Problema de raíz
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Problema de raíz
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Justicia para Riannoc
- Localización
- Paso del Guardián
(Campos de Gendarran) - Nivel
- 30
- Raza
Sylvari- Orden
Orden de los Susurros- Precedido por
- La flor de la juventud
Secretos en la tierra - Seguido por
- En medio del invierno Maleza enredada
La flor de la muerte - API
- 241
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Pantalla de carga |
Problema de raíz es parte de la historia personal para los personajes sylvari que decidieron escoger la Orden de los Susurros en la misión anterior.
Objetivos[editar]
Asegúrate de la caída de Waine y recupera la espada Caladbolg.
- Habla con Cai en la competición de lucha en el foso.
- Soborna al sargento serafín.
- Engaña a Waine para que se beba el alcohol narcotizado.
- Observa la primera ronda de Waine.
- Reúnete con Cai.
- Sustituye al locutor favorable a Waine.
- Completa el antídoto de Cai en las termas cercanas.
- Haz que Waine vuelva a los campos del torneo.
- Vuelve con el locutor del foso.
- Sobrevive a la última ronda del torneo de Waine.
- Consigue la espada conocida como Caladbolg.
Vuelve a la Arboleda.
- Habla con el Árbol Pálido.
- Únete a una orden de Tyria y cumple con su plan.
Recompensas[editar]
Guía[editar]
Habla con Cai para empezar la misión, y te indica los pasos a seguir para recuperar Caladbolg.
Primero debes interactuar con el toro para preparar la bebida y luego dársela a Waine. Entonces debes encontrar al sargento y sobornarlo. Vuelve con Cai para que empiece la primera lucha.
Después, habla con el comentarista para convencerlo de que se retire por el día. Entonces habla con Elli para que se convierta en la nueva comentarista. Luego ve a la cueva a por Waine, derrotando a las alucinaciones de camino, y haz que vuelva a la arena del torneo.
Durante la última lucha las alucinaciones hacen que sea un caos, simplemente mantente vivo hasta que pase. Cuando te despiertas otra vez puedes ir a recoger Caladbolg.
Vuelve a la Cámara de Omphalos y decide a qué orden te quieres unir de forma permanente.
PNJs[editar]
Aliados[editar]
Enemigos[editar]
Diálogo[editar]
Paso del Guardián[editar]
Cai hace señas a <Nombre del personaje>.
Hablando con diversos PNJs antes que Cai:
- Comentarista anciano: ¡Waine! ¡Waine el invicto! ¡Llevo días esperando este asalto!
Entonces, ¿te encargarás de comentar los combates?
- ¡Ya lo creo que sí! No dejaré que Waine caiga... y él no dejará que se me acabe el dinero. ¡Je!
Eso ya lo veremos.
- Mmm.
- Mercenario: ¿Has visto la espada de Waine? Tiene una especie de magia muy rara. ¡Es muy potente! Maldita sea, ¿por qué aceptaría hacer esto?
- Haz lo que puedas.
- Thraex la Sanguinaria: ¿Qué miras, tapón? Aparta de mi camino. ¡Voy a sacar toda mi furia!
- ¡Buena suerte!
- Ciudadana: ¡UuUUuuh, tanta lucha hace que quaggan quiere jugar también!
- {dialogo icono|final}} Seguro que lo harías muy bien, colega.
Cinemática con Cai:
- Cai: Hola, heraldo. ¿Quieres divertirte un poco a expensas de este rufián?
- <Nombre del personaje>: No siento compasión por Waine. Robó la espada de Riannoc y huyó, dejando morir al primogénito. Se merece el peor castigo.
- Cai: ¡Me gusta esa actitud! Estamos poniendo en movimiento un montón de piezas, así que explicaré cómo va todo.
- Cai: Primero, sustituimos al maestro del foso por alguien a quien le caiga mal Waine, para que todos sus combates sean más complicados.
- Cai: Luego, sobornamos a esa sargento serafín para que caigan "por error" unas cuantas flechas en el foso durante las rondas del torneo de Waine.
- Cai: Por último, echamos algo de alcohol en la bebida de Waine para mermar sus reflejos durante la pelea. Si todo esto no acaba con él, me rindo.
- <Nombre del personaje>: Eres muy minuciosa. ¿Todos los agentes de la Orden de los Susurros sois así?
- Cai: Sí. No nos queda otra. La Orden de los Susurros es la organización más antigua de Tyria. Fuimos los primeros en saber de los dragones, pero nos las hemos arreglado para sobrevivir.
- Cai: Eso es porque somos astutos. Encajarías muy bien. Si alguna vez decides unirte, podría recomendarte.
- <Nombre del personaje>: Lo tendré en cuenta... cuando nos hayamos hecho con la espada.
- Cai: Lo tienes. Venga, vamos a sembrar un poco el caos y volvamos a casa antes de que se enteren de que estuvimos aquí.
Hablando con Cai después:
- Cai: ¿Necesitas un descanso para nuestras emocionantes tretas?
- ¿Qué es lo que le estoy echando a la bebida de Waine?
- Una poción que usamos para ayudar a los nuevos hipnotizadores a alcanzar el estado de trance necesario para sus prácticas de magia. Lo dejará mareado y desorientado.
- Bien. Apenas podrá hacer nada.
- Háblame sobre el sargento serafín.
- Giles es escoria. Dale unas cuantas monedas y pedirá a esos arqueros que tengan una desafortunada "práctica de tiro".
- Suena bien.
- ¿Qué pasa con el comentarista?
- Ese viejo carcamal está demasiado a favor de los humanos. Si le dejamos ahí, Waine tendrá combates sencillos.
- De acuerdo. Veré qué puedo hacer.
- ¡Estoy en ello! ¡Listo para empezar!
Pasando al lado del aldeano y su hijo:
- Niño: ¡Mira, papá! ¡Helechos andantes!
- Aldeano: Eh, es de mala educación quedarse mirando. Ahora observa a los luchadores y deja a papi disfrutar de su cerveza.
Interfiriendo con el toro:
- Toro cargando cerveza: Hay varias jarras y expendedores de cerveza a los lados del toro de carga.
- (la opción solo está disponible mientras tienes en mano un Saco de esporas)
Llena una jarra y echa las esporas.
- El toro de carga te mira con desconfianza.
Darle una palmadita al toro de carga.- Dejar en paz al animal.
- Dejar en paz al animal.
Hablando con Waine:
- Waine: Dioses, pero qué cansancio. ¿Qué estás haciendo aquí, cacho planta? Aparta de mi camino.
- (la opción solo está disponible mientras tienes en mano una Jarra de cerveza de pinchos)
- Quizá un refresco te calme los nervios.
¿Cómo me has llamado?
- Una planta. Una planta que anda y que habla. No me gusta tu raza, sylvari.
- Ni a mi la tuya. Buena suerte en el torneo.
- Gracias. Ahora déjame prepararme en paz.
- ¿Paz? Seguro que un refresco te calmaría esos nervios.
- No te muevas, volveré.
- Quizá pueda hacerte cambiar de parecer con un poco de buena voluntad.
Cinemática tras ofrecer a Waine una bebida:
- <Nombre del personaje>: ¿Así que tú eres Waine? He oído hablar de ti. Eres un gladiador famoso de Arco del León. Déjame invitarte a un trago para celebrar tu próxima victoria.
- Waine: No. No bebo antes de un combate sin una buena razón, y no bebo solo.
- <Nombre del personaje>: Eh... Venga, de acuerdo. Me tomaré una contigo. Solo por esta vez, ¿eh? Total, ¿qué puede pasar?
- Waine: Bueno, supongo. Además, no tienes pinta de ser una amenaza. ¡De un trago!
Hablando con el Sargento Giles:
- Sargento Giles: ¿Puedo ayudarte en algo?
- De hecho, a lo mejor puedo ayudarte. Con algo de oro...
- ¿Ayudarme? Hmm. ¿En qué estás pensando? (solo están disponibles las opciones para la personalidad de tu personaje)
- Yo apuesto por ese charr que da tanto miedo. Sé buena persona y haz que gane con mi apuesta.
- Los arqueros y yo nos encargaremos. Enseguida verás ese revés que quieres.
- Estupendo.
- Waine es un mentiroso y un tramposo. Ojalá le pasara algo malo.
- ¿Que es un tramposo? Pues eso no podemos permitirlo. Yo me llevo tu oro y él se llevará una flecha en el pie. ¿Trato hecho?
- Fantástico.
Mi amiga está enamorada, pero Waine no la deja en paz. Necesita una lección.
- ¡Eso no está bien! Mi propia esposa me ha dejado por un luchador del foso. Te prometo que se va a enterar de lo que es bueno.
- Perfecto.
- Deja que piense un momento.
- Nada, señor. Me voy.
Después de la cinemática:
- Cai: ¡Psst! ¡Aquí! La batalla está a punto de empezar. Te he guardado un buen lugar en el gallinero.
- Cai hace señas a <Nombre del personaje>.
Hablando con Cai:
- Cai: Vaya, qué emocionante. Ve con el comentarista de la plataforma. No querrás perderte nada.
- Wiii...
- Comentarista anciano: En ese caso, adelante.
- Waine: ¿Huargos? ¿Esto es algún tipo de broma cruel?
- Comentarista anciano: El viejo Waine. ¡Waine el imbatido! Ese tipo me cae bastante bien.
Hablando con Cai:
- Cai: ¡Buen trabajo! Waine parecía muy desorientado. Es una lástima que los arqueros no tuvieran tanta puntería como avaricia.
- El ataque de los huargos también funcionó. Debe de haberles atraído la sangre.
- Vaya. No he visto ningún huargo. ¿Es que has bebido de la medicina de Waine? Debes de estar alucinando.
- Waine también vio a los huargos. ¿Cómo es posible?
- La poción te vuelve muy sugestionable. Si alguien habla de lagartos ritualistas canthianos, los dos empezaréis a ver lagartos.
- Ugh. ¿Hay un antídoto?
- Sí que lo hay, pero tengo que fabricarlo... ¡No sabía que ibais a beber de la poción!
- De acuerdo. Esperaré aquí.
- Recuerda que aún hay que reemplazar al viejo locutor. Haz que esa joven asura, Elli, tome su puesto. Enseguida vuelvo.
- Estoy en ello. Más o menos. Bien.
- Ahora que lo dices... ¿eso de ahí es una iguana? (igual que "Ugh. ¿Hay un antídoto?")
Observadores:
- Aldeana (charr): ¿Por qué apostaría por el blandengue? Debí saber que ganaría Waine.
- Aldeano (norn): Waine siempre gana. Te lo dije hace tres rondas.
- Aldeana (charr): Tienes razón. Tengo debilidad por los desvalidos.
Hablando con Cai otra vez:
- Cai: Será mejor que te prepares, <Nombre del personaje>, ¡y no olvides sustituir al comentarista!
- ¿Puedes recordarme el plan del comentarista?
- Juega con su inseguridad y se retirará. Entonces, que la asura Elli le sustituya y Waine tendrá combates más complicados.
- Varé lo que puedo hacer.
- ¡Estas alucinaciones son una locura! ¿Me voy a morir?
- No, idiota. Al final tu sistema lo expulsará. Es que... cuesta un poco.
- ¡Me alegro de no tener que luchar!
- Me marcho.
Hablando con el Comentarista anciano:
- Comentarista anciano: ¡Maldita sea! Apenas puedo escuchar mi propia voz. ¡Victoria para Waine! ¡Para Waine, he dicho!
- Puede que un poco de cerveza te refresque la voz.
- Desde luego, mi garganta ha visto días más frescos. Dime, ¿hay algún toro de carga con cerveza por las tiendas de campaña? Puede que tenga la solución.
- No te preocupes. Encontraré a alguien digno de sustituirte.
- Tienes los ojos peor que la voz. Tira la toalla y retírate.
- ¡Menudo abusón estás hecho! Los dioses me conservan en mi vejez. Necesito un trago...
- Ya tengo un sustituto. Solo tienes que hacerte a un lado.
- Tengo un saco de oro para ti si me dejas buscar un nuevo locutor.
- ¿Un soborno? Mira, yo no... Madre mía, cuánto dinero. ¡De acuerdo! ¡Victoria para la cerveza!
- Buena elección.
- De acuerdo. Victoria para... bah.
Tras convencer al comentarista que se retire:
- Comentarista anciano: Soy demasiado viejo para estas tonterías.
Hablando con Elli:
- Elli: ¡Tuercas y retuercas! A ese viejo carcamal ya no le queda fuelle. ¡Le falta brío! Ni mis generosas orejas pueden escuchar ya sus gruñidos.
- Necesitamos un nuevo locutor. ¿Estás interesada?
- ¡Ya lo creo que lo estoy! Me moría de ganas de que alguien me lo preguntara. ¡Voy a preparar mi holograma de comentarista!
- Vamos, mueve el culo.
- ¿Tu qué?
- Un holograma comentarista. Fue mi proyecto para el Premio Snaff cuando iba a la escuela en Rata Sum. Un duplicado mío perfecto, pero con diez veces más volumen.
- ¡Ajá!
- ¿De quién te estás quejando?
- Ese bookah que hay al otro lado siempre habla sobre Waine. "Ohhh, Waine... te quiero, Waine... mátalos a todos, Waine...". ¡Bah!
- Necesitamos un nuevo locutor. ¿Estás interesada? solo si ya has hablado con el Comentarista anciano
- Seguro que puedo convencerle para que se marche. Aguanta.
- Está bastante hecho polvo, ¿verdad?
Hablando con Elli otra vez:
- Elli: Cuando ese bookah de Waine venga con su cerebro de mosquito, podemos poner esto en marcha... ¡al estilo Elli!
- ¿Al "estilo Elli"?
- ¡Fuerte y estridente! Un comentario colorido como un yunque arcoíris que te cae en la cabeza. Espera a ver el holograma en acción.
- ¿Un holograma?
- Una representación mágica de luz emitida por este dispositivo que llevo en el cinturón. Proyecta mi voz e imita todos mis movimientos.
- Muy ingenioso. ¡Buena suerte!
- Estoy listo. Supongo.
- ¡Eso es lo que me gusta oír!
Hablando con Waine:
- Waine: ¡Eh, planta! ¡Eh, planta! ¿Los has visto?
- ¿Verlos? ¿Ver qué?
- ¿Has visto los huargos? ¿De dónde han salido?
- ¡Los huargos! ¿Los huargos? No veo ningún... ¡Por el Árbol! ¡Huargos!
- ¡Lo sabía! ¡Sabía que no estaba mal de la cabeza!
- Toma, bébete esto. Te ayudará.
Acercándote a Thraex:
- Waine: ¡No sé de dónde te habrán sacado los organizadores, charr, pero vas a morir de todos modos!
- Thraex la Sanguinaria: El último tipo que habló conmigo lo hizo a través de un agujero en el vientre. Ya sabes a qué me refiero.
- Aldeana: Guau, ese enorme charr es aterrador. ¡Espero que el comentarista apueste!
- Aldeano: ¿Por qué te haces esto? Perderás esa moneda tan pronto como le toque a Waine.
- Aldeana: Quizá... Pero apostaré igualmente. ¿Qué mal hay en tener esperanza?
Cuando empieza la lucha:
- Holograma de Elli: Bienvenidos, viejos y jóvenes, asura y charr, sylvari y... ¿quaggan? ¿En serio? ¿Hay un quaggan? Uau.
- Holograma de Elli: ¡Sed todos bienvenidos a una tarde llena de exóticos porrazos!
- Holograma de Elli: En un lado del foso, el vigente campeón, Waine. ¡En el otro, Thraex la Sanguinaria!
- Holograma de Elli: ¿Tan despiadada es? ¡Es tan despiadada que a un hombre ahogándose le tiraría la cuerda entera!
- Holograma de Elli: ¡Es tan despiadada que si le dieses una patada en el corazón te romperías el pie!
- Holograma de Elli: Es tan despiadada que... ¿Qué? Está bien, está bien. De acuerdo. ¡Vamos a ver algo de sangre!
- Holograma de Elli: ¡Qué sorpresa! Como el fuego de la Niebla, una ráfaga sorpresa ha golpeado sus cabezas. Oooh.
- Waine: ¿Eh, qué sucede? ¡Légamos! ¡Quitádmelos!
- Holograma de Elli: ¡El bookah sigue luchando! ¿Será una alucinación?
- Waine: ¡Atrás, draga! ¡No me atraparás con vida!
Después de la cinemática en que la arena entera es engullida por llamas y se dispersa el caos:
- Cai: Ah, ahí estás, ojos brillantes. Venga. La espada te aguarda.
- Cai se arrodilla.
- Cai: Qué pena que te perdieras la pelea. Ha sido emocionante, aunque supongo que estarías pensando en otras cosas...
- ¿Qué ha pasado? ¿Adónde ha ido todo el mundo?
- Waine fue derrotado por Thraex y se ha montado una buena entre todos los que apostaron. Elli los calmó con amenazas a través de su holograma.
- ¿Elli? Ajá. ¿Crees que su holograma mágico podría ser útil?
- Con un poco de ayuda, podría usar esos hologramas de forma muy eficiente. Para mucho más que comentar las cosas del torneo.
- ¿Qué le ha pasado a Waine?
- Creo que ya veo cómo funciona la Orden de los Susurros. Bien.
- ¿Qué le ha pasado a Waine? Me sorprende que nadie cogiera la espada.
- Waine ha caído como una piedra. Aunque no dejé que nadie cogiera la espada. Les dije que estaba maldita y los supersticiosos se largaron enseguida.
- Qué astuto. Y hasta el momento, tienen razones para creerlo.
- Bien hecho. Devolvamos Caladbolg al Árbol Pálido.
- Es una forma de decirlo.
- Comentarista anciano: ¡Oh, Waine, Waine, Waine! ¿Por qué perdiste la cabeza... y mi dinero? ¡¿Por qué?! ¡Bah!
- Más suerte la próxima vez.
- Elli: ¡Qué combate tan increíble! ¡Me encanta este trabajo!
- Eres impresionante. Me alegro de haberte conocido.
- Gracias por darme esta oportunidad para mostrar lo que tengo. ¡Ha sido divertido!
- Llegarás lejos. ¡Buena suerte!
- Me alegra oírlo.
- Sargento Giles: Dioses, no tenía ni idea de lo que pasó anoche. Ese luchador está muerto. No esperaba que fuera a morir nadie.
- A veces pasan estas cosas en los combates. Es una desgracia, pero ocurre.
- Sí, tienes razón. Me las arreglaré. Tenemos que estar en forma para defendernos contra los centauros.
- Anímate, Giles.
- Waine balbuceaba sobre légamos y draga. Se volvió loco. No fue culpa tuya.
- Tienes razón. Está claro que se había vuelto loco. Ha sido un acto de compasión.
- Claro. Recomponte, Giles.
- Nadie te culpará por lo que ocurrió. Tienes mi palabra.
- Espero que no. No es por el tema legal, es... Puede que tenga que dejar de ver los combates.
- Tienes buen corazón, Giles. No te castigues.
- Intenta no pensar en ello. Nos vemos.
Moviéndote hacia Caladbolg, cuando aparecen Agentes de los Susurros de la nada:
- Cai: ¡Tengo una idea! Ya me quedo yo con esa espada grande y pesada en tu lugar.
Cinemática tras recuperar Caladbolg:
- Cai: ¡Fantástico! ¡Funcionó! Lo daba todo por perdido.
- <Nombre del personaje>: Espera. ¿Cai? ¿Qué ha pasado? ¿Adónde han ido los draga?
- Cai: Los draga... De acuerdo... Buf, sí que era fuerte. No te preocupes. Han ganado los buenos, Waine cayó como un tonto y Caladbolg es nuestra.
- <Nombre del personaje>: Pero... ¡los légamos! ¡Los légamos! ¡Y los draga!
- Cai: Uh, vaya. Será mejor que salgamos de aquí antes de que empieces a llamarme reina Jennah y a darme las gracias por el té.
Cámara de Omphalos[editar]
En llegar a la Cámara de Omphalos:
- Branthyn: Waine no es el único malo de la historia. Tenemos que derrotar a Mazdak.
- Cai: Matar un liche no es cosa de niños. Requiere mucha planificación.
- Iowerth: Toda criatura tiene un punto débil. También Mazdak. Si lo conocemos, sabremos dónde asestar.
- Trahearne: Bienvenido, heraldo. Aproxímate. Hay mucho que contar.
Cinemática con el Árbol Pálido:
- Avatar del Árbol: Saludos, mi valiente heraldo. Tu victoria ha llegado a mis oídos. Caladbolg ha vuelto, por fin.
- <Nombre del personaje>: Ha sido difícil, pero valió la pena. Finalmente, Waine ha recibido su castigo.
- Iowerth: Heraldo, mi investigación en el Priorato resultó fructífera. Sé dónde fue sepultado Mazdak el Maldito y creo conocer su siguiente objetivo.
- Iowerth: Planea un ataque a una ciudad humana conocida como el "Asentamiento de Ascalon". Si no lo detenemos, acabará con ellos.
- <Nombre del personaje>: ¿Va a atacar el Asentamiento de Ascalon? Es una zona tranquila; tienen muy pocas defensas. ¡Debemos detener a Mazdak!
- Branthyn: Tenemos soldados suficientes. Si el Árbol Pálido permitiera llevar a Caladbolg a la batalla, la Vigilia podría destruir a Mazdak. Solo se necesitan armas, coraje y un asalto directo.
- Cai: ¡Siempre piensas en línea recta! Mira, las fuerzas de Mazdak tendrán que atravesar las tribus de centauros para llegar al Asentamiento de Ascalon.
- Cai: ¿Por qué no los enfrentamos entre sí y matamos dos pájaros de un tiro? La Orden de los Susurros podría hacerlo fácilmente.
- Iowerth: Sé dónde está enterrado Mazdak. El Priorato podría explorar su tumba, dejar atrás las trampas y encontrar el modo de destruir al liche mientras duerme. Es lo más lógico.
- Caithe: Hay que destruir al liche. Por Riannoc. Por Tyria.
- Caithe: Escúchame. Las órdenes quieren que te unas a ellos. Si lo haces, pondrán su fuerza a tu disposición. Con su apoyo, podremos derrotar a Mazdak.
- Caithe: Está en tu destino luchar contra Zhaitan. Unirte a una orden te permitirá alcanzar ese objetivo. Elige bien.
- Avatar del Árbol: Heraldo, dejo a Caladbolg a tu cuidado. Decide cómo derrotar a Mazdak y recuerda que la Arboleda tiene sus esperanzas depositadas en ti.
- Avatar del Árbol: Mi valiente heraldo, es hora de que venzas a Mazdak el Maldito y que comiences el viaje de tu propia Caza Sylvestre.
- ¿Qué orden debería elegir, Madre?
- No temas. Sé que elegirás sabiamente. Las tres son competentes y todas te tienen en alta estima.
- Gracias por tu confianza, Madre.
- Me aseguraré de que el liche es destruido y el espíritu de Riannoc descansa. Lo juro.
- Branthyn: Amigo mío, debes unirte a la Vigilia. Contigo en nuestras filas, por fin podremos derrotar a los dragones. ¡Lo presiento!
- ¡Qué entusiasta! Dime, ¿cuál es el plan de la Vigilia contra Mazdak?
- Una fuerza pesada de soldados se enfrentará directamente al liche y a sus resurgidos. Requerirá estrategia y valor, pero será glorioso.
- ¿Y dónde encajo yo?
- Tú eres quien más sabe de Mazdak, así que tú dirigirás las tropas. ¿Qué me dices?
La batalla directa me va mejor. Estoy listo para unirme a la Vigilia.- Necesito un momento para pensar.
- ¿Puedes contarme más sobre la Vigilia?
- La Vigilia es una organización militar. Honor, deber, lealtad... y protección al pueblo de Tyria. Únete a nosotros.
- Suena muy noble. ¿Pero cómo acabará la Vigilia con Mazdak? (igual que arriba)
- Luego hablaremos sobre eso.
- Cai: A la Orden de los Susurros le vendría bien otro agente astuto, preparado para luchar contra la oscuridad. ¿Te unirás a nosotros?
- Me interesa pero primero... ¿Qué hay de Mazdak?
- Con un poco de chantaje, podemos evacuar el asentamiento. Solo necesitaremos un empujoncito para que los centauros locales tomen el mando.
- ¿Cómo nos ayudará eso?
- Los centauros son luchadores duros y agresivos. Cuando lleguen los muertos vivientes de Mazdak, dejaremos que las dos fuerzas se diezmen entre ellas... y nosotros nos encargaremos del liche.
- ¿Y después devolvemos el asentamiento a los humanos? Muy inteligente. Cuenta conmigo.
- Tengo que pensarlo un momento.
- ¿Puedes hablarme más sobre ser miembro de la Orden de los Susurros?
- Puede que seamos sutiles, pero la Orden está entregada. Únete a nosotros y descubre misterios, conspiraciones y verdades ocultas.
- Es tentador. Pero dime, ¿cómo os encargaréis de Mazdak? (igual que arriba)
- Tengo mucho que asimilar. Deja que lo piense.
- Dame un tiempo para pensarlo.
- Iowerth: Heraldo <Nombre del personaje>. El Priorato de Durmand aceptaría tu membresía. ¡Podemos ofrecer tanto a alguien como tú!
- Me interesa, pero antes déjame oír más acerca de tu plan.
- El Priorato ha descubierto la tumba de Mazdak. Aunque estará repleta de trampas, seguro que podemos atravesarlas y luchar contra él.
- ¿Trampas? Define "trampas".
- Oh, lo normal: llamaradas, pasadizos secretos, placas de presión en el suelo... ¿Veo algo de emoción en tus ojos?
- Por supuesto. Me apunto al Priorato y a tu plan de ataque.
- Parece interesante, pero deja que lo piense un poco más.
- ¿Puedes contarme más sobre ser miembro del Priorato de Durmand?
- Exploración, recuperación de conocimientos perdidos, tumbas antiguas... La verdad es que el Priorato lo tiene todo. ¿Te unirás a nosotros, Heraldo?
- Interesante. Cuéntame más cosas sobre el plan para luchar contra Mazdak. (igual que arriba)
- Deja que considere mis opciones.
- Hablaremos de eso luego.
- Caithe: Mazdak tiene la sangre de Riannoc en sus manos. Ya es hora de que acabemos con su mísera existencia.
- Así se hará.
- Trahearne: ¿Las Órdenes de Tyria compiten por tenerte como miembro? Impresionante. Estoy seguro de que elijas lo que elijas, lo harás bien.
- ¿Y qué hay de ti, Trahearne? ¿Vas a unirte a una orden?
- No, creo que no. Mi camino es solitario. Tras derrotar a Mazdak debo volver a estudiar Orr. Aún tengo mucho que aprender.
- Lo comprendo.
- Gracias por la confianza, amigo.
Si te unes a la Vigilia:
- Branthyn: ¡Espléndido! ¡Una nueva estrella asciende en la Vigilia! Trataremos las formalidades tras el combate.
- Branthyn: Trahearne, ¿nos acompañarás en esta aventura? Tu saber sobre muertos vivientes orrianos no tiene paragón.
- Trahearne: No me uniré a la orden. Pero sí, os prestaré mi ayuda.
- Branthyn: ¡Será glorioso, <Nombre del personaje>! Tu heroísmo y la fuerza de la Vigilia. ¡Haremos temblar a esos dragones!
- Estoy deseándolo.
Si te unes al Priorato de Durmand:
- Iowerth: Al Priorato le honra tu incorporación. Trataremos las formalidades tras el combate.
- Iowerth: Trahearne, ¿nos acompañarás en esta aventura? Tu saber sobre los muertos vivientes orrianos no tiene parangón.
- Trahearne: No me uniré a vuestra orden, pero sí. Os prestaré mi ayuda.
- Iowerth: ¡Excelente! Una noticia fantástica. A Gixx le encantará saber que te unes a nosotros.
- ¿Gixx? ¿Quién es?
- El intendente Gixx es el líder del Priorato de Durmand. Te parecerá encantador... si pasas por alto el hecho de que es un asura.
- Tomo nota. Gracias por la información.
- Tengo ganas de conocer a todo el mundo.
Si te unes a la Orden de los Susurros:
- Cai: ¡Me alegro de que unas a la Orden de los Susurros! Trataremos las formalidades tras el combate.
- Cai: Trahearne, ¿nos acompañarás en esta aventura? Tu saber sobre los muertos vivientes orrianos no tiene parangón.
- Trahearne: No voy a unirme a la orden... pero sí. Os prestaré mi ayuda.
- Cai: ¡Sabía que lo verías como nosotros! Los Preceptores se alegrarán de saber que acertaron en su apuesta.
- ¿Quiénes son los Preceptores?
- Los Preceptores lideran la Orden de los Susurros. Sabían que serías un gran agente, y por eso me enviaron aquí en un primer momento.
- Pues yo me alegro de que sea así.
- Tengo muchas ganas de conocer a otros agentes. Gracias.
Hablando con los representantes de la orden a la que no te unes:
- Branthyn: Eres un sylvari noble, Heraldo. Sea como sea, ha sido un honor conocerte.
- Y mío también.
- Iowerth: Oh, qué lástima. Me habría gustado trabajar más contigo. ¡Cuídate, heraldo, y que la fortuna te acompañe!
- Gracias.
- Cai: Me alegra que eligieras sabiamente, Heraldo, aunque habría deseado otro resultado. Buena suerte.
- Gracias.
Mi historia[editar]
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