Hablando con cualquier Guardia del Ministerio:
- Guardia del Ministerio: Bienvenido. ¿Puedo hacer algo por ti?
- (A) Esta noche hay más guardias de lo normal. ¿Todo está asegurado?
- Claro. Aparte del palacio de Su Majestad, no hay un lugar más seguro en todo Linde de la Divinidad.
- ¿A qué viene tanta seguridad?
- ¿Dónde puedo encontrar algo de comer? (igual que B)
- ¡Que los dioses nos protejan del infortunio! Buenos días.
- (B) Where can I find some refreshments?
- La mesa de aperitivos está allí. El buen ministro ha descorchado sus mejores bebidas para esta gala.
- He oído rumores de ataques de bandidos. ¿Esto es seguro? (igual que A)
- Maravilloso. Iré a probarlas.
- Nada por el momento. Sigue.
Hablando con un Sirviente:
- Sirviente: Bienvenido, honorable invitado. ¿En qué puedo ayudarte?
- (A) ¿Has oído algún rumor interesante?
- Alguien mencionó algo sobre Lady Madeline, pero no recuerdo qué exactamente. Maldito sea mi confuso cerebro. Pregunta al cocinero.
- ¿Dónde está el ministro Wi? (igual que B)
- ¿Tenéis algún refrigerio? (igual que C)
- Gracias, lo haré.
- (B) ¿Dónde puedo encontrar al ministro Wi?
- Estará en la Sala Principal saludando a sus estimados invitados. ¡Sin duda será un placer para él saludarte personalmente!
- ¿No te habrán llegado por casualidad rumores interesantes sobre algún invitado? (igual que A)
- ¿Hay algún refrigerio disponible? (igual que C)
- Lo haré ahora mismo, gracias.
- (C) ¿Tienes algún refrigerio disponible?
- ¡Por supuesto! Están en la esquina del Gran Salón. El ministro no ha escatimado en gastos... como suele suceder en sus galas.
- ¿No te habrán llegado por casualidad rumores interesantes sobre algún invitado? (igual que A)
- ¿Dónde puedo encontrar al ministro? (igual que B)
- Iré a probarlo ahora mismo, gracias.
- Nada por el momento, gracias.
Hablando con el Barón Edmonds:
- Barón Edmonds: Esperemos que esta fiesta acabe mejor que la tuya, ¿eh? Aunque, con tantos guardias, cualquier vándalo lo suficientemente loco como para venir acabaría como un colador en cuestión de segundos, ¡ja!
- No es un sentimiento muy apropiado para una ocasión como esta, ¿no crees, barón?
- Disculpa mi insolencia, aunque debes admitir que el ministro Wi ha pensado en todo. ¡Ese hombre tiene un enorme talento para organizar las mejores fiestas!
- Sí. Pero hay muchos guardias.(igual que A)
- Sí, bastantes. Si me disculpas, debo irme.
- (A) Como tú digas. ¿Pero no parece que hay demasiados guardias aquí dentro?
- ¡Supongo! Quizá el ministro Wi haya oído acerca de tus problemas y se haya propuesto evitar un episodio similar. Aun así, esta seguridad es exagerada.
- Sí. Debería investigar. Discúlpame.
- Bandidos o no, barón, se perdieron vidas en mi gala. Tu chiste es de mal gusto.
- Eh... por supuesto. No quería ofender. Es culpa del vino. No te preocupes, pondré más cuidado en mis modales la próxima vez.
- Una idea excelente. Adiós, barón. Disfruta de la fiesta.
- Esta noche parece que hay muchos guardias aquí.
- ¡Pero también es bueno! ¿Cómo si no podríamos relajarnos y divertirnos con tanto rufián suelto?
- Por supuesto. Disculpa.
- Disfruta de la fiesta. Adiós.
Tras obtener información:
- Barón Edmonds: Es un placer volver a verte, pero debes disculparme. Estoy teniendo una conversación privada con Lady Wi. Ya hablaremos más tarde.
- Entendido, barón.
Hablando con Lady Wi:
- Lady Wi: ¡El héroe de Shaemoor en carne y hueso! Sabía que tu destino te deparaba cosas grandes. ¿Y ahora? ¿Un cargo en el Ministerio?
- Mis intereses se centran más fuera que dentro de Linde de la Divinidad.
- ¡Ah, claro que sí! Tenemos posesiones cerca de Arcillar. Qué pueblecito más encantador. Me encanta ver a los campesinos trabajar con tanto esfuerzo en sus viñedos. ¡Y qué vino más glorioso!
- No me refería a... da igual. Has organizado una fiesta preciosa, mi señora. Buenos días.
- Lo que mejor sirva a mi reina y a sus ciudadanos.
- ¡Cuánta devoción! El capitán Thackeray haría bien en ir con cuidado. Le ha salido competencia por el puesto de devoto mayor de la reina Jennah.
- Una broma deliciosa, mi señora. Hablaremos más tarde.
- Una idea seductora. Quizá en el futuro.
- Ah, pero ya te has ganado mucha más distinción que los ministros, incluso aquellos que empezaron pronto su carrera. Hablaré con mi marido sobre garantizarte un puesto.
- Gracias, mi señora, pero no te molestes por mí. Hablaremos más tarde.
- Quizá podamos hablar de eso luego.
Hablando con el Ministro Wi:
- Ministro Wi: Es un placer verte en mi humilde fiesta, un gran placer. ¡Últimamente tu nombre está en boca de todos! Me honras con tu presencia.
- Eres muy amable, ministro. Solo hice mi trabajo como ciudadano.
- ¡Si todos los ciudadanos de esta ciudad tuvieran tu valentía, piensa lo grandioso que sería Linde de la Divinidad! Sin embargo, haces que su pueblo esté orgulloso de un glorioso ejemplo de alta cuna.
- Gracias por tus elogios, ministro. Ahora, si me disculpas, tengo que socializar un poco.
- ¿Cómo podría perderme un evento así? ¡Preferiría que me pisotearan los centauros!
- ¡Ja! Es un gran placer tenerte aquí. Solo espero que mi fiesta esté a la altura de tus expectativas.
- No cambiaría nada, ministro. Ahora, si me disculpas, tengo que socializar un poco.
- Tengo un imán para los combates. Aunque no puedo afirmar que me importe.
- Ah, si esta ciudad tuviera más almas valientes como la tuya, los charr se retirarían de Ascalon y los tengu abrirían las puertas de su ciudad a todos.
- Gracias, ministro. Si me disculpas, tengo que socializar un poco.
- No me habría perdido tu fiesta por toda la riqueza de Tyria. Promete ser un acontecimiento emocionante.
- ¿Eh? Bueno, espero que la celebración satisfaga tus expectativas. Que disfrutes.
- Lo haré. Gracias, señor.
- Discúlpame, ministro. Tengo otros asuntos que atender.
Hablando con la Condesa Anise:
- Condesa Anise: Espero que sea lo que esperabas. Ten cuidado con en quién confías. Aquí hay más máscaras que en un circo ambulante y las que llevan puestas los nobles son aún menos obvias.
- (A) Cuéntame más sobre ellos. Conozco a Lord Faren, obviamente, pero quiero escuchar lo que sabes.
- Es un granuja y un ligón incorregible, pero es buena persona. Pasó varios años en el Ministerio, pero dimitió "por motivos personales". Esa historia es muy larga, pero eso es todo lo que diré por ahora.
- ¿Qué puedes contarme sobre Lady Madeline?
- Nunca se casó. Lo que es peor, está siempre en casa cuidando de su madre enferma. Es solitaria pero encuentra consuelo en ser una buena hija.
- ¿Qué puedes contarme sobre Lord Benjamin?
- Un tipo agradable, pero no le confíes tus secretos. Se dedica a extender rumores y nunca sabes quién maneja sus hilos.
- ¿Qué puedes contarme sobre Nicolás Inviernos?
- ¡Ah, Nicolás! Es como su padre: tiene suerte de ser rico. Si no fuera tan rico, su pereza supondría su muerte.
- Quiero preguntarte otra cosa.
- (D) ¿Qué quieres saber?
- ¿Qué puedes contarme de Logan Thackeray? (igual que C)
- ¿Qué puedes contarme sobre el Ministerio? (igual que B)
- ¿Qué puedes contarme sobre Lord Faren y los otros nobles de Kryta? (igual que A)
- (B) ¿Qué puedes contarme sobre el Ministerio?
- El Ministerio de Kryta ha arraigado profundamente en la corte de la reina y se hace más fuerte cada día. A los ministros se les encarga ejecutar la autoridad legal y aconsejar a la reina sobre nuevas leyes.
- ¿Qué puedes contarme sobre el ministro Wi?
- La familia del ministro Wi ha influido en la ciudad más tiempo de lo que nadie puede recordar. Seguramente sean la familia más rica de Tyria.
- ¿Qué puedes contarme del ministro Zamon?
- Lord Zamon siempre ha sido un oportunista. No me sorprende que vayas a por él. No tiene ni la mente ni la fuerza política para ser un ministro eficaz, mucho menos para ser un delincuente eficaz.
- Quiero preguntar otra cosa. (igual que D)
- (C) ¿Qué puedes contarme sobre Logan Thackeray?
- Encantador y leal, sobre todo hacia la reina. Pero no te puedo decir lo que te parecería más interesante. Lo dejaremos en que su continua evolución es fascinante. Tiene un pasado turbulento.
- ¿Qué puedes contarme sobre los Serafines?
- Los Serafines llevan cientos de años protegiendo Kryta. Logan está a cargo de la compañía que protege Linde de la Divinidad. Qué suerte que esté tan cerca de la reina, ¿verdad?
- Quiero preguntarte otra cosa. (igual que D)
- Me gustaría socializar. Si me disculpas...
Hablando con la Baronesa Yolanda:
- Baronesa Yolanda: ¡Qué fiesta tan encantadora y qué placer verte! Pensé que estarías realizando galantes hazañas con nuestro gallardo capitán Thackeray.
- Por el momento no, me temo.
- ¡Entonces qué enorme placer verte aquí! Si la próxima vez traes contigo a un apuesto capitán, no olvides presentármelo, ¿de acuerdo?
- Veré lo que puedo hacer. Hasta más ver.
- ¿Es posible que conozcas algún rumor interesante?
- ¡Cómo no! ¿Ves al barón Edmonds? Mira cómo bebe, es un misterio que no haya vaciado ya las bodegas. ¡Por los dioses!
- ¿Algo más?
- ¡Aún no he visto al barón Corone! Dicen que está furioso por el robo de su precioso cáliz. Era originariamente de la reina Salma. He oído que ofrece una recompensa.
- ¿Se te ocurre alguien más?
- ¡Dioses, qué de preguntas! Ahora tengo una para ti. ¿Te he visto hablando con la condesa Anise? Me gustaría saber más sobre eso y sobre ella.
- La condesa Anise es una antigua amiga de la familia.
- ¿De verdad? Sabía que la condesa tiene conocidos y admiradores, pero ¿amigos? Qué ilustrativo. Con cotilleos jugosos como ese podemos intercambiar rumores cuando quieras, querido.
- Yo... por supuesto. Hablaremos más tarde, baronesa.
- Está ligeramente interesada en mí. No puedo decir que me desagrade... está muy bien relacionada.
- ¡Por supuesto! ¡Estupendo! Me muero por descubrir más acerca de ese "interés". ¡Cuéntamelo todo!
- Quizá en otro momento, mi señora. Adiós.
- Me temo que ese es mi pequeño secreto.
- Hum, interesante. Bueno, me encanta oír lo último de los ricos y poderosos de Kryta. Vuelve cuando quieras, querido. ¡Nos contaremos cotilleos!
- Lo haré. Gracias.
- Perdóname, mi señora. Hablaremos más tarde.
- Perdón. Hablaremos luego, mi señora.
- Perdón. Hablaremos luego, mi señora.
Hablando con Nicolás Inviernos:
- Nicolás Inviernos: He oído que salvaste a ese tal Faren de unos rufianes. ¿La próxima vez no podrías dejarlo un poco más en sus manos? ¡No me iría mal estar un tiempo sin saber de sus románticas hazañas!
- De verdad, Sir Inviernos. Lord Faren es amigo mío. Nunca dejaría que lo retuvieran.
- Solo estoy bromeando. Aunque imagino que si sus captores fueran señoritas, no tardaría mucho en escapar con sus encantos, ¿no? ¡Ja!
- Me preocupa más que un miembro de la burguesía esté enviando órdenes a los ladrones.
- Tu ingenio es tan agudo como siempre, señor. Hablaremos más tarde.
- Me preocupa más que un miembro de la burguesía esté enviando órdenes a los ladrones.
- Si eso es cierto, debe de ser miembro del Ministerio. Les encanta el dinero como a los charr la carne. Algunos contratarían alegremente a bellacos malnacidos para que robaran a su propia clase, los muy bribones.
- Avísame si descubres alguna prueba de ello. Hablaremos más tarde.
- Como haríamos todos, señor. Hablaremos más tarde.
Hablando con Lord Faren:
- Lord Faren: ¡Ahí está mi heroico amigo! Dime, ¿podrías dejar de hacer actos de valor durante un tiempo? ¡Es complicado iniciar conversación con una muchacha bonita cuando solo quiere hablar de ti!
- Nunca me interpondría conscientemente entre tus conquistas y tú.
- ¡Ah! "Que me asen", como dicen los charr. ¡Tengo información interesante para ti! Pero primero necesito un pequeño favor. ¿Por favor?
- Tienes que estar bromeando.
- (A) Llevo toda la noche deseando hablar con la baronesa Jasmina, ¡pero ella no deja de hablar sobre ti y no se cree que seamos amigos! ¿Te lo puedes creer? ¿Podrías decir algo bueno sobre mí?
- Lo que sea por un viejo amigo. La embaucaré con mentiras sobre ti.
- Está bien. Si así consigo la información que tienes, lo haré.
- ¿Qué ocurre? (Same response as A)
- No de nuevo. Luego hablamos.
Tras acordar hablar con la baronesa Jasmina:
- Lord Faren: ¡Te prometo que tengo algo realmente épico que contarte! Pero antes habla con la baronesa Jasmina, por favor. ¡Está ahí mismo!
- Muy bien.
Hablando con la baronesa Jasmina:
- Baronesa Jasmina: ¡Oh! Me alegra mucho verte. Le estaba diciendo a Lady Madeline que no sabía si vendrías, pero aquí estás. Estoy casi sin aliento.
- (A) Calma. Un buen amigo mío me dijo que hablara contigo.
- ¿Un amigo? Ah, ¿te refieres a Lord Faren?
- Sin duda. ¡Ha sido mi fiel compañero en toda clase de aventuras!
- ¿De verdad? Entonces, ¿te siguió valientemente a la cueva de los bandidos como afirma él? Sorprendente. ¿Serías tan amable de darle recuerdos de mi parte?
- Lo haré en seguida.
- Sé que parece más estirado que una anguila del Delavan pero tiene un gran corazón.
- Puede que haya sido demasiado dura con el caballero. Por favor, dale recuerdos de mi parte.
- Lo haré en seguida.
- Un amigo me ha hablado muy bien de ti y tenía que conocerte. (igual que A)
- Creo que me has confundido con otra persona. Adiós.
Tras acordar dar recuerdos de Baronesa Jasmina a Lord Faren:
- Baronesa Jasmina: Y yo me pregunto... Tu amigo Faren es un tipo elegante, pero he oído ciertas historias sobre él...
- Son meras conjeturas, seguro. Buenos días.
De vuelta con Lord Faren:
- Lord Faren: Lo he visto; ¡que Kormir me golpee si no parecía impresionada! ¡Eres un amigo de verdad!
- (A) Está bien, está bien. Ahora dime eso tan importante y dame la versión corta.
- ¿Recuerdas nuestra huida de la cueva de los bandidos y tu sospecha de que un ministro estaba moviendo los hilos? Tienes suerte porque he confirmado esa sospecha.
- ¿Cómo lo has conseguido?
- ¡Creo que es el ministro Zamon! Yo estaba fuera con una... eh, amiga, y lo vi salir del bosque cerca de Transporte de Gibson. ¡Solo! ¡Y de forma muy sospechosa!
- Ese bosque está plagado de rufianes y delincuentes. ¿Estás seguro de que estaba solo?
- ¡Lo bastante para testificar! Estaba vestido para una fiesta y paseaba por el bosque como si estuviera en un baile. ¿Podría ayudarte en la investigación?
- Definitivamente, sí. Gracias, Faren. Te veré más tarde.
- Ya lo hablaremos luego.
- No es nada. Entonces, ¿qué era eso que querías contarme? (igual que A)
- De nada. Adiós.
Hablando con la Criada:
- Criada: ¡Hola! Yo... Yo... Oh, tenía muchas ganas de hablar contigo, pero ahora que estás aquí, me he quedado sin palabras. Te comportas con mucha confianza. ¡Me abruma!
- Me halagas, mi señora, pero, por favor, relájate y disfruta de la fiesta. Estamos entre amigos.
- Lo siento. Soy una gran admiradora de tus hazañas. Por toda la ciudad hay mujeres como yo que desean ser más como tú. Necesito un momento para recobrar la compostura.
- Por supuesto. ¡Disfruta de la fiesta!
- Entonces me excusaré para que puedas ordenar tus pensamientos. Disfruta de la fiesta.
Hablando con el Cocinero:
- Cocinero: ¡No hay tiempo para hablar! Tengo que preparar todo un banquete. ¡Hazlo rápido sal de la cocina!
- (Tras hablar con Lady Madeline o con un Sirviente sobre el Cocinero) Me han dicho que podrías saber algo sobre Lady Madeline.
- Sí, la acabo de ver. Estaba teniendo una fuerte discusión con su hermano, el ministro, y después él se fue como un loco, gritando que tenía "asuntos que atender". Algo no va bien aquí.
- ¿Sabes algo más acerca del ministro?
- Mi hermano gemelo Ellis es su cocinero y las noticias que me llegan dicen que Zamon es malo pagando y peor insultando. No sé cómo es como ministro, pero sí que es un jefe nefasto.
- ¿Escuchaste de qué discutían Zamon y Madeline?
- No, aunque Lady Madeline sigue aquí. Podrías preguntarla pero creo que no le gustará que le pregunten sobre asuntos personales.
- Tienes razón. Tendré cuidado si la pregunto.
- Creo que le preguntaré a Lady Madeline sobre él. Gracias.
- Interesante. Creo que lo hablaré con ella.
- Parece que eres el hombre a quien preguntar sobre los rumores locales.
- Eso es. La Baronesa Yolanda está de caza y cualquier cosa que lleve calzones es una presa. Me extraña que Lord Faren no se haya metido en problemas.
- ¿Algo más?
- No me fío de los guardias del Ministerio. Este lugar está plagado de ellos. No sé por qué aunque, si te interesa, prueba a preguntar a uno qué están haciendo aquí.
- ¿No puedes pensar en otra cosa?
- No. Si quieres más, pregunta a los sirvientes de la casa. Ellos escuchan más que yo porque yo estoy aquí todo el tiempo.
- Gracias, lo tendré en cuenta.
- Eso haré, gracias.
- Lo tendré en cuenta, gracias.
- Relájate, buen hombre. Solo estaba buscando la mesa del refrigerio.
- Bueno, eso es distinto. Está afuera, en la sala principal, señor. Disculpa mi brusquedad. Ha sido un día muy largo.
- Gracias, lo haré. Estoy deseando llegar al banquete.
- Háblame así otra vez y serás comida de charr en la frontera.
- Perdóname, señor, pero Lady Wi me ha dado órdenes precisas. Si sirve de algo, todo mi personal y yo estamos a tu disposición.
- Lo tendré en cuenta. Buenos días.
- Mis disculpas. Solo quería dar mi enhorabuena. ¡Todo huele delicioso!
- ¡Gracias, señor! Qué raro que alguien me valore. He pasado años dominando los huevos de moa escalfados para conseguir una yema perfecta y... Ay, perdón. Estoy divagando.
- Eres un orgullo para la profesión culinaria. Sigue así.
- Está bien, está bien. Te dejo que sigas con tu trabajo.
Hablando con Lady Madeline:
- Lady Madeline: Oh, hola. Me parece que no he tenido el placer. Soy Lady Madeline Zamon.
- Creo que estabas en la fiesta de Lord Faren, ¿no?
- ¡Exacto! Una gala estupenda. Antes de los bandidos, claro. No suelo tener la oportunidad de asistir a un evento como ese... o como este, ahora que lo pienso. Es un poco abrumador.
- ¿Eres nueva en la ciudad?
- No exactamente. Mi hermano Julius y yo nacimos aquí, pero yo me mudé al campo para ayudar a madre. ¿Conoces la hacienda de Zamon?
- ¿El ministro Julius Zamon es tu hermano? Debes de estar orgullosa de él.
- (A) Sí pero desearía que... ah, perdóname. No debería molestarte con mis preocupaciones. Nuestra madre está muy enferma y estoy preocupada por ella.
- (Solo si has hablado con el Cocinero anteriormente) No quiero ser maleducado pero he oído que antes tuvisteis una pelea. ¿Puedo preguntar por qué? (igual que B)
- Suena como si vuestra relación fuera un poco tensa.
- ¿Ese cocinero cretino te dijo eso? ¡Son chismorreos, nada más! Dioses, debería... Lo siento. Ignora este arrebato. Me temo que necesito un momento para ordenar mis pensamientos.
- Mis disculpas, señora. Luego hablamos
- Siento decirte esto pero tengo razones para creer que tu hermano es un traidor.
- ¿Un traidor? No puede ser. Él no... No. Me gustaría creer que él no lo haría pero...
- Señora, te ruego que me cuentes lo que sepas. ¡Podría haber vidas en juego!
- ¿Vidas? ¿Y qué hay de la vida de mi madre? ¿Y si se entera que su único hijo era un traidor? ¿Qué pasará?
- Debemos considerar el bien común, mi señora.
- (B) ¡Dioses, sabía que llegaríamos a esto! Él estaba en casa de madre cuando llegó un hombre extraño. Julius le dio unos papeles pero no quiso decir qué eran, ni siquiera cuando se lo pregunté.
- Continúa.
- La cosa es aún peor. Julius dejó más paquetes en la casa de nuestra madre para que los recogieran personajes sospechosos. He venido aquí para confrontarlo con él, pero se niega a discutirlo y se ha ido enfadado.
- ¿Estarías dispuesta a testificar sobre ello en un juicio?
- ¿Un juicio? Ay, Julius, ¿qué has hecho? Que Kormir me guíe y Dwayna me proteja... Sí, testificaré. No puedo permitir que Julius deshonre a la familia o que perturbe más a mi madre.
- Gracias, mi señora. Estás prestando un gran servicio a todo Linde de la Divinidad.
- Creo que ella se sentiría orgullosa si su hija ayudara a salvar vidas.
- Perdóname un momento, debo marcharme.
- ¿Hay algo que no me estás contando? (igual que B)
- Perdóname un momento, debo marcharme.
- Perdóname un momento, debo marcharme.
- Perdóname un momento, debo marcharme.
- Perdóname un momento, debo marcharme.
- Es un placer conocerte. Supongo que eres la hermana del ministro Zamon.
- Bueno, sí. Los dos nacimos aquí pero, mientras que él se dedica al Ministerio, yo me mudé al campo para ayudar a mi madre.
- Debes de estar orgullosa de sus logros ministeriales. (igual que A)
- Perdóname un momento, debo marcharme.
Hablando con Lady Madeline después que acceda a testificar:
- Lady Madeline: Por favor, he aceptado testificar. ¡No me pidas nada más, te lo suplico! Esto ya es bastante difícil.
- Entiendo. Te deseo suerte, señora.
Hablando con Lord Benjamin:
- Lord Benjamin: ¡Menuda fiesta! ¡Cháchara, cotilleos y frivolidad! Aunque seguro que todos los que están aquí tienen miedo de que sus casas sean asaltadas por esas ratas de alcantarilla.
- Te refieres a los saqueos, ¿verdad?
- ¡Exacto, mi señor! ¿Y no es sorprendente que los ladrones no tengan ningún problema en entrar y que sepan exactamente dónde están los bienes? ¡Bueno, es que deben de ser los ladrones más afortunados del mundo!
- Yo diría que la suerte no tiene nada que ver con esto.
- Así es. Pero si no es suerte, alguien debe estar dando información a esos bribones sobre cuáles son las mejores casas de la ciudad. ¡Imperdonable! ¡Inimaginable! Hay que poner fin a esto.
- De acuerdo. De hecho, creo que voy a hacer algo ahora mismo.
- Una idea interesante, señor. Se la haré saber al resto de invitados, a ver qué piensan.
- Muy cierto. Disfruta del espectáculo, señor.
Hablando con el Guardia del Ministerio Reth:
- Guardia del Ministerio Reth: Buenas noches. ¿En qué puedo ayudarte?
- ¿Es normal tener tantos guardias en un evento personal?
- Me... me temo que no. No tengo claro por qué estamos aquí exactamente. No es lo que se dice un procedimiento estándar.
- Parece que tienes alguna sospecha.
- Quizá. Pero es demasiado arriesgado que nos vean hablar. Además, me muero de sed. Parecería más natural que un amable noble ofreciera una copa a un guardia cansado.
- Eso puedo hacerlo.
- De acuerdo. Luego hablamos.
- Por ahora nada, gracias.
Antes de obtener la bebida:
- Guardia del Ministerio Reth: No te entretengas demasiado, nos están vigilando. Además, tengo la garganta demasiado seca como para hablar mucho.
- Te traeré esa copa.
Interactuando con la Mesa de aperitivos:
- Mesa de aperitivos: En la mesa hay una gran variedad de bebidas refrescantes.
- Elegir una bebida para Reth.
- No toques las bebidas.
(Hablando con el Guardia del Ministerio Reth otra vez inicia la cinemática de más abajo)
Hablando con Lady Mashewe:
- Lady Mashewe: ¡Oh, aquí estás! Es un placer verte. Me encantan las fiestas del ministro Wi, pero hay tanta gente hablando que me da miedo entablar conversación.
- Cierto. Nunca sabes quién podría estar escuchando.
- No había pensado mucho en eso. A la gente le gusta cotillear pero yo intento evitar hablar de asuntos personales en las fiestas. Es indecoroso.
- Así es. Dichos asuntos se guardan en privado.
- Quizás no. Las cuestiones problemáticas a veces requieren acción inmediata, estés donde estés.
- ¡Tú siempre tan práctico! Es cierto que los contratiempos no entienden de momento ni de lugar. Pero no debería retenerte. ¡Seguro que hay otros que desean hablar con el gran Héroe de Shaemoor!
- Have you noticed anything strange at the party tonight? (igual que A)
- Como siempre, tan gentil, señora. Adiós.
- ¡Alguien así de encantadora como tú no debería ser tan tímida!
- ¡Qué adulador! ¡Has pasado demasiado tiempo con Lord Faren! Aunque aprecio tu intención. Entablaré conversación con alguien nuevo.
- ¿Has notado algo raro en la fiesta esta noche? (igual que A)
- Mucha suerte. Luego hablamos.
- No obstante, el tono de esta parece un poco diferente.
- Vaya. Esperaba que solo fuera cosa mía pero creo que tienes razón. ¿Qué crees que es? ¿Los saqueos?
- Puede ser. ¿Qué te parece extraño exactamente esta noche? (igual que A)
- Eso o que la baronesa Yolanda ha contado otro de sus escandalosos chistes.
- ¡Ja! Ojalá fuera así. Aun así, me has levantado el ánimo de forma considerable; gracias. ¡Intentaré entablar conversación con alguien nuevo!
- No es por alarmarte, señora, pero me preguntaba si has notado algo extraño aquí.
- Mucha suerte, mi señora. Adiós.
- Puede ser pero no podemos dejar que eso arruine la fiesta. ¡Que disfrutes! Hablaremos más tarde.
- (A) ¿Has notado algo raro en la fiesta esta noche?
- Ese guardia del Ministerio está de los nervios y Lady Madeline parece triste. Pero insisto, suelo ver un drama donde no lo hay. Podrían ser solo imaginaciones mías.
- Quizá hable con ellos averigüe qué está pasando. Gracias, mi señora.
- Solo sé tú misma. Luego hablamos.
Tras hablar con Lady Mashewe:
- Lady Mashewe: Qué amable por tu parte comprobar cómo estoy. Seguro que hay más gente que quiere hablar contigo. Ve y disfruta.
- ¿Has notado algo raro en la fiesta esta noche?
- Ese guardia del Ministerio está de los nervios y Lady Madeline parece triste. Pero insisto, suelo ver un drama donde no lo hay. Podrían ser solo imaginaciones mías.
- Así es. Le echaré un vistazo. Gracias, mi señora.
- Muy bien, mi señora. Luego hablamos.
Diálogo ambiental:
- Lord Faren: Peronda, ¿tienes un momento? (saluda con la mano al jugador)
- Lord Faren: ¿Es esa Lady?...
- Nicolás Inviernos: Shh. Te va a oír. Lo es. La han dejado salir.
- Nicolás Inviernos: ¿Te has enterado de lo que le pasó al orfanato? Unos pirómanos intentaron incendiarlo.
- Lord Faren: Me horroriza ver cómo nuestros políticos hacen la vista gorda. ¡Alguien debería hacer algo!
- Lord Benjamin: Vamos, Lady Madeline. Todos sabemos que es usted una experta en la intricada mente de su hermano.
- Lady Madeline: No últimamente, me temo. Entre sus deberes como ministro y los míos propios, cuidando de Madre, me temo que nos hemos distanciado.
- Lord Benjamin: Mis condolencias, buena señora. ¿Qué tal está su noble madre?
- Lady Madeline: Ha mejorado algo, pero su salud sigue siendo endeble. Le pido disculpas, mi señor. ¿Podemos hablar de asuntos más alegres?
- Invitado #1: No deberías beber tan rápido. Te caerá mal.
- Invitada #2: Métete en lo tuyo.
- Guardia del Ministerio Reth: Perdona, ¿tienes un momento?
- Invitada #3: Este lugar es increíble. Los dioses han ciertamente bendecido al ministro Wi.
- Invitado #4: ¿Dónde está ese camarero?
- Invitada #5: Estoy emocionada por ser invitada a una de las fiestas del maestro Wi. Es tan elegante.
- Invitado #6: Lo sé. Nadie tiene su delicadeza... y su riqueza.
- Invitada #5: Sí, la riqueza ayuda mucho.
- Invitado #7: Necesito un violinista para la fiesta que daré el mes que viene. ¿Conoces a alguno?
- Invitada #8: No, pero deberías preguntar al ministro Wi. Contrató a tres el pasado Día Invernal.
- Invitada #9: Por fin ha llegado mi envío. Tuvo un retraso durante el viaje cuando esas abominaciones a cuatro patas se hicieron con el bazar.
- Invitado #10: Tienes suerte de que no lo saquearan.
- Invitado #11: Mira a la condesa. Qué belleza. Tiene a toda la habitación en la palma de su mano.
- Invitada #12: ¿Sabías que es aficionada a la historia? Es experta en la antigua Kryta.
- Invitado #13: ¿Conoces bien al ministro Wi?
- Invitada #14: Oh, sí. Mi hijo va a la escuela con el suyo.
- Invitada #13: ¿Has oído el de la reina, el ministro y el mendigo?
- Invitado #14: Dios, mira qué hora es.
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