A instancias de Taimi, me dirigí a la Provincia de Métrica para eliminar la amenaza de los destructores. Con ayuda de Braham, evacuamos a cuantos pudimos e hicimos todo lo posible para controlar la devastación. Luego, Taimi nos convenció para que recabásemos datos para investigar sobre los dragones en lo más profundo de las cuevas, con el fin de proporcionar a Ryland y a Jormag información que les sirviese para neutralizar la amenaza del dragón de fuego. Una alianza tan incómoda me preocupaba. No se podía confiar ni en el uno ni en el otro. Que mi amiga no tuviese presente algo tan obvio me dio que pensar.
Taimi me aseguró que era por el bien de todos, que si el enemigo de mi enemigo y esas cosas. Pero estaba claro que Braham y ella chocaban en este aspecto. En pocas palabras, los asura desean la muerte de Primordus y los norn la de Jormag, mientras que yo solo quiero arreglar este desaguisado. Me enteré de que Jormag y Primordus son hermanos, lo que explica por qué tenemos que enfrentarlos entre sí. Pero antes debemos averiguar más sobre ellos para aprovechar sus debilidades.
Seguimos la firma energética de los destructores hasta hallar la fuente: una criatura grande y con muy mal genio a la que no le gustaba nada nuestra misión. Fue un combate igualado, pero acabamos imponiéndonos. Aunque la alegría no duró, porque las tensiones entre Braham y Taimi fueron en aumento. Ambos admitieron sus miedos ante la amenaza de los respectivos dragones ancianos que ponían en peligro sus hogares y sus gentes. Taimi no puede ocultar durante mucho tiempo sus emociones en un laboratorio antes de venirse abajo. Y Braham... ha cambiado: el peso de la profecía, la muerte de su madre, la angustia por su tierra natal... le están quitando años de vida.
Y, ahora, es capaz de sentir a los siervos de Primordus, casi como haría un experto cazado. No termina de entender los cambios que está experimentando. Espero que se mantenga firme.
Fuente Atenta, un asentamiento sylvari en las Selvas Brisbanas, fue el siguiente objetivo de los destructores. Me dirigí allí y me reuní con Caithe, que ayudó a rechazar a los atacantes y a proteger a los inocentes. Ryland apareció por sorpresa y se ofreció a echar una mano. No era momento para sacar a relucir mis reparos, así que los dejé de lado y observé sus acciones durante el encuentro.
De camino, Caithe y Ryland conversaron, o más bien mantuvieron un duelo dialéctico. El joven charr había aprendido de Bangar a ser persuasivo, pero resultaba aún más convincente gracias a la influencia que Jormag ejercía sobre él. Se comparó con ella empleando la proximidad de ambos con sus respectivos dragones ancianos como punto de referencia común. La diferencia es que Aurene nos permite ser nosotros mismo y nos anima a ser mucho más, mientras que Jormag se limita a tomar lo que quiere y te miente para que se lo entregues de forma voluntaria.
Debatieron sobre el papel que desempeñaban sus dragones ancianos en el equilibrio de la magia: control frente a orden, defensa frente a ataque. Me di cuenta de que él estaba sonsacándole información que pudiera servirle a su amo contra su hermano. Al final quedó claro que Aurene optaba por permitirnos, a mí y al resto de Tyria, que determinásemos el resultado, en vez de implicarse de una forma directa.
Seguro que Caithe y la Floración de Cristal emplearían los dones que Aurene les otorgase para curar las heridas del mundo, pero Ryland y su Legión de Escarcha aprovecharían cualquier ventaja que tuviesen a su alcance contra Primordus. Esa pequeña alianza suya tan solo duraría mientras fuese conveniente para él.
No tardamos en recibir una llamada de Marjory. Jhavi de la Vigilia y ella misma estaban rechazando a un número cada vez mayor de destructores a las afueras de Arco del León y la situación iba a peor. Acordé reunirme con ellas en los Campos de Gendarran, donde mantenían la línea defensiva exterior de la ciudad.
El Asentamiento de Ascalon fue sometido a asedio enseguida, así que nos dirigimos allí con urgencia. La localidad estaba atestada de destructores de todo tipo. Con la ayuda de unos cuantos aliados, al final conseguimos derrotarlos a todos y recuperar el pueblo. Marjory y Jhavi tuvieron una acalorada discusión, ya que el combate había puesto a prueba su paciencia y estaban en franco desacuerdo respecto a si era más importante concentrarse en la misión o salvar a los necesitado. ¿Estábamos dispuestos a dejar morir a inocentes si eso nos llevaba a ganar la guerra?