Fantasma ascaloniano
Este es un artículo acerca de los PNJs. Para la novela, véase Fantasmas de Ascalon.
Los fantasmas ascalonianos o fantasmas de Ascalon también conocidos como fantasmas del Fuego Enemigo fueron una vez humanos que vivieron en Ascalon durante los últimos años del conflicto humano-charr. Cuando los charr estaban a punto de invadir la ciudad de Ascalon, el rey Adelbern lanzó el hechizo del Fuego Enemigo, que provocó su muerte y la de sus súbditos e incineró a la fuerza charr atacante. La maldición convirtió a los humanos afectados en fantasmas vengativos que comenzaron a acechar la ciudad en ruinas y el campo circundante. Los charr han estado luchando contra el ejército espectral desde entonces.
El efecto persistente del Fuego Enemigo hace que los fantasmas se reformen cada vez que los matan. Los fantasmas ven a todos los vivos, tanto charr como no charr, como amenazas que necesitan ser eliminadas. Según una leyenda humana, los fantasmas solo pueden liberarse una vez que la maldición del Fuego Enemigo se ha levantado a través de un ritual realizado por el actual gobernante ascaloniano del linaje del rey Doric, que empuña la corona del rey Adelbern y Magdaer o su espada hermana Sohothin.
Historia[editar]
Orígenes[editar]
Según una antigua leyenda ascaloniana y un pergamino orriano, los Seis dioses humanos formularon un ritual mágico y regalaron tres artefactos sagrados necesarios para promulgarlo y revertirlo: una corona mágica, la propia espada del dios Balthazar, Sohothin, y su gemelo Magdaer, al ser humano real. linaje como protección contra la invasión en el pasado. Los artefactos, así como el conocimiento de cómo usarlos en el ritual, eventualmente pasarían a la línea Ascaloniana de reyes humanos.
Cuando los charr irrumpieron en la ciudad de Ascalon en las últimas etapas del conflicto humano-charr en el año 1090 d.É., el rey Adelbern, en un acto de desesperación, destrozó su espada mágica Magdaer. Usando la hoja a lo largo de su corona, Adelbern lanzó Foefire, una explosión de tremenda energía que destruyó al ejército charr invasor pero maldijo a los humanos atrapados en la explosión convirtiéndolos en fantasmas.
Cuando sus cuerpos fueron destruidos por el Fuego Enemigo, los espíritus del Ejército de Ascalon quedaron atrapados en la tierra de los vivos realizando las tareas que estaban haciendo el día de su muerte. El efecto del Fuego Enemigo afectó a gran parte de la población humana de Ascalon, y solo perdonó a la región sur que contenía la Fortaleza de Ebonhawke.
Según una leyenda, los fantasmas solo pueden liberarse una vez que la maldición Foefire se ha levantado a través de un ritual realizado por el actual gobernante ascaloniano del linaje del rey Doric, que empuña la corona del rey Adelbern y Magdaer o su espada hermana Sohothin.
Fantasmas de Ascalon[editar]
Historia personal[editar]
Tras el ascenso del Dragón anciano Kralkatorrik que condujo a la creación de la Marca del dragón y la subsiguiente invasión de los marcados, un grupo de Charr los Centinelas se dieron cuenta de que podían instigar peleas entre los marcados y los fantasmas ascalonianos lanzando armas ascalonianas al cristal marcado y fragmentos a los fantasmas en lugares donde las dos fuerzas enemigas convergían, como la Cuenca Plagagua.
Segunda Temporada de Mundo Viviente[editar]
En el año 1327 d.É., Rytlock Brimstone creía que había descubierto una manera de acabar con la maldición del Fuego Enemigo y liberar a los fantasmas ascalonianos. Armado con el conocimiento sobre el ritual que había desenterrado de un antiguo pergamino orriano encontrado en el Priorato de Durmand, había llegado a creer que podría acabar con la maldición con Sohothin y la corona del rey Adelbern. Después de que el Comandante del Pacto lo ayudó a localizar los fragmentos que faltaban para ensamblar la corona, Rytlock, el Comandante, Rox y el Imperator Smodur el Inmutable descendieron a la Cámara de Barradin para probar la teoría de Rytlock mientras luchaban contra los fantasmas en el camino.
Después de cargar a Sohothin con la energía de los fantasmas asesinados, Rytlock comenzó el ritual de limpieza usando Sohothin y la corona y pronunciando palabras mágicas que había encontrado en el pergamino de Orr. Si bien el ritual debilitó a los fantasmas cercanos y redujo su número dentro y alrededor de la cripta cuando ingresaron a la Niebla, Rytlock no pudo terminar la maldición por completo y, en cambio, vio cómo Sohothin también era arrastrado a la Niebla. Rytlock saltó tras la espada cuando el portal se estaba cerrando, dándose cuenta de que perder a Sohothin negaría a los charr la oportunidad de terminar el ritual.
Más tarde ese año, el Comandante del Pacto se reunió con Logan Thackeray en el Campamento Determinación y le informó sobre el intento de limpieza del Fuego Enemigo por parte de Rytlock y cómo el ritual había tenido un éxito parcial en la limpieza de algunos de los fantasmas y Logan quedó impresionado por la noticia y creyó que este éxito era una prueba de que los fantasmas podrían ser liberados algún día. Sin embargo, Logan también supuso que Rytlock podría no haber cumplido con todas las condiciones del ritual; según la leyenda humana, solo el heredero de Ascalon podría acabar por completo con la maldición. En una conversación posterior, Logan comentó que a pesar de que la línea Ascaloniana había muerto con Adelbern y el príncipe Rurik, tanto la realeza krytana como la ascaloniana descendían del rey Doric, por lo que los linajes reales de otras naciones humanas podrían cumplir con las condiciones del ritual.
Fisiología[editar]
Poderes[editar]
Los fantasmas ascalonianos conservan su forma humana, pero su carne ha sido reemplazada por un ectoplasma azul pálido. Según en los Fantasmas de Ascalon, matar a un fantasma ascaloniano es difícil: atacarlo solo elimina el ectoplasma de la forma hasta que se disipa y, después de un período de tiempo, que puede variar, el fantasma asesinado simplemente se reformará.
A diferencia de muchos otros fantasmas, la mayoría de los fantasmas ascalonianos no participarán en una conversación racional debido a que están infectados por la locura del ritual del Fuego Enemigo. Su celo por defender Ascalon es absoluto, y cualquier ser vivo es visto como un charr o un aliado de los charr y por lo tanto una amenaza que debe ser eliminada. Los fantasmas continuarán con sus tareas hasta que se deshaga el ritual del Fuego Enemigo. Solo hay dos excepciones conocidas a esta regla. El rey Adelbern, como gobernante de los fantasmas, aunque todavía enloquecido por la maldición e impulsado por la venganza, puede mantener largas conversaciones y debates con sus enemigos sin atacarlos de inmediato. Bria, una poderosa nigromante en vida que acecha en el Bosque del Demonio como un fantasma, es capaz de reformarse como otros fantasmas ascalonianos pero también ha conservado su cordura.
Los dragones ancianos aparentemente no pueden corromper a los fantasmas ascalonianos. Se desconoce si esto se debe a los orígenes divinos del hechizo del Fuego Enemigo y los tres artefactos necesarios para lanzarlo, ya que se sabe que la magia divina resiste la corrupción del dragón e incluso protege y debilita a los súbditos del dragón.
Debilidades[editar]
A diferencia de la mayoría de los fantasmas, los fantasmas ascalonianos evitan el agua y no perseguirán a sus enemigos ni a sus antiguas posesiones en el agua.
El asura Kryxx Fizzleban ha inventado el Coleccionista de fantasmas que absorbe la esencia de los fantasmas heridos y los coloca en la unidad de contención inventada por el legionario Jenk Cortaespectro de Escuadra de Espectros. Estos inventos permiten a la Legión de Hierro mantener a los fantasmas atrapados en maquinaria hecha de una aleación de hierro específica de la que supuestamente los fantasmas no pueden escapar mientras la unidad de contención no esté dañada.
Tipos[editar]
- Véase también: Categoría:Fantasmas ascalonianos
Galería[editar]
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Curiosidades[editar]
- Kasha Sangre Negra parece ser el más cuerdo de los fantasmas en las Catacumbas Ascalonianas y parece más consciente de su entorno. Esto ha llevado a especular que los nigromantes talentosos atrapados en el Fuego Enemigo pudieron romper la maldición de alguna manera. Otro fantasma nigromante notable que se parece a Kasha sería Bria.
- Ascalon también contiene otros fantasmas humanos no relacionados con el Fuego Enemigo, ya que estos fantasmas habían muerto antes o después del ritual mientras aún estaban atados a la tierra de los vivos debido a otra maldición o asunto pendiente. Los ejemplos incluyen a Murakai, el Terror del Santuario Maldito y sus sirvientes fantasmales que guardan el tesoro maldito del Santuario Maldito en el valle de Grothmar, y el principal cortesano del rey Adelbern, Savione, que había sido asesinado por el rey enloquecido antes del Fuego Enemigo y que permaneció como un fantasma mientras el rey y su daga estaba plantada en su pecho.
