Oculto en la oscuridad
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Oculto en la oscuridad
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Persiguiendo el Sueño
- Localización
- Prado del Comerciante
(Bosque de Caledon) - Nivel
- 10
- Raza
Sylvari- Elección
- Sueños del Ciervo blanco
- Precedido por
El descubrimiento de la oscuridad- Seguido por
- Noche negra, Ciervo blanco
- API
- 210
Oculto en la oscuridad es parte de la historia personal para los personajes sylvari que han escogido el Ciervo blanco y disfrazarse para rescatarlo.
Objetivos[editar]
Utilizando disfraces, infíltrate en los campamentos de la Corte de la Pesadilla y rescata al Ciervo Blanco.
- Reúnete con Caithe en las afueras de la Espiral de la Cicuta.
- Derrota a la patrulla de la Corte de la Pesadilla y quédate sus prendas.
- Convence a Sariel para que salga del campamento.
- Encuentra al Ciervo Blanco.
- Destruido: 0/3 Puertas
- Libera al ciervo.
- Lucha para abrirte camino entre la Corte de la Pesadilla.
Recompensas[editar]
Guía[editar]
En llegar, habla con Caithe. Entonces dirígete a la patrulla marcada y derrótalos para obtener el 
Disfraz de la Pesadilla. Entonces dirígete al campamento de la Corte y habla con Sariel para convencerla de que se vaya. Ve a la parte posterior del campamento y destruye las puertas de las prisiones para liberar al ciervo y los prisioneros. Derrota a los enemigos de la Corte de la Pesadilla que se dirigen hacia vosotros y escapa con tus aliados.
PNJs[editar]
Aliados[editar]
Enemigos[editar]
- Bailarina de la Pesadilla
- Cortesano de la Pesadilla
- Juglar de la Pesadilla
- Lobo de espinas de la Corte de la Pesadilla
- Sabueso de la Pesadilla
Objetos[editar]
- Botella de elixir
- Elixir de héroes
- Fruta Raizpinchuda
- Indumentaria de la Corte de la Pesadilla
- Planta verde
- Puerta de la prisión
- Vaina envenenada
Diálogo[editar]
En llegar:
- Caithe: Salve, valiente. Apresúrate, tenemos mucho que hacer.
Cinemática en acercarte a Caithe:
- Caithe: Llegas justo a tiempo, valiente. He explorado el campamento de la Corte de la Pesadilla y la suerte nos sonríe. El Ciervo blanco sigue incorrupto. Pero esa es toda nuestra suerte.
- Caithe: Vi una patrulla vigilando los alrededores del campamento y varios cortesanos dentro. Liberar al Ciervo será complicado.
- <Nombre del personaje>: Mi plan es que nos disfracemos y nos colemos en el campamento principal. Una vez allí, podremos liberar al Ciervo y usar el sigilo para escapar.
- <Nombre del personaje>: Necesitaremos robar varias de sus prendas para parecer cortesanos. Entonces podremos movernos con libertad.
- Caithe: Es un buen plan, pero debemos tener cuidado. La líder del campamento es Sariel, una sylvari cruel y orgullosa. Podría percatarse de que no somos lo que parecemos.
- <Nombre del personaje>: Entonces, procuraremos que no esté cerca mientras buscamos. Nos aprovecharemos de sus defectos.
- <Nombre del personaje>: Cuando encontremos la jaula donde retienen al Ciervo blanco, lo soltaremos y lucharemos para que no pueda huir.
- Caithe: Engaño, desorden... Este plan me va a gustar. Muy bien. Vayamos en busca de la patrulla.
Después de la cinemática:
- Caithe: Ataca a un grupo de cortesanos y despójalos de sus vestimentas. Con ellas ocultaremos nuestra verdadera identidad... al menos por un tiempo.
- Caithe está de acuerdo con <Nombre del personaje>.
Hablando con Caithe:
- Caithe: ¡Ahí! Esa patrulla servirá. Ten cuidado con no estropear su ropa.
Bien pensado.
Encontrándote la patrulla:
- Bailarina de la Pesadilla: ¿Caithe? ¿Y un valiente? ¿Qué están haciendo aquí?
Tras derrotar a la patrulla:
- Caithe: Ocultemos nuestros rostros y robemos un disfraz.
- Caithe: Estas ropas son de pésima calidad, creo que me está saliendo un sarpullido...
Hablando con Caithe:
- Caithe: Debemos llegar hasta Sariel y convencerla para que abandone el campamento. Sus guardias la seguirán y así tendremos más libertad para buscar al ciervo.
¿Cómo la convenzo para que se vaya?
- Tócale el orgullo, <Nombre del personaje>. Encontrarás la manera.
- Muy bien.
Entrando en la Espiral de la Cicuta:
- Juglar de la Pesadilla: Acabas de llegar a la Corte, ¿verdad? Buena suerte.
- Juglar de la Pesadilla se inclina ante <Nombre del personaje>.
- Cortesana de la Pesadilla: Cuidad vuestras lenguas, criaturas insignificantes. A Sariel no le gustan las réplicas insolentes.
- Cortesana de la Pesadilla no está de acuerdo con <Nombre del personaje>.
Hablando con el Juglar de la Pesadilla:
- Juglar de la Pesadilla: Bienvenidos, conversos. Guardad las formas y la lengua, a la cortesana Sariel no le gustan los troles cabeza hueca.
- ¿Dónde puedo encontrar a la cortesana Sariel?
- Hacia el centro del campamento, bajo la colina. Su comitiva de aduladores no tiene pérdida.
Tendré los ojos bien abiertos. ¿Puedo hacer otra pregunta?- Gracias por las indicaciones.
- ¿Puedes hablarme de Sariel? Parece una persona interesante.
- Claro, tan interesante como una araña para una mosca. Sariel es la cortesana más cruel que he visto nunca. Disfruta recordándonoslo.
- Mantendré la boca cerrada. ¿Puedo preguntarte otra cosa?
- Lo tendré en cuenta, gracias.
- Lo tendré en cuenta, gracias.
Acercándote a Sariel:
- Sariel: Así que un par de caras nuevas, ¿eh? No olvidéis cuál es vuestro sitio y respetad a vuestros superiores, o pagaréis las consecuencias.
- Sariel amenaza a <Nombre del personaje>.
Hablando con Sariel:
- Sariel: Un recién llegado, ¿eh? ¿Tienes la más mínima idea de quién soy? Espero que aprendas deprisa... o morirás lentamente.
Mis disculpas, señora. Permite que te comunique las nuevas: una caravana de sedas doradas está saliendo del Mercado Mabon en este preciso instante.
- Mmm. Un poco de lujo me pondría de buen humor. Muy bien, puedes vivir... pero las sedas son mías.
Por supuesto, cortesana Sariel.
¡Mi señora Sariel, sois magnífica! El tengu que te llamó fea no tenía ojos.
- ¿Qué tengu? Seguro que es aquel comerciante del Mercado Mabon. ¡Ya le enseñaré yo qué significa la fealdad!
- ¡Así aprenderá a no faltarte!
Nuestras fuerzas en el Valle Afligido están siendo atacadas. ¡Solo tú puedes ayudarnos, oh gran Sariel!
- Al fin, la Corte empieza a admitir mi superioridad. ¡Iré allí inmediatamente y lo solucionaré!
- ¡Que la fortuna te sonría, señora!
- Mis disculpas. Ya me marcho.
Tras convencer a Sariel de que se vaya del campamento:
- Sariel: ¡Cortesanos! ¡Recoged vuestras armas y seguidme! ¡Es hora de entrar en combate!
Hablando con Caithe:
- Caithe: Un trabajo excelente. Y ahora, a buscar el ciervo y liberarlo. Luego solo nos quedará escapar.
- Haces que parezca sencillo.
Buscando el ciervo:
- Caithe: El Ciervo blanco debe estar cerca. Mantén los ojos abiertos.
- Cortesano de la Pesadilla: Que la Pesadilla te guíe en la oscuridad.
Acercándote a las celdas de las prisiones:
- Prisionera: ¡Jamás cederé ante la Pesadilla! ¡Prefiero morir!
- Prisionera amenaza a <Nombre del personaje>.
- Prisionero: La oscuridad... La oscuridad se acerca... Se acerca...
- Prisionero es sorprendido por <Nombre del personaje>.
- Caithe: Ah, mira. El Ciervo Blanco.
- Caithe: Sería demasiado cruel abandonar a estos prisioneros, debemos liberarlos.
- Caithe: Romped las jaulas. Liberad a esas almas atrapadas.
Tras romper las puertas de las prisiones:
- Prisionero: Debo huir... Tengo que escapar de aquí. ¡Gracias, de veras!
- Prisionera: Me has salvado. ¡Gracias!
Hablando con el primer prisionero:
- Prisoner: Bendito seas, <Nombre del personaje>. Me quedaré contigo. ¡Eres mi única esperanza de huir!
- Sigue luchando. Pronto terminará todo.
Hablando con el segundo prisionero:
- Prisionera: ¡Alabado sea Árbol Pálido! Tenemos que encontrar la manera de salir de aquí. ¡Quiero irme a casa!
- No pierdas la calma, brote, es justo lo que haremos.
Tras liberar el Ciervo blanco:
- Caithe: Excelente. Ahora, a escapar.
- Cortesano de la Pesadilla: Los Soñadores están aquí. ¡Están robando el ciervo!
- Cortesano de la Pesadilla: ¡Sufriréis la peor de las muertes!
- Cortesano de la Pesadilla señala a <Nombre del personaje>.
Hablando con Caithe:
- Caithe: ¡Valiente! No hay tiempo que perder, ¡quédate cerca del ciervo y aléjate del campamento!
- ¡De acuerdo!
Mientras escapas del campamento:
- Caithe: Aquí vienen los sabuesos.
- Juglar de la Pesadilla: ¡Muerte al Sueño!
- Juglar de la Pesadilla señala a <Nombre del personaje>.
Saliendo del campamento:
- Cortesano de la Pesadilla: ¡Acepta la Pesadilla o muere!
Cinemática en salir:
- <Nombre del personaje>: ¡Ha sido tremendo! Los disfraces nos han salvado. ¿Cómo sabías que convenceríamos a la líder para que dejase el campamento?
- Caithe: La conozco. Se llama Sariel y, antes de que cediese a la Pesadilla, era alumna de alguien a quien yo quería mucho... Pero esa es otra historia.
- Caithe: El Ciervo blanco parece estar ileso. Y muy asustado, como es normal. Lo llevaré de vuelta a la Arboleda.
- Caithe: Cuidado, valiente. Sariel está ciega de orgullo. No olvidará esta afrenta.
- <Nombre del personaje>: Sí, pero debes llevar el Ciervo de vuelta a la Arboleda. Sariel no atacaría la ciudad de Árbol Pálido por sentirse deshonrada, ¿verdad?
- Caithe: Subestimas a la Corte de la Pesadilla. Harán cualquier cosa por conseguir lo que quieren.
- <Nombre del personaje>: Al menos Gavin conservaba el sentido del honor. ¿Cómo es posible que Sariel y él sean de la Corte de la Pesadilla?
- Caithe: El mal tiene muchas formas. Unos desean la tiranía. Otros, el caos.
- Caithe: En cualquier caso, vendrán a por el Ciervo blanco, y cuando lleguen deberemos estar preparados. Nos veremos en la Arboleda.
Después de la cinemática:
- Caithe: Llevaré al ciervo de vuelta a la Arboleda. Asegúrate de que no te siguen y luego vuelve a mí.
- Caithe saluda a <Nombre del personaje>.
Hablando con Caithe:
- Caithe: Debemos llevar al Ciervo Blanco a la Arboleda. La Corte de la Pesadilla no se detendrá ante nada para recuperarlo.
- No te preocupes, estaré listo para luchar. Te veré en la Arboleda.
- ¿Se atrevería la Corte de la Pesadilla a atacar la Arboleda para reclamar al Ciervo Blanco?
- Sí. Es muy importante. La esperanza es lo que nos sostiene cuando todo el resto falla. Si pueden transformarla en Pesadilla... Nos habrán ganado y condenado a todos.
- No te preocupes, estaré listo para luchar. Te veré en la Arboleda.
Mi historia[editar]
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