Martillo y acero
Martillo y acero
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Persiguiendo el Sueño
- Localización
- Playa Calarenosa
(Bosque de Caledon) - Nivel
- 10
- Raza
- Sylvari
- Elección
- Sueños del Caballero verde
- Precedido por
- Un buen trabajo echado a perder
- Seguido por
- El duelo del caballero
- API
- 218
Martillo y acero es parte de la historia personal para los personajes sylvari que han escogido El Caballero verde y rescatar a Occam de la Corte de la Pesadilla.
Objetivos[editar]
Busca a Occam en la Corte de la Pesadilla.
- Reúnete con Caithe cerca de la Playa Calarenosa.
- Encuentra a Occam entre las jaulas.
- Prisión de Corte de la Pesadilla
- Libera a Occam.
- Escapa de la venganza de la Corte de la Pesadilla.
Recompensas[editar]
Guía[editar]
Adéntrate en el campamento de la Pesadilla derrotando a los cortesanos que te vas encontrando. En entrar a la sala principal te encuentras a la Criadora de sabuesos Rienne rodeada de media docena de Lobos de espinas de la Corte de la Pesadilla. Ve con cuidado de no atraer a más enemigos de la cuenta para que la lucha sea más manejable.
Un poco más hacia el interior se encuentra Occam atrapado en una celda. Destrúyela para liberarlo y hablar con él. Después de la cinemática él planta una barrera de zarzas que puedes aprovechar para salir corriendo arriba al oeste a la profundidad de la cueva. Sigue a Caithe bajo la catarata y cuando se acercan los enemigos de la Pesadilla explota la trampa.
PNJs[editar]
Aliados[editar]
Enemigos[editar]
- Sylvari (Corte de la Pesadilla)
Objetos[editar]
Diálogo[editar]
Cinemática con Caithe:
- Caithe: Aquí es donde la Corte de la Pesadilla mantiene preso a Occam. Si queremos salvarlo, valiente, debemos apresurarnos. La Corte es francamente eficiente.
- <Nombre del personaje>: ¿Crees que lo matarán? Si lo hicieran, ya no podría forjar más armaduras para ellos.
- Caithe: ¿Matarlo? No. La Corte utiliza el engaño y la corrupción para engrosar sus filas. Envenenan las raíces. Al final, los escuchará y cederá a sus mentiras.
- Caithe: El fin de la Corte es envenenar el Sueño de Sueños y así corromper el Árbol Pálido. La oscuridad que vimos en tu sueño fue un intento de conseguirlo.
- Caithe: Tortura a los sylvari, lo que permite al Sueño absorber recuerdos más oscuros y dolorosos, tanto suyos como de su presa.
- <Nombre del personaje>: Hasta que se una a ellos para aliviar el dolor. Ya veo. Será mejor que lo rescatemos. De inmediato.
- Caithe: De acuerdo. Busquemos el campamento y confiemos en que Occam haya resistido.
Después de la cinemática:
- Caithe: Busca por el campamento y no temas: seré como tu sombra.
Hablando con Caithe durante la búsqueda:
- Caithe: No bajes la guardia, valiente. Estos cortesanos te quieren bien muerto.
- Dejarán de querer cosas muy pronto.
- Tu valor es encominable.
- También el tuyo.
- Deberíamos entrar a saco. Nada de ir a escondidas.
- Se me dejo ver, removerán cielo y tierra para intentar matarme. La sutileza es nuestra mejor arma.
- Sí. Que sea a escondidas.
- Yo les enseño la patita y tú los apuñalas por la espalda. Me gusta.
- Las viejas tácticas acostumbran a ser las mejores.
- Estoy contigo.
- Listo. Encontremos a Occam.
Acercándote a la Criadora de sabuesos Rienne:
- Criadora de sabuesos Rienne: ¡Infiltrado! Mis sabuesos darán buena cuenta de ti.
- Criadora de sabuesos Rienne: ¿Lo oléis, sabuesos míos? Es el olor del miedo. ¡Deleitaos!
En derrotar a la Criadora de sabuesos Rienne:
- Criadora de sabuesos Rienne: ¡Vengadme!
En acercarte a la prisión de Occam:
- Caithe: Pondré una trampa por si alguien se atreve a seguirnos. Nos escabulliremos por la parte trasera del campamento mientras ellos descubren el error que han cometido.
- Occam: ¡Hola! ¿Me dejas salir?
- Occam: Espero que hayáis venido a salvarme.
- <Nombre del personaje>: ¿Occam? Para haber sido torturado, pareces muy dicharachero.
- Occam: ¿Esa gente? Ja. A mí no me achantan. Sabía que vendría alguien. Dejé muchas pistas en la forja. Démonos prisa y salgamos por la parte de atrás. Está menos vigilada.
- <Nombre del personaje>: Eso es justo lo que Caithe sugirió. ¿Cómo pudiste oírla desde tan lejos?
- Occam: ¿Oírla? No. Es la solución más fácil del problema. Rápido. Los cortesanos no tardarán en llegar. Los entretendré con un muro de hiedra, pero debéis daros prisa.
Después de la cinemática:
- Occam: Como esperaba, se acerca una multitud de cortesanos. La hiedra va... aquí. ¡Corre!
- Cazador de la Pesadilla: ¡Echa abajo ese muro y ve tras ellos!
- Occam: ¡Tenemos que seguir corriendo!
- Caithe: Por aquí. Por la catarata.
- Caithe: Un momento...
- Cazador de la Pesadilla: ¡No puedo moverme! ¡Es una trampa!
Después de detonar la trampa:
- Occam: ¡Buena explosión!
- <Nombre del personaje>: Una pregunta, Occam... ¿Por qué le fabricaste la armadura a Faolain? ¿No sabías que pertenecía a la Corte de la Pesadilla?
- Occam: Sí, pero me amenazó. Dijo que me romperían las manos. Que mi vida perdería todo sentido.
- Occam: Aun así, cuando vi lo que habían hecho con mi obra de arte... Qué asco. Debería haberme tirado por un precipicio.
- Caithe: No, el asunto no es tan simple. En ese tapiz se combinan muchas hebras y la tuya solo es una más.
- Caithe: Ahora que estás a salvo, nos las veremos con Bercilak. Dinos, ¿tu armadura tiene algún punto débil?
- Occam: Sí. Para forjar la armadura, esta debía ser vulnerable a mis herramientas de herrero. Mi martillo la hizo. Mi martillo puede destruirla.
- Caithe: Valiente, propongo que utilicemos esta información y retemos a Bercilak a un duelo. Después, utiliza el martillo de herrero como arma y hazlo pedazos.
- <Nombre del personaje>: Suena bien. Seguro que Bercilak acude si recibe una invitación de Gairwen. Caithe, habla con ella y prepara la lucha.
- <Nombre del personaje>: Occam, lleva tu martillo. Celebraremos el duelo en el Mercado Mabon. Para que todo el mundo vea la caída de Bercilak.
Hablando con Occam después de la cinemática:
- Occam: Espero que el martillo sea útil.
- ¿Por qué te tenían prisionero?
- Me exigieron que hiciese más armaduras. Ni de coña. Antes muerto. O enjaulado.
- ¿No lo necesitas para trabajar en la herrería?
- Tozudo como una mula, veo.
- ¿No lo necesitas para trabajar en la herrería?
- No hasta que hayas terminado. Destruye esa armadura. No puedo aguantar que escoria como esta se aproveche de mi obra de arte.
- ¿Por qué te tenían prisionero?
- Yo los detendré. Te lo aseguro.
- Gracias por tu ayuda.
Mi historia[editar]
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