El templo del dios olvidado
El templo del dios olvidado
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Victoria o muerte
- Localización
- Fuerte Trinidad
(Estrechos de la Devastación)
Catedral de las Profundidades Ocultas
(Templo del dios olvidado) - Nivel
- 80
- Precedido por
- Una misión triste
Haciendo justicia
Liberando a Apatia - Seguido por
- A través del espejo
Cierra el ojo - API
- 321
Pantalla de carga en Fuerte Trinidad Pantalla de carga en El templo del dios olvidado Mapa de la Catedral de las profundidades ocultas |
El templo del dios olvidado es el paso de la historia personal para todos los personajes. Zhaitan se ha interesado en unas olvidadas ruinas del dios caído Abaddon y es el deber del Pacto descubrir y frustrar los planes del dragón. Traheanre introduce un nuevo y misterioso aliado para que te ayude en la misión.
Objetivos[editar]
Habla con el mariscal Trahearne en el Fuerte Trinidad.
- Preséntate ante el mariscal Trahearne en el Fuerte Trinidad.
- Asiste al discurso de Trahearne.
- Acompaña a Trahearne.
- Habla con el mariscal Trahearne y con Sayeh al' Rajihd.
Explora la Catedral de las Profundidades Ocultas.
- Reúnete con Sayeh al' Rajihd en el interior de la catedral.
- Investiga la Catedral de las Profundidades Ocultas.
- Halla una manera de entrar en la catedral.
- Investiga el Altar de los Secretos.
- Derrota al general resurgido Azuldin.
- Escapa de la catedral antes de que se derrumbe.
- Habla con Sayeh al' Rajihd.
Preséntate en el Fuerte Trinidad.
- Preséntate ante el mariscal Trahearne en el Fuerte Trinidad.
Recompensas[editar]
Clic aquí para editar los datos de recompensa
- Todas las profesiones
- 68 580
- Uno de los siguientes: Orbe de berilo, Orbe de esmeralda o Orbe de rubí
- Saco de suministros de artesanía de maestro
- Saco de botín (4)
Guía[editar]
Reúnete con Trahearne en Fuerte Trinidad y escucha su discurso. Después Trahearne te informa de una misión que vas a llevar a cabo junto con Sayeh al' Rajihd. Sal de la instancia y ve hasta el templo. En la siguiente instancia hay combate acuático, así que prepárate acordemente.
En llegar, reúnete con Sayek y procede hacia el interior, derrotando a los resurgidos que haya. Al fondo de la primera sala interactúa con el Santuario de Abaddon para invocar a un devoto y derrotarlo, luego recoges la Esencia ilusoria y lo llevas al Orbe del templo.
Entonces hay una cinemática que te muestra cómo llegar a la siguiente área. Vuelve a el área inicial y nada hacia un agujero grande en la parte superior y hacia el norte. Derrota a los resurgidos y adéntrate por los túneles con minas resurgidas hasta llegar a otro Santuario de Abaddon. Igual que antes, actívalo para luchar contra un devoto y lleva la esencia al orbe. De vuelta aparecen algunos enemigos más, puedes derrotarlos con las habilidades del orbe o dejarlo antes de luchar.
Para el siguiente lugar no hay una cinemática y suele ser muy confuso dónde se ha abierto la siguiente puerta. En salir hacia el área inicial, en la parte superior hacia el suroeste hay un túnel ligeramente iluminado de color morado. Sabrás que es el túnel correcto cuando salen enemigos de él. Pisa suelo firme y sube la estructura hasta el siguiente santuario. Coge la esencia y deposítala en el orbe que hay en la siguiente sala. Continúa con cuidado de no caer al agua, sino tienes que volver a nadar y encontrar la entrada descrita en este párrafo.
Subiendo una rampa encuentras dos santuarios. Puedes activarlos a la vez o uno a uno y depositar las esencias en los orbes para abrir la puerta.
Entonces sigue subiendo hasta alcanzar el altar, donde te encuentras a resurgidos poderosos. Tras la cinemática debes derrotar a Azuldin. Empuña un mandoble, se mueve lentamente y no hace demasiado daño. A veces invoca Larvas de engendratumbas o hace que la sala retumbe, de forma que caen pedazos del techo al suelo. Cuando llega a 25% de salud obtiene poder, celeridad, furia y protección permanentes. Cuando lo derrotas Zhaitan ruge, sacudiendo el templo entero. Debes escapar saltando hacia el agua y hasta la entrada del área inicial. Habla con Sayeh antes de marcharte.
Vuelve a Fuerte Trinidad y habla con Trahearne para decidir cómo proceder: emboscar al Ojo (A través del espejo) o atacarlo directamente (Cierra el ojo).
PNJs[editar]
Aliados[editar]
- Varios
- Agente de los Susurros
- Arcanista del Priorato
- Creador de los Susurros
- Cruzado de la Vigilia
- Erudito del Priorato
- Escriba del Priorato
- Estratega de la Vigilia
- Explorador del Pacto
- Guerrero del Pacto
- Historiador del Priorato
- Iluminado de los Susurros
- Ingeniero del Pacto
- Maestre del Priorato
- Mago del Pacto
- Pionero del Priorato
- Soldado del Pacto
- Tirador de la Vigilia
Enemigos[editar]
- Acólito resurgido
- Apestador resurgido
- Conservador resurgido
- Corruptor resurgido
- Escorpión de mar resurgido
- Escudero resurgido
- General resurgido Azuldin
- Hylek resurgido
- Krait damoss resurgido
- Krait nimross resurgido
- Larva de engendratumbas
- Noble resurgido
- Pirata resurgido
- Tiburón resurgido
- Tortuga marina resurgida
- Devoto de las ilusiones
- Devoto de las mentiras
- Devoto de las pesadillas
- Devoto de las profundidades
- Devoto de los secretos
Cosas[editar]
- Santuario de Abaddon
- Cofre orriano
- Orbe del templo
- Mina resurgida
- Escupidor putreboca
- Chupador putreboca
- Cangrejo orriano
- Porra antigua
- Calavera maldita antigua
- Elixir antiguo
- Tridente antiguo
- Esquirla de coral
- Esencia ilusoria
- Roca
Diálogo[editar]
Fuerte Trinidad[editar]
Correo del mentor (varía según la raza y mayor temor):
Si el miedo era Deshonrar a mis aliados: | ||||||||||
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Si el miedo era Deja morir a un inocente: | ||||||||||
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Si el miedo era Haz sufrir a otro: | ||||||||||
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Hablando con los líderes de las órdenes antes del discurso de Trahearne:
- Doern Velázquez: Ansío hablar contigo, comandante... tras el discurso del mariscal Trahearne, por supuesto.
- Muy bien.
- Adalid Efut: Más vale que Trahearne tenga una ofensiva de verdad planeada. Ha llegado el momento de tratar esta guerra como lo que es y enfrentarse al enemigo en el campo de batalla.
- Espero que este discurso trate de este tema.
- Wynnet Peloclaro: Por lo que a mí respecta, no puedo esperar a oír lo que el mariscal Trahearne tiene que decir. Espero que explique la primera gran ofensiva del Pacto en Orr.
- Creo que tienes razón.
Entrando en Aval de Caer:
- Trahearne: Tyria lleva sufriendo mucho tiempo. Ahora nos hemos unido con una voluntad renovada.
- Trahearne: Zhaitan envía su azote a nuestras tierras. Es hora de llevar la guerra de vuelta a Orr.
- Trahearne: ¡Nuestra marea inundará Arah y limpiará la corrupción del dragón!
- Trahearne: ¡Juntos, venceremos!
- Trahearne: ¡Que zarpen los barcos! ¡Que marchen las tropas! ¡La victoria será nuestra!
- Wynnet Peloclaro: Conmovedor discurso, Trahearne.
- Adalid Efut: Totalmente. Estás hecho todo un líder de guerra, mariscal.
- Doern Velázquez: Ahora, si conseguimos mantener ese ímpetu, podremos tener una oportunidad.
- Trahearne: Gracias, amigos. Que la fortuna os sonría.
- Trahearne: ¡Qué alegría verte! Empecemos con las instrucciones.
Hablando con tus aliados (rápido antes de que se vayan de la instancia):
- Doern Velázquez: La ofensiva propuesta por Trahearne es algo pública para mi gusto, pero es una estrategia sensata. Además, aunque no funcionara, quizá nos proporcione una distracción que podemos aprovechar.
- Siempre es crucial tener un plan alternativo.
- Adalid Efut: Mucho mejor así: objetivos militares claros y una estrategia militar clara. Me gusta la dirección que está tomando este Pacto.
- Me pareció que así sería.
- Wynnet Peloclaro: Y así empieza. Debo decir que hacer la guerra en suelo orriano ya es una mejora con respecto a ser asediados en nuestras propias tierras.
- Estoy de acuerdo. Ahora, discúlpame.
- Trahearne: Por aquí, comandante. Me gustaría que nuestra charla fuera totalmente privada.
- Muy bien.
Acompañando a Trahearne:
- Si el miedo era Deja morir a un inocente:
- Trahearne: Quería hablar sobre la viuda de Tonn, Ceera. Tengo entendido que se mostró inconsolable.
- Trahearne: La tristeza causa estragos en las personas. Pero esto es la guerra, y la guerra crea pena.
- Trahearne: Tonn sabía a qué se enfrentaba cuando se unió al Pacto. Eligió una profesión peligrosa. Conocía los riesgos y los aceptó.
- Trahearne: Puede que Ceera nunca te perdone... ni me perdone a mí, pero con el tiempo lo verá: el sacrificio de Tonn ayudó a salvar miles, tal vez millones, de vidas.
- Trahearne: Decidió morir como un héroe, y los héroes de esta guerra serán recordados y honrados por siempre.
- Si el miedo era Deshonrar a mis aliados:
- Trahearne: ¿Comandante? Quería hablar contigo del incidente de Syska.
- Trahearne: Yo he cometido mis errores, incluso sin argucias de hipnotizadores. Algunas cosas no se pueden deshacer... pero se pueden mitigar.
- Trahearne: La adalid Caisson ya ha sido totalmente informada, y toda su unidad sabe que fuisteis engañados.
- Trahearne: Eso no les devolverá a sus camaradas, pero saber que los auténticos culpables recibieron su castigo suaviza el golpe.
- Si el miedo era Haz sufrir a otro:
- Trahearne: ¿Puedo hablar un momento contigo, comandante? Sé que piensas que le fallé a Apatia, pero he experimentado ese tipo de fracaso y no se trata de eso.
- Trahearne: Cada decisión que tomo como mariscal del Pacto supone la muerte de personas. Es el peso que me ha tocado llevar.
- Trahearne: Apatia era norn, y recibió una despedida adecuada como tal. Vivió y murió como una heroína, y ahora su leyenda continúa.
- Trahearne: Como debemos hacerlo nosotros. Apatia dio la vida para derrotar a Zhaitan. La mejor forma de honrarla es finalizar la tarea.
- Conclusión para todos:
- Trahearne: Hay alguien a quien me gustaría que conocieras.
- Trahearne: El visitante puede causar alarma, así que discreción.
- Trahearne: Sayeh puedes mostrarte, ya es seguro.
- Sayeh al' Rajihd: Saludos, mariscal Trahearne. Como pediste, he venido a honrar mi juramento.
- Trahearne: Excelente. Hablemos con el comandante para que te asigne una misión.
Hablando con Sayeh:
- Sayeh al' Rajihd: No tengo costumbre de asistir a concentraciones públicas antes de que dé comienzo una misión, las palabras no me interesan. Dile a Trahearne que estaré a punto cuando sea necesario pasar a la acción.
- Se lo diré.
Cinemática con Trahearne, si el miedo era Haz sufrir a otro:
- Trahearne: Gracias por tu paciencia, comandante. Te presento a la venerada Sayeh al' Rajihd.
- Sayeh al' Rajihd: No es necesario. Ya nos conocemos. En el nombre del Concordato de las casas de Tethyos, recibe mi respetuoso saludo.
- <Nombre del personaje>: Me alegro de volver a verte, Sayeh. Que tu paso sea firme.
- Sayeh al' Rajihd: Como dije, hace tiempo que estoy en deuda con Trahearne. Ahora, me ha llamado para cumplir mi juramento.
- Trahearne: Los exploradores han encontrado un sexto templo en Orr: un santuario perdido en honor a un dios caído, escondido bajo el agua en el Estrecho de la Maldición.
- Trahearne: Abaddon, el dios humano de los secretos, fue expulsado por las demás deidades de Arah y su nombre desapareció de la historia. Quedó muy poco.
- Trahearne: Zhaitan ansía algo del templo, así que debemos llegar primero. Sayeh os acompañará como guía.
- Sayeh al' Rajihd: Será peligroso. Necesitarás todas tus habilidades para viajar conmigo.
- <Nombre del personaje>: Todavía no me he topado con nada que no pudiera solucionar.
- Sayeh al' Rajihd: Que yo recuerde. Ansío que llegue ese momento, comandante. Hasta entonces, que vuestros pasos sean firmes.
Cinemática con Trahearne, en otro caso:
- Trahearne: Gracias por tu paciencia, comandante. Te presento a la venerada Sayeh al' Rajihd.
- Sayeh al' Rajihd: En el nombre del Concordato de las casas de Tethyos, te saludo, aliado de mi aliado.
- <Nombre del personaje>: Es un honor, Sayeh. He oído que tu pueblo no recibe a los habitantes de la tierra.
- Sayeh al' Rajihd: Has oído bien. Hace tiempo que estoy en deuda con Trahearne. Ahora, por fin, me ha llamado para cumplir mi juramento.
- Trahearne: Los exploradores han encontrado un sexto templo en Orr: un santuario perdido en honor a un dios caído, escondido bajo el agua en el Estrecho de la Maldición.
- Trahearne: Abaddon, el dios humano de los secretos, fue expulsado por las demás deidades de Arah y su nombre desapareció de la historia. Quedó muy poco.
- Trahearne: Zhaitan ansía algo del templo, así que debemos llegar primero. Sayeh os acompañará como guía.
- Sayeh al' Rajihd: Dime, comandante, ¿por qué luchas? ¿Tu juramento es inquebrantable? Necesitarás todas tus habilidades para viajar conmigo.
- <Nombre del personaje>: Todavía no me he topado con nada que no pudiera solucionar.
- Sayeh al' Rajihd: Que yo recuerde. Ansío que llegue ese momento, comandante. Hasta entonces, que vuestros pasos sean firmes.
Hablando con Trahearne después de la cinemática:
- (Si el miedo era Deja morir a un inocente)
- Trahearne: Por lo que respecta a la muerte de Tonn, su viuda, Ceera, se niega a aceptar un permiso personal hasta que su turno de servicio haya finalizado. Puede que nos odie, pero comprende lo importante que es la misión del Pacto.
- Solo espero que no haga nada más que la ponga en peligro.
- Por lo que respecta a tu misión actual, el templo que buscamos no debería ser difícil de encontrar. Las ruinas se encuentran en el Estrecho de la Maldición.
- Comprendo, pero tengo más preguntas acerca de la misión.
- Claro. ¿Qué necesitas saber?
- ¿De qué conoces a Sayeh al' Rajihd? (solo si tu miedo no era Haz sufrir a otro)
- Nos conocimos en los mares que hay a las afueras de Orr. Ambos teníamos... dificultades que superar, y pudimos aunar esfuerzos para hacerlo. Cuando todo terminó, declaró estar en deuda conmigo.
- Esto es bastante impreciso. ¿Puedes darme más detalles?
- Preferiría no hacerlo, o al menos no ahora mismo. Sayeh lo considera un asunto privado, y tomé la decisión de mantener su confianza.
- Tengo otra pregunta.
- Muy bien.
- Cuéntame más cosas sobre el templo.
- Ya era un lugar antiguo antes de la caída de Orr. El dios Abaddon proclamó la guerra a los otros dioses, pero fracasó y, como resultado, su templo fue desterrado a las Profundidades. Incluso en ruinas, es un lugar de poder.
- Tengo otra pregunta.
- Es todo lo que necesitaba saber.
- ¿Cuál es la misión?
- Sayeh y tú vais a investigar el templo de Abaddon hundido para averiguar por qué los siervos de Zhaitan están tan tremendamente interesados en él. Sospecho que van en busca de algo poderoso.
- Tengo otra pregunta.
- Es todo lo que necesitaba saber.
- Es todo lo que necesitaba saber.
- Estoy listo.
- Necesito unos minutos antes de continuar.
- (Si el miedo era Deshonrar a mis aliados)
- Trahearne: Por lo que respecta a la hipnotizadora que descubrimos, me temo que aún hay confusión sobre lo que pasó y no pasó. Ten por seguro que estoy poniendo todos mis empeños en difundir la verdad.
- Gracias, mariscal. (continúa como "Solo espero que no haga nada más que la ponga en peligro.")
- Necesito unos minutos antes de continuar.
- (Si el miedo era Haz sufrir a otro)
- Trahearne: Por lo que respecta a Apatia, he recibido noticias de Hoelbrak elogiando nuestra forma de lidiar con la situación. Dicen que ayudamos a templar la pena y la tristeza con orgullo e inspiración.
- Me alegro de oír eso. Gracias. (continúa como "Solo espero que no haga nada más que la ponga en peligro.")
- Necesito unos minutos antes de continuar.
Hablando con Trahearne otra vez:
- Trahearne: ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte, comandante?
- Tengo algunas preguntas sobre la misión. (continúa como "Comprendo, pero tengo más preguntas acerca de la misión.")
- No. Estoy listo para empezar.
Hablando con Sayeh:
- Sayeh al' Rajihd: Bueno, comandante, ya veremos si puedes acatar instrucciones tan bien como das órdenes. Y si puedes seguir el ritmo.
- Tengo una pregunta antes de empezar.
- Adelante, pregunta. Puede que responda.
- ¿Cuál es tu relación con Trahearne?
- Eso queda entre él y yo. Vivo según los dictados del Convenio de Tethyos, con honor y sin piedad. Mi presencia aquí consiste en cumplir dichos dictados.
- ¿Qué es el Convenio de Tethyos?
- Las casas gobernantes de los largos se reunieron y establecieron una serie de principios para guiar a nuestro pueblo. Es lo único que pienso compartir contigo. Puedes alegrarte de que te haya contado tanto.
- Tengo otra pregunta.
- Muy bien. Nos vemos en el templo.
- Quiero preguntarte otra cosa.
- Ya estoy listo para partir. Nos vemos en el templo.
- Cuéntame más cosas sobre el templo.
- Un lugar espantoso. En su interior hay misterios que normalmente me atraerían, pero su búsqueda nunca ha tenido un beneficio claro... hasta ahora.
- Tengo otra pregunta.
- Ya estoy listo para partir. Nos vemos en el templo.
- Necesito saber que puedo confiar en ti. ¿Estás planeando darme caza?
- Eso sería un gran honor, pero no. Eres parte de esta misión al templo y, mientras esté en deuda con Trahearne, esa misión es mi prioridad absoluta.
- Tengo otra pregunta.
- De acuerdo. No me preocuparé hasta después de la misión.
- ¿Puedes contarme algo más sobre el orbe krait? (si el miedo era Haz sufrir a otro)
- No puedo contarte más que lo que ya sabes, aparte de que los krait no lo crearon, sino que lo hallaron en las profundidades. Su poder es un misterio fascinante, pero tenemos preocupaciones más urgentes.
- Tengo otra pregunta.
- Eso es todo por ahora. Nos vemos en el templo.
- Eso es todo por ahora. Nos vemos en el templo.
- No tendrás que esperar por mí. En marcha.
Catedral de las Profundidades Ocultas[editar]
Reuniéndote con Sayeh al' Rajihd en el templo:
- Sayeh al' Rajihd: Estoy aquí, comandante. Charlemos sobre el templo.
Cinemática con Sayeh:
- Sayeh al' Rajihd: En el nombre del Concordato, te saludo, comandante. El camino a seguir es oscuro e intransitable.
- <Nombre del personaje>: Justo lo que espero de un antiguo templo de un dios muerto.
- Sayeh al' Rajihd: Sí, claro. Los resurgidos ya han dejado atrás las defensas y han irrumpido en el templo. Debemos exterminarlos.
- Sayeh al' Rajihd: Te lo advierto. Hay peligros aquí aparte del dragón. Poderes antiguos nunca vistos siguen ocupando estas salas.
Después de la cinemática:
- Sayeh al' Rajihd: Adelante, comandante. Te sigo.
Hablando con Sayeh antes de encontrarte con los primeros resurgidos:
- Sayeh al' Rajihd: El artefacto que buscamos estará en lo alto del templo. Hemos de ascender... con cuidado.
- Tengo una pregunta antes de continuar.
- Si sientes la necesidad... Pregunta, y que sea rápido.
- ¿Qué es este sitio?
- Este es el antiguo Templo de Abaddon, edificado antes de que los dioses se declararan la guerra y Abaddon fuera desterrado. Aquí aún hay una magia muy potente, así que debemos avanzar con cuidado.
- Tengo otra pregunta.
- Entendido. En marcha.
- ¿Cómo atravesamos todas esas puertas cerradas?
- Los fieles de Abaddon lo hacían a su antojo, así que tiene que haber una forma. Únicamente tenemos que descubrirla. Para cada puerta hay una llave... O, al menos, una abertura que podemos aprovechar.
- Tengo otra pregunta.
- Muy bien. Prosigamos.
- Ahora estoy listo para avanzar.
- Lo comprendo.
En encontrar a resurgidos:
- Sayeh al' Rajihd: Los resurgidos. ¡Levanta tu arma y lucha!
Tras derrotar el primer grupo de resurgidos:
- Sayeh al' Rajihd: Los resurgidos han reactivado las defensas del templo. Quizá nos retrase.
- Sayeh al' Rajihd: Sin embargo, encontraron el altar. Podemos encontrarlo.
Hablando con Sayeh (tras derrotar los resurgidos, pero antes de activar el primer orbe):
- Sayeh al' Rajihd: Esas bestias resurgidas se han hecho con el templo y lo han sellado fuertemente. Tenemos que encontrar un modo de acceder a las cámaras superiores.
- Tengo una pregunta. (continúa como arriba)
- Correcto.
En el primer Santuario de Abaddon:
- Sayeh al' Rajihd: Un santuario más que interesante. ¿Cuál es su propósito?
Activando el primer santuario:
- Sayeh al' Rajidh: El santuario ostenta un interruptor y una inscripción: "Solo los dignos pueden buscar a Abaddon. Si deseas avanzar, prepárate a ser puesto a prueba".
- Activar el interruptor.
- Marcharse.
Tras interactuar pero antes de activar el primer santuario:
- Sayeh al' Rajihd: ¿Ves el obelisco? La inscripción que hay en su base puede proporcionarnos la pista que necesitamos para avanzar.
- Iré a echar un vistazo.
Hablando con Sayeh después que aparezca el devoto:
- Sayeh al' Rajihd: Ha llegado el momento de luchar, comandante.
- Estoy listo.
Tras derrotar el Devoto de las profundidades:
- Sayeh al' Rajihd: Allí, junto al santuario. Podría ser ese.
En recoger la esencia:
- Sayeh al' Rajihd: Deberías comprobar la teoría con esa esencia. Mira a ver si puede colocarse en algún lugar donde sea útil.
Hablando con Sayeh tras recoger el orbe:
- Sayeh al' Rajihd: Esas criaturas deformes dejan algún tipo de esencial espiritual tras su muerte. Se supone que este lugar es espiritual. Tiene que haber un vínculo.
- Tiene sentido.
Examinando el primer orbe:
- Sayeh al' Rajidh: La inscripción del santuario reza: "Solo pueden avanzar aquellos que hayan completado la prueba. Coloca aquí la prueba de tu victoria y entra".
- Colocar la Esencia ilusoria. (si estás llevando una esencia)
- Marcharse.
Llevando la primera Esencia ilusoria al Orbe del templo:
- Sayeh al' Rajihd: Mira. La corriente cambia. El flujo marino cambia.
- Sayeh al' Rajihd: Seguro que entramos gracias a esos santuarios y orbes.
Hablando con Sayeh después de la activación:
- Sayeh al' Rajihd: Cada puerta que abrimos y cada escalera que ascendemos nos acercan más al Altar de los Secretos, y a nuestro objetivo.
- Tengo una pregunta. (continúa como arriba)
- Sigamos.
Activando cualquier otro Santuario de Abaddon:
- Santuario de Abaddon: Este santuario es idéntico al anterior, con la misma inscripción: "Solo los dignos pueden buscar a Abaddon. Si deseas avanzar, prepárate a ser puesto a prueba".
- Activar el interruptor.
- Marcharse.
Examinando cualquier otro Orbe del templo:
- Orbe del templo: Este santuario es idéntico al anterior, con la misma inscripción: "Solo pueden avanzar aquellos que hayan completado la prueba. Coloca aquí la prueba de tu victoria y entra".
- Colocar la Esencia ilusoria. (si estás llevando una esencia)
- Marcharse.
Llevando la segunda Esencia ilusoria al Orbe del templo:
- Sayeh al' Rajihd: Una barrera menos.
Hablando con Sayeh después de la activación:
- Sayeh al' Rajihd: Cada puerta que abrimos y cada escalera que ascendemos nos acercan más al Altar de los Secretos, y a nuestro objetivo.
- Tengo una pregunta.
- Si sientes la necesidad... Pregunta, y que sea rápido.
- ¿Qué es este sitio? (igual que arriba)
- ¿Entiendes cómo se abren las puertas?
- Eso creo. Activamos los santuarios, que alzan los espíritus de los fieles de Abaddon Los matamos, reunimos su esencia y la llevamos a los orbes sagrados. Los orbes la aceptan, las puertas se abren.
- Tengo otra pregunta.
- Muy bien. En marcha.
- Ahora estoy listo para avanzar.
- Sigamos.
Llevando la tercera Esencia ilusoria al Orbe del templo:
- Sayeh al' Rajihd: Es un gran avance.
Acercándote a los dos últimos Santuarios de Abaddon:
- Sayeh al' Rajihd: ¿Dos santuarios? Debemos de estar cerca del Altar de los Secretos, el centro del templo.
Examinando cualquier de los dos últimos Orbes del templo:
- Orbe del templo: Este santuario se corresponde con el que hay al otro lado de la puerta. Ostenta la inscripción: "Solo pueden avanzar aquellos que hayan completado la prueba. Coloca aquí la prueba de tu victoria y entra".
- Colocar la Esencia ilusoria. (si estás llevando una esencia)
- Marcharse.
Llevando las dos últimas Esencias ilusorias a sus Orbes del templo:
- Sayeh al' Rajihd: El altar debe de estar en la siguiente cámara. Ten cuidado.
- Sayeh al' Rajihd: Algo va mal. Tenemos que ser rápidos.
Hablando con Sayeh tras abrir la última puerta:
- Sayeh al' Rajidh: Con calma, comandante. Aquí hay algo... Algo peligroso. Lo noto.
- Estaré en guardia.
Entrando en el Altar de los Secretos:
- Ojo de Zhaitan: ¡Intrusos! Estas tierras pertenecen al dragón. Pronto, también serviréis a Zhaitan.
- Sayeh al' Rajihd: Ni hablar, esclavo. Solo servimos a nuestras promesas, y estas exigen tu muerte.
- Ojo de Zhaitan: Que así sea. A la muerte y más allá.
Hablando con Sayeh durante la lucha:
- Sayeh al' Rajidh: Ha llegado el momento de luchar, comandante.
- Estoy listo.
Luchando contra Azuldin:
- General resurgido Azuldin: Zhaitan exige tu muerte.
- General resurgido Azuldin: Sométete al dragón.
- General resurgido Azuldin: Criatura estúpida... ¡Muere, y el dragón te llevará!
- General resurgido Azuldin: ¡No, no, no! ¡El dragón está furioso!
Tras derrotar a Azuldin:
- Sayeh al' Rajihd: ¡El dragón ruge de miedo! Estos cimientos antiguos no soportarán el sonido.
- Sayeh al' Rajihd: Escapemos, rápido, o quedaremos sepultados.
Cinemática en la entrada del templo:
- Sayeh al' Rajihd: Bien luchado y bien ganado. Más que impresionante, aliado.
- <Nombre del personaje>: Ha acabado en victoria, pero hemos perdido el artefacto.
- Sayeh al' Rajihd: Cierto, pero hemos conseguido que un dragón conozca el miedo. Comandante, esa es una victoria para saborear.
- <Nombre del personaje>: Tal vez estemos a tiempo de rescatar a este. ¿Qué sabes de esa criatura a la que nos hemos enfrentado?
- Sayeh al' Rajihd: Nada con certeza. Lo que sí es seguro es que te acabas de topar con dos de los sirvientes más poderosos de Zhaitan y que se te han escapado.
- <Nombre del personaje>: No por mucho tiempo. Informaré a Trahearne de inmediato. A ver si podemos organizar una caza.
- Sayeh al' Rajihd: También llevaré estas noticias cuando vuelva de ser liberado de mi juramento. Que tus pasos sean implacables, cazador.
Después de la cinemática:
- Sayeh al' Rajihd: Sé despiadado, comandante. Pondré al tanto a Trahearne.
De vuelta a Fuerte Trinidad[editar]
- Trahearne: Disculpadme, amigos, pero debo hablar con el comandante.
- Trahearne: Mandaré a alguien a buscaros pronto. Gracias.
Hablando con Trahearne:
- Trahearne: Sayeh me ha puesto al corriente, pero me gustaría oír tu informe.
- No logramos llegar al final, pero vimos dos criaturas extraordinarias.
- Sí, un Ojo y una Boca. El Ojo me preocupa más. Siempre precede a un ataque de la hora de Zhaitan, así que debe convertirse en nuestra nueva prioridad.
- Estoy de acuerdo. ¿Cómo procedemos a encontrarlo y asesinarlo?
- Veo dos posibles caminos: o bien atraemos al Ojo con un cebo irresistible, o peinamos su territorio hasta encontrarlo. En cualquier caso, en cuanto lo localicemos, lo destruiremos.
- Cuéntame más cosas sobre la emboscada.
- Tenemos un espejo orriano encantado que debería atraer la atención del Ojo. Cuando aparezca, nos enfrentamos a él y lo matamos.
- Suena prometedor. Lo haré.
- Muy bien. Reuniré un escuadrón y me reuniré contigo en el Campo de Batalla Plagado. Tengo unos aliados especiales esperando unirse a nosotros.
- Os veré a todos allá.
- ¿Y el ataque directo? (ver abajo)
- Dame un momento para sopesarlo.
- Cuéntame más cosas sobre el ataque directo.
- Inundamos el territorio del Ojo de exploradores y soldados. En cuanto adquiramos información fiable sobre su paradero, irrumpimos en su emplazamiento y lo matamos.
- Me gusta la idea del ataque directo. Hagámoslo.
- Muy bien. Reuniré un escuadrón y me reuniré contigo al norte del Campo de Batalla Plagado. Tengo unos aliados especiales esperando unirse a nosotros.
- Os veré a todos allá.
- ¿Y la emboscada? (ver arriba)
- Dame un segundo para sopesarlo.
- Necesito un momento para pensar.
- Discúlpame un momento, por favor.
- Dame un momento para aclararme las ideas.
Hablando con Trahearne otra vez antes de escoger:
- Trahearne: Quedo a la espera para informarte de las operaciones. Cuando estés listo.
- Estoy preparado. (igual que "Estoy de acuerdo. ¿Cómo procedemos a encontrarlo y asesinarlo?")
- Todavía no.
Hablando con Trahearne otra vez tras escoger la emboscada:
- Trahearne: Tendré tropas esperando en el Campo de Batalla Plagado, comandante. Nos ayudarán a preparar la trampa para el Ojo de Zhaitan. Te veré allí.
- Hasta entonces, mariscal.
Hablando con Trahearne otra vez tras escoger la opción directa:
- Trahearne: Tendré un escuadrón preparado y me reuniré contigo al norte del Campo de Batalla Plagado de Orr. Atraeremos al Ojo y lo aniquilaremos.
- Nos vemos allí.
Curiosidades[editar]
Mi historia[editar]