Rytlock y yo fuimos a ver a Bangar a su celda del Ojo del Norte y, al parecer, Portarruina no era solo prisionero nuestro, sino también del dragón de hielo. Ahora, el charr derrotado es la Voz de Jormag. En su apogeo, Bangar siempre conseguía salirse con la suya a base de labia, pero ahora apenas puede decir nada. Aurene escuchó a Jormag jactarse sobre Ryland, su campeón, y sobre el ejército que había alzado. Y Jormag también habló de la inminente amenaza de su hermano Primordus.
Nuestros enemigos son muchos y poderosos. Tan solo sé que no podemos hacer eso solos. Para solucionar el problema de los dragones ancianos, tendremos que saber más de sus debilidades.
Taimi nos puso al día de sus investigaciones desde Rata Sum. Se había dedicado a monitorizar las fisuras de la Niebla y las líneas ley para intentar seguirle el rastro a Jormag y, aunque el dragón de hielo le resultó esquivo, averiguó otra cosa. A petición de Taimi y de Aurene, me dirigí al hogar de los asura.
Me reuní con Gorrik en las puertas. Estaba discutiendo sobre un quebradero de cabeza logístico relativo a su cargamento (que seguro que era más equipamiento para investigación... ¿De dónde saca tanta financiación?). Me dijo que fuese al centro de la ciudad para hablar con el Consejo Arcano y, para mi sorpresa, descubrí que los concejales habían invitado a Ryland Atrapacero, el nuevo campeón de Jormag. Se mostró tan arrogante y pagado de sí mismo como su amo, pero nos estábamos quedando sin opciones y Primordus no hacía más que acumular poder. Jormag y él necesitaban el conocimiento de los asura para encontrar la forma de neutralizar a Primordus. Así que se estableció una frágil tregua en vista de que compartíamos el objetivo de detener al dragón de fuego.
A nadie le hacía la menor gracia el giro de los acontecimientos y todos sospechábamos de las motivaciones de Ryland. Le pedí a Braham que fuese a los muelles a ayudar a Gorrik con sus problemas logísticos, a ver si así liberaba un poco de presión. Hay un resentimiento cada vez más fuerte entre Braham y Ryland desde que el charr le robó el arco al norn. Y algo me dice que, cuando llegue el momento, no lo van a solventar de forma amistosa.
Nos reunimos con Taimi en el Laboratorio de Metamística Avanzada para comentar sus descubrimientos. La tensión entre Rytlock y su hijo pródigo se podía cortar con un cuchillo, y ninguno de los dos parecía preocupado por ocultarlo.
Taimi nos ofreció una actualización detallada de sus investigaciones. Al intentar seguirle el rastro a Jormag, detectó una serie de terremotos que aumentaban en número e intensidad. El mayor de los sismos se había producido bajo la propia Rata Sum.
Antes de que pudiésemos debatir la cuestión en profundidad, unos poderosos destructores surgieron justo al lado del laboratorio. Eran más fuertes que nunca e imparables en su determinación de aniquilarnos. Los despachamos tan rápido como pudimos y luego recibimos una llamada de socorro de Braham desde los muelles. Taimi reconfiguró la puerta para llevarnos allí directamente.
El combate en el puerto fue encarnizado, y estuvo a punto de ir a peor cuando aparecieron Ryland y su Legión de Escarcha. Pero no buscaban enfrentarse a nosotros, sino que se lanzaron contra los destructores. Juntos eliminamos todas y cada una de las oleadas que fueron surgiendo a nuestro alrededor y, después, acudimos en auxilio del Consejo.
Tras la matanza, Gorrik, Taimi y el Consejo se dispusieron a estudiar aquellos nuevos destructores evolucionados con la esperanza de poder rastrear sus movimientos subterráneos. Ryland propuso acuartelar a parte de la Legión de la Escarcha en la ciudad para protegerla, pero su oferta fue rechazada.
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