Me reuní con Taimi en Rata Sum, donde Ryland y los miembros del Consejo Arcano estaban repasando los últimos datos sobre los dragones. Por extraño que parezca, al oírles hablar me da la sensación de que piensan que yo apoyo a Primordus y Ryland representa los intereses de Jormag. ¿Es que todos se han olvidado de que hay que lidiar con ambos dragones?
Comparten la información abiertamente con ambos bandos, pero está claro que solo les preocupa eliminar a Primordus de la ecuación. Jormag nunca ha perjudicado los intereses de los asura como para llevarlos a hacer un esfuerzo en ese sentido. En este momento, el dragón de fuego aún no ha despertado. El "bucle de retroalimentación" de magia entre el dragón anciano y sus destructores está generando un círculo vicioso que empezó con la muerte de Kralkatorrik y la subsiguiente absorción de su magia. Como dijo Gorrik: "Los destructores queman más, Primordus se hace más fuerte y los destructores se vuelven más rabiosos. El efecto es exponencial".
Los dos dragones ancianos son polos opuestos y, en este momento, el equilibrio de poder favorece a Primordus. Para cambiar el equilibrio en sentido contrario tendremos que privar a Primordus de su fuente de magia, o posiblemente revertirla hacia sus destructores. Hay que dejar sin energía al dragón de fuego, o tal vez redirigir su magia al dragón de hielo. Nadie sabe cómo conseguirlo, pero estamos cada vez más cerca de comprender cómo encaja todo esto.
Volví al Ojo para hablar con Aurene. Necesitamos respuestas y Bangar se las está callando. Antes de que pudiese concretar la idea, recibimos una llamada de socorro de Crecia desde Desembarco de Doric. Rytlock y ella estaban ayudando a Logan cuando atacó la progelie y sumió toda la zona en el caos. Tengo que ayudarlos.
Ante nosotros se presentaba un panorama aterrador. La progelie había arrasado la zona extramuros de Linde de la Divinidad y la había convertido en una tundra helada. Había refugiados y soldados dispersos por todas partes y necesitados de ayuda, así que hicimos todo lo posible para reunirlos y ponerlos a salvo al tiempo que diezmábamos las filas enemigas.
La situación no tardó en aclararse: los Svanir estaban capturando a gente y encerrándola en el hielo por medio de un ritual. No los estaban matando, sino "conservándolos" para luego, convirtiéndolos en congelados, recios guerreros inmunes a los ataques del dragón anciano opuesto.
Al librar a dos aldeas de las fuerzas del dragón de hielo, quedó claro como el agua que Ryland no tenía ninguna clase de interés en un alto el fuego significativo. Tan solo quería alzar un ejército para Jormag y eliminar a Primordus para crear un nuevo mundo conforme a la visión de Jormag en el que Ryland estaría al mando en nombre de su dragón anciano. Estaba claro, y así lo dije desde un principio, pero sigo sin poder creer que el Consejo decidiese hacer caso omiso y permitir que ocurriese algo así. Es repugnante.
Braham se puso en contacto con nosotros y nos informó de más actividad del dragón de hielo cerca de unos asentamientos kodan, así que nos dirigimos allí para ayudar. Kasmeer se nos había adelantado por minutos y ya estaba reclutando refuerzos de nuestra creciente lista de aliados.
El santuario kodan estaba asediado por la legión de la Escarcha de Ryland, que acababa de cobrarse una victoria marginal en el Lago Doric, donde había convertido a inocentes en soldados congelados. No teníamos ni idea de qué haría aquí, pero sí la certeza de que no sería nada bueno.
Luego de ayudar a evacuar a los lugareños, nos unimos a los kodan y nos dirigimos al santuario de la Lechuza, ya que Braham percibía un inmenso dolor en dicho espíritu de la naturaleza, y eso teníamos que investigarlo. Toda la zona había sido arrasada por la Legión de la Escarcha y, cuanto más nos demorásemos, más poderoso se volvería Jormag.
En el santuario, Ryland estaba absorbiendo la magia de la Lechuza, que se había mantenido oculta de la mirada de Jormag. Desde que volvió a despertar por obra de Braham, se había convertido en objetivo del dragón anciano y estaba totalmente indefensa. Pero, en vez de sucumbir a la presión del dragón de hielo, la Lechuza eligió sacrificarse para evitar que hubiese un cambio en el equilibrio. Los demás espíritus aún corren el riesgo de que los corrompa, así que debemos averiguar cómo protegerlos del poder del dragón.
Una vez que despachamos a sus subordinados, Ryland se escabulló del campo de batalla y afirmó que no era más que un contratiempo temporal. Provocó a Braham y al resto de nosotros diciéndonos que disfrutásemos de la victoria, porque la próxima vez no tendríamos tanta suerte.
Pero esto no parece en absoluto una victoria. Jormag, con la ayuda de Ryland, esta cobrando ventaja y creando un poderoso ejército. Nosotros hemos perdido a la Lechuza y los espíritus que quedan corren peligro. Y Braham está confuso como siempre. Su conexión tanto con los espíritus como con los destructores de Primordus lo tiene entre la espada y la pared. Aunque quizá él sea la pieza que falta en este rompecabezas, la que nos ayudará a solucionar este embrollo.
