Los supervivientes es el duodécimo capítulo de la historia de Secrets of the Obscure.
Recompensas[editar]
Mi historia[editar]
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Heitor —antiguo[sic] camarada de Cerus y "primo"[sic] de Peitha (por lo que he podido entender, las dinámicas familiares kryptis son puramente ornamentales)— tiene la fortaleza bajo su control y nos impide llegar a Eparch. Nada entra ni sale de su dominio mientras la puerta siga cerrada. Peitha parecía abierta a la posibilidad de que Heitor se uniese a nuestra causa, pero Arina cerró por completo esa vía de conversaciones, con el convencimiento de que sería una situación de matar o morir. En todo caso, tenemos que cruzar la Puerta de Heitor si queremos tener la ocasión de plantar cara al Rey de Medianoche.
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En primer lugar, teníamos que establecer nuestra posición en Nayos. Para conseguirlo, nos propusimos minar las fuerzas de Heitor en la región derrotando patrullas kryptis y eliminando a sus líderes.
En los bosques de la zona interior de Nayos, Ramses se enteró de que estaban tratando de coaccionar a alguien. Tras derrotar a un grupo de atacantes, dimos con una kryptis llamada Irja, acongojada y confusa. Le expliqué que estábamos con las fuerzas de Peitha y la dirigimos al campamento del Resguardo Astral. Sorprendida de que acudiéramos en su ayuda, y sin terminar de fiarse de los no kryptis, aceptó dirigirse a la seguridad del campamento de Arina; después de todo, no era más que una presa para los cazadores de Eparch.
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Con los leales suficientemente debilitados, regresé al campamento por mi propio pie. Irja había llegado, y Ramses y yo tratamos de hacerla sentir cómoda en la medida de lo posible. Sin embargo, mi comodidad no entraba en los planes de Peitha, que organizó una reunión para planificar nuestro asalto a Heitor y las fuerzas de su fortaleza. Era el momento de tomar cartas en el asunto.
— Mi historia
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