Secretos en la tierra
Secretos en la tierra
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Justicia para Riannoc
- Localización
- Laguna Fincadáver
(Colinas Kessex)
Cámara de Omphalos
(La Arboleda) - Nivel
- 30
- Raza
- Sylvari
- Orden
- Priorato de Durmand
- Precedido por
- Espinas afiladas
Muros de zarzas - Seguido por
- La manzana podrida
Problema de raíz - API
- 238
Pantalla de carga |
Secretos en la tierra es parte de la historia personal para los personajes sylvari que decidieron escoger el Priorato de Durmand en la misión anterior.
Objetivos[editar]
Participa en el ritual del Priorato y presencia el sino de Riannoc.
- Viaja hasta Laguna Fincadáver.
- Habla con Iowerth.
- Toca la tierra de la tumba de Riannoc para iniciar el ritual.
- Participa en los acontecimientos del pasado.
- Habla con Iowerth de tu visión.
Vuelve a la Arboleda.
- Reúnete con Iowerth en la Cámara de Omphalos.
- Habla con el Árbol Pálido.
- Elige tu siguiente iniciativa.
Recompensas[editar]
Guía[editar]
Habla con Iowerth y entonces interactúa con la Tuma de Riannoc para empezar el ritual. Derrota las oleadas de resurgidos junto con Riannoc. Después de ver la cinemática, vuelve a hablar con el representante y retorna a la Arboleda.
Decide cómo recuperar Caladbolg: luchar contra Waine junto con la Vigilia (La manzana podrida) o manipular el torneo con la Orden de los Susurros (Problema de raíz).
PNJs[editar]
Aliados[editar]
Enemigos[editar]
Objetos[editar]
Diálogo[editar]
Laguna Fincadáver[editar]
En llegar y reunirte con Iowerth:
- Iowerth: ¡Heraldo! Ven aquí, por favor.
Iowerth saluda con la mano a <Nombre del personaje>.
Cinemática:
- Iowerth: ¡Un placer, heraldo! Estoy que no quepo en mí de la emoción.
- Iowerth: El Priorato lleva a cabo numerosas investigaciones sobre las formas de magia antigua, y este ritual es todo un descubrimiento.
- Iowerth: Lo descubrió uno de nuestros pioneros mientras asaltaba tumbas en el Desierto de Cristal. Hay que ver de lo que te enteras en el Priorato de Durmand.
- <Nombre del personaje>: Tu orden suena pero que muy emocionante. ¿Cómo iniciamos el ritual?
- Iowerth: El ritual permite viajar por el tiempo y experimentar los últimos momentos de la vida de una persona. ¡Estarás allí de forma tangible!
- <Nombre del personaje>: ¿Puedo cambiar algo? ¿Salvarle la vida?
- Iowerth: No, lo siento. Los sucesos ya ocurridos son inmutables en el tiempo. Sin embargo, hay que tener cuidado con algo...
- Iowerth: Aunque la muerte de Riannoc está predestinada, tu muerte aún se puede alterar. Los peligros serán muy reales y potencialmente letales. Tú también podrías morir.
- <Nombre del personaje>: Si este ritual me va a permitir saber qué ocurrió, asumiré el riesgo. Dime qué hay que hacer.
- Iowerth: Aprieta tu mano contra la tierra. El pantano puede haberse trabado el cuerpo de Riannoc, pero no nos impedirá contactar con su alma.
- Iowerth: Esto pondrá a prueba tu valor, heraldo. Suerte.
Hablando con Iowerth antes de empezar el ritual:
- Iowerth: Estaré esperando en el presente. Cuando vuelvas, puede que te sientas desorientado, pero haré todo lo posible para mantenerte consciente.
- ¿Qué pasará si el ritual falla y muero en el pasado?
- Eres el heraldo del Árbol Pálido. El peligro es real, pero creo que estabas destinado a presenciar estos eventos. Volverás.
- Agradezco tu confianza en mí.
- ¿El Priorato de Durmand suele hacer este tipo de cosas?
- ¿Rituales, conocimientos crípticos, experimentales? Ah, sí. Estas cosas son nuestro orgullo y alegría. Encajarías a la perfección, heraldo.
- Gracias. Lo recordaré.
- Volveré pronto. Prepárate.
Empezando el ritual:
- Iowerth: Prepárate, campeón. Empieza el ritual.
- Iowerth: Concéntrate en la imagen de un cazador sylvestre y su escudero humano. El enemigo: un inmenso ejército cadavérico.
- Iowerth: Su lucha es tu lucha. Su coraje, tu coraje. Sois uno solo. Tu respiración se acelera y el corazón galopa.
- Iowerth: Los enemigos te rodean. Ahora, en este instante... estás con Riannoc.
El ritual:
- Riannoc: Resistiremos aquí. El Árbol Pálido me ha dado un arma poderosa. Con Caladbolg no podemos fallar.
- Escudero Waine: El liche es poderoso, Riannoc. ¡Su ejército es inmenso!
- Riannoc: ¿De qué sirve el poder si te lo concede un maestro malvado? ¿De qué sirve un ejército si lucha contra el amor, el honor y la lealtad?
- Escudero Waine: Ninguno de los tuyos ha sentido nunca la muerte. ¿Acaso entendéis el miedo?
- Riannoc: No necesito entenderlo. Solo tengo que hacer lo correcto.
- Escudero Waine: ¡No! Tengo... tengo miedo. ¡Estoy asustado, Riannoc! No puedo... quedarme...
Después de la lucha:
- Riannoc: ¡Waine! ¿Dónde estás?
- Escudero Waine: ¡No puedo hacerlo! El liche es muy fuerte. ¡Tengo miedo! Usemos la espada para salvarnos. ¡Venga! ¡Vamos!
- Riannoc: Caladbolg... es un arma poderosa. Con ella podemos...
- Escudero Waine: ¡Salvarnos, sí! Riannoc, quiero vivir. Tengo que salir de aquí. ¡No quiero morir!
- Riannoc: ¡Waine! ¡No! ¡Necesito Caladbolg para matar a Mazdak! ¡Vuelve! ¡No puedo rendirme! ¡Mazdak ya viene!
- Riannoc: Perdónale, madre. Éramos... demasiado jóvenes...
Después del ritual:
- Iowerth: Te estás despertando, ¿no? Tómate tu tiempo. Respira con calma. Bueno, dime: ¿qué viste?
Iowerth está de acuerdo con <Nombre del personaje>.
Hablando con Iowerth:
- <Nombre del personaje>: Pobre Riannoc, abandonado por su mejor amigo. No me imagino cómo puede haberle sentado eso a un primogénito que no conoce la traición.
- Iowerth: Qué trágico... El Sueño era joven, y nuestros predecesores sabían poco del mundo. Es posible que Riannoc no fuera consciente de lo que suponía llevar a la batalla a un humano tan inexperto.
- <Nombre del personaje>: No obstante, no le puedo perdonar a Waine su cobardía. No solo huyó; además, se llevó el arma de Riannoc. Con Caladbolg, Riannoc podría haber sobrevivido. Sin ella, estaba condenado.
- <Nombre del personaje>: Vamos. Volvamos al Árbol Pálido para compartir nuestros descubrimientos.
Hablando con Iowerth otra vez:
- Iowerth: Seguro que ha sido una experiencia horrible. Cuéntame todos los detalles para mi informe para el Priorato.
- El escudero humano de Riannoc, Waine, le traicionó, robó Caladbolg y huyó.
- ¡Qué horror! Le traicionó y le dejó morir. ¿Qué más has descubierto?
- El mismo liche del refugio mató a Riannoc. Tenemos que decírselo al Árbol Pálido.
- Estoy de acuerdo. Esto es mucho que asimilar. Te veré allí, heraldo.
- Adiós.
Cámara de Omphalos[editar]
Iowerth hace señas a <Nombre del personaje>.
Hablando con los representantes en la Cámara de Omphalos:
- Iowerth: ¡Heraldo <Nombre del personaje>! Qué alegría verte. ¡He averiguado más acerca de ese tal Waine!
- ¿Qué has descubierto?
- Ese gamberro ha estado usando la Caladbolg en las luchas en foso fuera de Arco del León.
- ¿Luchas en foso? ¡Esas cosas son peligrosas!
- Parece que Waine luchaba en el círculo de gladiadores dentro de la ciudad, pero su excesiva violencia lo llevó a la lista negra.
- Interesante. ¿Cuál es el siguiente paso?
- Deberíamos informar a los demás. La Madre Árbol querrá saber todo lo que hemos descubierto.
- Seguramente. Bueno, pues allí es donde voy a ir.
- Mmm. Eso es muy interesante.
- Vayamos adentro.
- Branthyn: Hola, Heraldo. Será mejor que terminemos todo antes de charlar, ¿no?
- Sí, claro. Disculpa.
- Cai: El Árbol Pálido espera para hablar contigo, Heraldo.
- Entendido.
Con el Árbol Pálido:
- Avatar del Árbol: Bienvenido, heraldo. Dime, ¿ya sabes qué le ocurrió a Riannoc?
- <Nombre del personaje>: Sí, Madre. Riannoc murió luchando contra Mazdak el Maldito, pero le robaron la espada.
- Caithe: ¿Robada? ¿Qué enemigo ruin y despreciable osa robar a Caladbolg?
- <Nombre del personaje>: No era un enemigo. Lo traicionó un amigo. Waine, el escudero de Riannoc. Durante la batalla, le robó el arma y huyó.
- Caithe: Traicionado, y por alguien a quien apreciaba. ¿Por qué los humanos son tan dados a la traición...?
- <Nombre del personaje>: Waine aún tiene con él a Caladbolg. La ha estado usando para competir en torneos de gladiadores.
- Branthyn: Insisto en que la Vigilia os acompañe. ¡Plantaremos cara a ese miserable en el torneo y le arrancaremos la piel!
- Branthyn: Nuestra orden se sustenta en los principios de valor y servicio. No soporto oír que un traidor sin honor empuña a Caladbolg.
- Cai: Mira que eres ingenua. ¡Waine huirá si advierte vuestra presencia! Podemos amañar el torneo con algún que otro truco.
- Cai: Cuando Waine haya perdido, la Orden de los Susurros podrá robar la espada fácilmente. Deja de pensar en la lucha como solución y dale uso a tu sesera, anda.
- <Nombre del personaje>: Las dos me parecen buen opciones. Iowerth, ¿tú que dices?
- Iowerth: Me temo que los torneos de gladiadores no son el fuerte del Priorato. Mientras consigues la espada, investigaré a Mazdak e intentaré precisar su ubicación.
- Avatar del Árbol: Heraldo, debes recuperar a Caladbolg. Decide y ve a repartir justicia.
Después de la cinemática:
- Cai: ¿Quieres competir en el torneo? Adorable estupidez. ¿Por qué competir si lo podemos arreglar?
- Branthyn: No tienes honor, Cai. Solo hace falta una demostración. Una vez Waine se dé cuenta de que no es rival abandonará.
- Cai: Tú dices honor, yo digo cerebro. Yo lo tengo y tú no.
Hablando con lso demás antes de tomar una decisión:
- Avatar del Árbol: Me apena que el arma de mi campeón esté en manos de un cobarde. ¡Heraldo, recupera el Caladbolg y repara este agravio a nuestro pueblo!
- Por la Tabla, juro que lo haré.
- Trahearne: ¿La Caladbolg sentenciada a ser la navaja de un luchador? Qué desperdicio. Qué tragedia.
- ¿Sabes algo de los poderes de la espada?
- Se dice que la Caladbolg mejora las cualidades de su portador. Fuerza, sabiduría, valor... Todo aumenta gracias a la espada. Su espíritu agranda el tuyo.
- ¿Y Waine? ¿En qué lo ha mejorado a él?
- Waine siempre fue un cobarde. Ahora lo es aún más. Desaprovechar la espada en luchas en foso cuando hay tanto mal en el mundo...
- Yo la recuperaré. Lo prometo.
- Caithe: Yo no subestimaría a Waine. Con espada mágica o sin ella, sobrevivir tantos años en las arenas de luchadores requiere mucha habilidad.
- ¿Cómo sabes tanto de las peleas en Arco del León?
- Experiencia personal, <Nombre del personaje>. Una vez, hace mucho tiempo... bueno, digamos que me traen buenos recuerdos.
- No lo olvidaré.
- Tendré cuidado. Gracias por la advertencia.
- Iowerth: Fascinante, sencillamente fascinante. Esa espada tiene vida propia. Debemos reclamar la Caladbolg y traerla a casa.
- ¿Cómo consiguió el Priorato la información de Waine y las luchas en foso?
- Uno de nuestros agentes en Arco del León está asignado a las luchas en foso. Las documenta todas para evaluar probabilidades. El nombre de Waine estaba en los archivos.
- Eso tiene sentido. ¿Puedo preguntarte otra cosa?
- Es bueno saberlo, gracias!
- ¿Tenía el Priorato más información acerca de la espada?
- Todo lo que ya sabes, con una advertencia. Al parecer, una profetisa de Rata Sum predijo una vez que el regreso de la espada sería la perdición de los dragones.
- ¡Vaya, qué buena noticia! ¿Puedo preguntar algo más?
- Es bueno saberlo, gracias.
- Lo haremos. Espera y verás.
- Branthyn: Ven con nosotros, Heraldo. La Vigilia se encargará de este bandido errante, ¡ya verás!
- Cuéntame más sobre tu plan.
- Waine intimida a sus rivales mediante el miedo y el abuso, pero la Vigilia no se acobardará. ¡Nos enfrentaremos a él, lucharemos contra él y lo venceremos!
- Muy gráfico. ¿Qué piensas del plan de la Orden de los Susurros?
- ¡Bah! Argucias y estupideces. ¿Por qué eso nos hace mejores que Waine?
- De acuerdo, me has convencido. Probaré tu plan. (conduce a La manzana podrida)
- Déjame consultarlo con la almohada antes de decidir.
- Me gusta. Vamos a por la espada... ¡Tanto si quiere Waine o como si no!
- Esto me llevará más tiempo decidirlo.
- ¿Qué piensas acerca del plan presentado por la Orden de los Susurros?' (igual que "¿Qué piensas del plan de la Orden de los Susurros?")
- Deja que me lo piense y después hablamos.
- Cai: No te preocupes, heraldo. La Orden de los Susurros ya tiene un plan para manejar a este escudero errante.
- Cuéntame más sobre tu plan.
- Causamos bastantes problemas y Waine acabará sobrepasado por la situación. Después, nos llevamos la Caladbolg y dejamos a Waine lloriqueando.
- Interesante. ¿Qué te parece el plan de la Vigilia?
- ¿Qué, ponernos delante de Waine gritando: "¡estoy con el Árbol!"? ¿De veras? Venga, sé que eres más inteligente.
- Mmm. Bueno, tu plan suena más divertido. Me apunto. (conduce a Problema de raíz)
- Deja que me lo piense un poco.
- Tienes un buen plan. Lo haré a tu manera, Cai.
- Tengo que pensarlo un poco antes de decidirme.
- ¿Has oído el plan de la Vigilia? ¿Alguna idea? (igual que "Interesante. ¿Qué te parece el plan de la Vigilia?")
- Deja que considere mis opciones y ya veremos.
En elegir el plan de la Vigilia:
- Branthyn: ¡Espero poder trabajar contigo! Nos vemos fuera de la Puerta de Guardapiedra.
- Yo estaré allí.
- Cai: Bueno, que tengas suerte con ese "allanamiento". Si tienes algún problema, estaré aquí listo para ayudar.
- Todo irá bien. Gracias, Cai.
En elegir el plan de la Orden de los Susurros:
- Branthyn: Espero que tengas suerte, Heraldo. No es como yo enfocaría la cuestión, pero... allá cada cual.
- Gracias por entenderlo. Nos vemos pronto.
- Cai: ¡Fantástico! Va a ser divertido. Nos vemos al este de la Puerta de Guardapiedra y le daremos una lección a Waine.
- Allí estaré.