¿Para que puedas escupir en ella? ¡Ja! Anda, vete de aquí antes de que te entierre con ella.
- Está bien, me marcho.
Cinemática tras entrar en el escondite:
- Interruptor: Bienvenido a la fiesta, novato. Me llamo Interruptor.
- <Nombre del personaje>: Y yo soy Sombra. Yo, esto... He salido hoy.
- Interruptor: ¿Indulto, eh? ¡Yo también! Brindemos por el Ministerio, ¿eh? ¿Quién hubiera pensado que eran una panda tan "comprensiva"?
- Interruptor: Esta vez nos estamos preparando para un gran golpe. Sé útil y pregunta a ver si puedes hacer algo.
Hablando con Interruptor:
- Interruptor: Tenemos un trato interesante. Me encanta cómo el Ministerio nos paga la fianza si nos atrapan. Mientras sigamos trabajando para ellos, ¡no veo ninguna desventaja!
- Es genial, siempre que los Serafines no nos pillen. Hasta luego.
Acercándote a Johnny de la zona alta:
- Johnny de la zona alta: Soy Johnny de la zona alta, nena. Más que un hombre.
Hablando con Johnny de la zona alta:
- Johnny de la zona alta: No te había visto antes. ¿Quién eres?
- Soy Sombra, del... eh, Paraíso Porte. Me acabo de mudar a la ciudad.
- Creo que eres un espía serafín que miente. Será mejor que me hagas cambiar de opinión o estás muerto.
- Vuelve a llamarme mentiroso y te clavaré la lengua a un árbol.
- Vaya. Supongo que eso demuestra que no eres un serafín; ellos no saben cómo hacer una amenaza decente. Escucha, si acabas en mi equipo, no te separes. Me gusta cómo te portas.
- ¿Equipo? ¿Hay equipos? (igual que abajo)
- Vamos. Soy demasiado guapo para ser un serafín.
- ¡Ja! Sí, el capitán don elegancia Thackeray nunca dejaría entrar en las filas a alguien más guapo que él. Me va a gustar trabajar contigo. Espero que estés en mi equipo.
- ¿Equipo? ¿Hay equipos? (igual que abajo)
- Me envía Ted el Narigudo. Si no te gusta, cabréate con él.
- Está bien, está bien. Solo te estaba poniendo a prueba. Sí que te gusta la movida, ¿eh? Espero que estés en mi equipo.
- ¿Equipo? ¿Hay equipos?
- Claro. Eres nuevo. Tenemos que provocar un gran incendio con dos focos distintos. Ted el Narigudo quiere que los dos focos se provoquen a la vez, así que nos dividiremos en dos equipos.
- ¿Cuáles son los objetivos?
- Un orfanato y un hospital militar. Este es el mejor plan de Ted hasta ahora. Espero que me toque el orfanato. Será más divertido.
- La diversión está bien, pero prefiero el dinero. ¿Cuál es la recompensa?
- Ted tiene un trato con el Ministerio. Haremos que los Serafines parezcan inútiles (como que no pueden proteger a nadie) y, cuando el Consejo se haga cargo, nos darán total libertad.
- Muy astuto. Gracias. Nos vemos en la acción.
- Es cierto. Luego hablamos.
- Ya veo. Gracias por la información.
- Si te vas a poner así, prefiero no hablar contigo.
- Nadie. No te molestaré.
Volviendo a hablar con Johnny de la zona alta:
- Johnny de la zona alta: Será interesante ver en qué equipo acabamos. Sea como sea, espero que luego haya un montón de señoritas necesitadas de consuelo. ¿Sabes a qué me refiero?
- Qué asco. ¿Cómo te puedes aprovechar del dolor de una persona?
- Eh, son mujeres tristes y vulnerables. No me aprovecho de ellas, solo les ofrezco un hombro sobre el que llorar... mientras robo todo lo que puedo de sus casas.
- Eres muy protector, Johnny.
Hablando con Della Certera:
- Della Certera: Así que crees que tienes lo que hace falta para unirte a nosotros, ¿eh? Demuéstralo.
- Está bien, te lo has buscado.
Tras derrotar a Della Certera en combate:
- Della Certera: Nadie me había desafiado así desde hacía mucho tiempo. Hay algo en ti, chico. Algo que podemos aprovechar. Prepárate: vas a venir con nosotros a la quema y está a punto de empezar.
- ¿La quema? ¿Qué es eso?
- Solo necesitas saber que será un bombazo. Bienvenido a la fiesta.
- Gracias. Nos vemos luego.
- Gracias. Nos vemos luego.
Hablando otra vez con Della Certera:
- Della Certera: Eres mejor que yo, eso seguro. Hazme un favor y lucha de cara a mí cuando subas para enfrentarte a esos serafines.
- ¿De cara a ti? ¿Por qué iba a hacer eso?
- Porque si estás de cara a mí, los Serafines contra los que luches me darán la espalda. Así podré tenerlos fácilmente en el punto de mira. ¿Lo pillas?
- Está bien... como quieras.
Hablando con Blaize:
- Blaize: ¡Eh! No te quedes ahí, échame una mano. ¡No encuentro las mechas! Tengo la pólvora, pero no puedo hacer explotar nada sin las mechas. ¡Empieza por el final de la cueva y espabila!
- ¿Mechas? Las traeré.
- Blaize: ¿Dónde puse yo esas mechas?
Acercándote a los bandidos en el puente hacia las mechas:
- Exploradora bandida: Date prisa. Blaize quiere esas mechas.
- Matón bandido: Parece que los dracos están intimando un poco demasiado con ellas. ¿Estás seguro de esto?
- Exploradora bandida: Lo estaba... pero puede que esté cambiando de opinión.
En el cofre de mechas:
- Cofre: Dentro hay un manojo de mechas atadas con un cordel.
- Toma las mechas.
Volviendo con Blaize con las mechas:
- Blaize: ¡Eh! No te quedes ahí, échame una mano. ¡No encuentro las mechas! Tengo la pólvora, pero no puedo hacer explotar nada sin las mechas. ¡Empieza por el final de la cueva y espabila!
- ¿Te refieres a estas mechas?
- Sí. Justo lo que estaba buscando. Ahora puedo empezar a cocinar.
- ¡Je! ¿Qué hay para comer?
- Mi comida favorita: fuego y llamas. Un doble encargo de la ciudad. Prendemos fuego a un par de edificios y los Serafines salen quemados. ¿Sabes a qué me refiero?
- Nada como un buen fuego.
- ¡Ah, sí! Luces brillantes, un gran estruendo, restos humeantes... no puedo esperar. Estos son los trabajos que dan sentido a la vida, ¿sabes? Sentido y determinación.
- Determinación tengo, desde luego. Te veo allí.
- Exacto. Luego hablamos.
- Que disfrutes.
Hablando otra vez con Blaize:
- Blaize: Por fin un trabajo apropiado para mí. Quemar, caos, dinero, quemar. ¡Me encanta!
- Has dicho "quemar" dos veces.
- ¿Tiene algo de malo? ¡Me encanta quemar cosas!
- Bueno, supongo que todos tenemos aficiones.
Hablando con la Cabo Berra encarcelada:
- Cabo Berra: ¿Has venido aquí a regodearte, matón?
- Baja la voz. Soy un agente de los Serafines. Logan me envía para averiguar qué preparan los bandidos. ¿Sabes algo?
- No nos cuentan nada. Y tampoco nos alimentan. ¿Puedes sacarme de aquí?
- Haré lo que pueda, pero no prometo nada. Shh, están mirando. ¡Grítame o haz algo, rápido!
- ¡Oh! Ya, tú... serás algún bandido muy duro, ¿no? ¡Para! ¡Déjame en paz!
- Buscaré la llave de esta jaula. Resiste.
Tras hablar con la Cabo Berra, hablando con una fusilera bandida cercana:
- Fusilera bandida: Eh, es el chico nuevo. ¿Qué quieres, novato?
- Me envía Interruptor. Necesita tu llave de las jaulas para prisioneros. Es hora de darles sus gachas.
- ¿Seguro que quieres alimentarlos? La última vez, acabé con esa bazofia hasta los zapatos.
- Sí, algo he oído. Por eso conseguí el trabajo. Ser el nuevo es lo peor, ¿eh?
Hablando otra vez con la Cabo Berra:
- Cabo Berra: ¿Has vuelto para meterte conmigo de nuevo? ¡Psst! ¿Encontraste la llave?
- Sí. Toma. Cuando los bandidos se marchen a hacer el encargo, úsala y sal de aquí.
- Te debo una, amigo. ¡Deja de decir eso de mi madre!
- Baja la cabeza, no hables y pronto estarás en casa.
Cuartel General de los Serafines[editar]
En acercarte a Logan Thackeray:
- Logan Thackeray: Aah, aquí tenemos nuestro nuevo operativo de incógnito favorito. Veamos si el Héroe de Shaemoor es capaz de arrojar un poco de luz al asunto.
Hablando con Condesa Anise:
- Condesa Anise: Me interesas, y no solo porque Logan tenga muy buena opinión de ti. Tienes bastante garbo. ¿Lo sabías?
- Gracias. Espero demostrar que soy digno de tu estima.
- Los hechos dicen más que las palabras, cariño, y los tuyos son un monólogo.
- Eres muy amable. Buen día, condesa.
- No tan importante como tú, mi señora. Si tengo alguna habilidad social, la desarrollé observando de lejos a la Hoja Brillante.
- Intentas halagarme. Muy listo, querido. Llegarás lejos.
- Eso espero, condesa. Buenos días.
Hablando con Logan Thackeray:
- Logan Thackeray: Sabía que lo conseguirías y saldrías indemne. ¿Qué has averiguado?
- Es grave. Ted planea quemar el Hospital de la Vanguardia y el Orfanato del Corazón de la Reina.
- ¡Esa asquerosa escoria! Tendremos que dividirnos para cubrir los dos sitios así que vamos a tener que estirarnos. Yo lideraré la defensa en uno y el teniente Francis, en el otro. Tú vas con uno de nosotros.
- Ayudaré a cubrir el orfanato.
- Entonces estás conmigo. Buen trabajo, por cierto. Si fueras serafín, te ascendería.
- Gracias. Cuando quieras. (conduce a Incendio provocado en el orfanato)
- Ayudaré a cubrir el hospital.
- Entonces estás conmigo. Buen trabajo, por cierto. Si fueras serafín, te ascendería.
- Gracias. Cuando quieras. (conduce a El hospital en peligro)
- Deja que lo piense.
Tras tomar una decisión:
- Logan Thackeray: Ted opina que no podemos estar en dos sitios a la vez, y es por ello que los dioses inventaron el trabajo en equipo.