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Soberana de Nayos

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Soberana de Nayos

Año
1337 d.É
Argumento
Secrets of the Obscure
Capítulo
Soberana de Nayos
Localización
Zona interior de Nayos
(Cuerno de Maguuma)
Nivel
80
Precedido por
Última hora

La Soberana de Nayos es el capítulo diecinueve de la historia de Secrets of the Obscure.

Objetivos[editar]

Recompensas[editar]

Guía[editar]

PNJs[editar]

Objetos[editar]

Diálogos[editar]

Mi historia[editar]

Torre de los Secretos pantalla de carga.jpg

Con Peitha en el Trono de Medianoche, una nueva era vio la luz en el Reino de los Sueños.

Yo volví a la torre del brujo, donde una delegación de Nayos, entre cuyos integrantes se encontraba la propia rey, se reuniría con Isgarren y los cabecillas del Resguardo Astral. De camino, me encontré con Arina, que había querido quedarse fuera. Había entrado a echar un breve vistazo a los delegados kryptis reunidos en el interior, pero parecía totalmente conforme con dejar que su padre y los brujos se ocupasen de cuestiones políticas. Estaba preparada para tomarse un merecido descanso.

Me dirigí adonde estaban los delegados y me topé con Peitha y Galrath, nada menos, intercambiando pullas, pero de buen ánimo. Más aún me sorprendió la presencia de Zantharon, el general superviviente de Eparch, que acudía como parte de la delegación nayosiana a pesar de estar recién incorporado a las filas de Peitha en el último segundo tras presenciar la muerte de su hermano. Me hubiera sorprendido menos que lo ejecutaran, pero ahí estaba. comportándose como si su presencia fuera lo más natural del mundo.

Escuché atentamente mientras Dagda exponía los términos acordados: todas las incursiones de los kryptis de Tyria debían cesar de inmediato, el Resguardo Astral mantendría un cierto grado de presencia en Nayos, se otorgaría amnistía a los kryptis y Peitha sería reconocida como la legítima soberana de Nayos.

Me preguntaba Cómo se sentiría Peitha respecto a ciertas cosas de las expuestas, pero estaba claro que ya estaba al tanto y aceptó todo formalmente sin chistar. Isgarren advirtió muy seriamente de que cualquier futura hostilidad no acabría en negociaciones, y luego me pidieron que hiciera una breve declaración a los delegados reunidos.

Una vez resueltas esas formalidades, Peitha anunció que Ramses se había ganado un puesto como embajador de Nayos en la torre del brujo, lo que complació a todos los involucrados, incluido el propio Ramses.

Yo tuve ocasión de socializar un poco, momento que Peitha e Isgarren aprovecharon para hacer corrillo conmigo y agradecerme todo lo que había hecho por Tyria, la torre del brujo y Nayos. Desde aprender de los brujos (¡y de Zojja!) y defender los bastiones codo con codo con el Resguardo Astral a aliarme con Peitha y llevar la lucha al Reino de los Sueños. Ha sido tanto lo vivido desde que sufrí esa primera derrota ante Cerus y escuché la insólita voz de Peitha resonar en mi cabeza por primera vez que cuesta siquiera entender lo lejos que hemos llegado.

La guerra con Eparch, la lucha de Peitha por salvar al pueblo kryptis de la destrucción, ha tocado fin. Y también el conflicto de siglos que mantuvo Isgarren con el gobernante de Nayos sediento de poder con el que en su día pensó aliarse. Tyria ha quedado liberara[sic] de la amenaza kryptis. Pero quedan incertidumbres... y una saludable dosis de precaución. ¿Será capaz Peitha de mantener la paz? ¿O la sentencia de Eparch sobre que los demonios siempre deben alimentarse resultará ser cierta? ¿Desvelará Isgarren la existencia del Resguardo Astral o de sus nuevos aliados kryptis? ¿O volverá a caer en los viejos hábitos?

Como poco, tal vez la alianza entre Nayos y la torre del brujo podría servir de ejemplo a los líderes de las naciones de Tyria, si fuera posible convencer a Isgarren de revelarla. ¿Tiene acaso futuro una alianza así? Tal vez lo averigüe pronto...

Mi historia