Relámpagos del pasado
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Relámpagos del pasado
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Victoria o muerte
- Localización
- Costa del Repique Invernal
(Ribera Maldita)
Isla Repique Invernal
(Ribera Maldita) - Nivel
- 80
- Elección
- Plan del Priorato
- Precedido por
- Suministro aéreo
- Seguido por
- Contra la corrupción
- API
- 327
|
Pantalla de carga (primera instancia) 
Pantalla de carga (segunda instancia) |
Relámpagos del pasado es el paso de la historia personal para los jugadores de todas las razas que han escogido "Iré a buscar al escuadrón perdido" durante Adentrándose en Orr.
Objetivos[editar]
Usa el caldero abrasador contra la horda de Zhaitan.
- Reúnete con Laranthir de la selva en la Isla Repique Invernal.
- Acompaña a Laranthir y la tropa de ataque del Pacto hasta la zona de preparación.
- Asegura la zona de lanzamiento del caldero abrasador.
- Destruido: x/3 Tendones.
- Reagrúpate con Laranthir.
- Defiende el caldero mientras lo preparan.
- Confirma la muerte del príncipe Nekandezzar resurgido.
- Explora el subnivel oculto.
- Mata al auténtico príncipe Nekandezzar.
Localiza a Arda Chillaespiral en la Isla Repique Invernal.
- Reúnete con Laranthir en la Isla Repique Invernal.
- Busca pistas sobre el paradero de Arda.
- Amplía la búsqueda de Arda.
- Continúa la búsqueda de Arda.
- Continúa tras el rastro de Arda.
- Busca a Arda Chillaespiral.
- Mata a los resurgidos que atacan a Arda.
Recompensas[editar]
Clic aquí para editar los datos de recompensa
- Todas las profesiones
- 68 580
Orbe de reanimación
Saco de botín (3)
Potenciador heroico
Bote de refuerzo de armadura instantáneo
- Profesión específica
Uno de los siguientes: 
Leotardos de comando, Leotardos de escolta, Leotardos de infante
Uno de los siguientes: Pantalones de comando, Pantalones de escolta, Pantalones de infante
Uno de los siguientes: Calzas de comando, Calzas de escolta, Calzas de infante
Guía[editar]
- Caldero abrasador
Acompaña a Laranthir a lo largo de la costa sur de Isla Repique Invernal, derrotando a los resurgidos que aparecen en vuestro camino. Entonces despeja la zona de lanzamiento y derrota los 3 zarcillos que aparecen.
Cuando has asegurado la zona de lanzamiento, Arda tira el caldero abrasador pero se estrella en el proceso. Defiende a Barron mientras prepara el conjuro que destruye la Catedral Verde.
Junto con Laranthir, adéntrate en los restos de la catedral para aseguraros de que Nekandezzar está muerto. Baja por las escaleras a la parte inferior donde aparece el príncipe resurgido, rodeado de sus 4 guardas idénticos. Debes derrotar al verdadero que porta una espada carmesí, pero también puedes derrotarlos a todos a la vez.
- Arda Chillaespiral
Reúnete con Laranthir para buscar a Arda. Sigue las zonas marcadas y derrota a los diversos resurgidos que se oponen. Encuentras sus armas como rastro hasta que la encontráis a punto de ser atacada por resurgidos. Derrótalos, pero Arda está demasiado débil y no consigue sobrevivir.
PNJs[editar]
Aliados[editar]
- Varios
Enemigos[editar]
- Abominación de muerto viviente
- Abominación resurgida
- Apestador resurgido
- Araña resurgida
- Bruja resurgida
- Bruto resurgido
- Caballero resurgido
- Corruptor resurgido
- Despojador resurgido
- Devastador resurgido
- Escudero resurgido
- Pirata resurgido
- Príncipe Nekandezzar resurgido
- Putrefactor resurgido
- Siervo resurgido
- Subyugador resurgido
Objetos[editar]
- Catedral Verde
- Isla Repique Invernal
Diálogo[editar]
Catedral Verde[editar]
Cinemática en llegar:
- Laranthir de la Selva: El caldero está en camino, comandante. Tu piloto sabe lo que hace. Estoy seguro de que lo entregará.
- Laranthir de la Selva: Nuestro trabajo es despejar la zona de aterrizaje. ¿Te acuerdas de Barron y Fero? El priorato los envió a preparar el caldero cuando estuviera en su posición.
- Laranthir de la Selva: La resistencia enemiga depende de nuestros dos objetivos principales: la caldera y el príncipe Nekandezzar, líder de las fuerzas del Resurgimiento de allí.
- Laranthir de la Selva: Este último tiene una peculiaridad. Han acabado con él en varias ocasiones, pero sigue volviendo más fuerte que nunca.
- Investigador Barron: Esta vez no, jefe. Fero y yo estamos listos para la acción. ¡Veamos cómo se quita el viejo Nekkie un caldero abrasador de la cara!
En avanzar hacia la catedral:
- Investigador Fero: Si las cosas salen mal y nos matan a todos, te echaré la culpa a ti, Barron.
- Laranthir de la Selva: Estos aún no están muertos. No del todo. Desenfundad las armas.
- Laranthir de la Selva: Muchos han perdido la vida aquí. Esta catedral parece más un matadero. Vigilad.
- Laranthir de la Selva: Vienen del agua. ¡Impedid que continúen!
- Laranthir de la Selva: Patrullas por doquier. Tendremos que despejar la zona antes de poder avanzar.
- Laranthir de la Selva: Desplegaremos el caldero adelante. Ve delante, comandante.
Tras despejar la entrada:
- Laranthir de la Selva: ¡Artillería! Hemos de cerrar estos zarcillos antes de que la aeronave pueda liberar la carga explosiva.
- Laranthir de la Selva: ¡Avanza! No te conviertas en un blanco fácil.
Reagrupándote con Laranthir:
- Laranthir de la Selva: Es el último. Marcaré la zona de lanzamiento con humo.
- Laranthir de la Selva: Allí, cerca de las escaleras: ¡otro zarcillo! ¡Chillaespiral! ¡Frena ahora!
- Laranthir de la Selva: Aun sin la aeronave, podemos completar nuestra misión. ¡Aprisa!
- Investigador Barron: El caldero está intacto. Cúbreme, Fero. ¡Va a ser más complicado de lo que pensábamos!
- Investigador Fero: ¡No me esperes, amigo! Lleva tu carga; yo me ocupo de la mía.
- Laranthir de la Selva: Rápido. Nekandezzar reservará su principal tropa por si es una treta, pero puede intentar flanquearnos.
Mientras defiendes el caldero:
- Laranthir de la Selva: ¡Se aproximan por el sur!
- Laranthir de la Selva: ¡Se aproximan enemigos por el norte!
- Laranthir de la Selva: Mira hacia el oeste. Se aproximan enemigos.
- Laranthir de la Selva: ¡Bajan por las escaleras, directos hacia nosotros!
- Laranthir de la Selva: ¡Vienen de vuelta! ¡Ojo con las escaleras!
- Laranthir de la Selva: ¿Por qué paramos, Barron? ¡Esto se eterniza!
Cinemática tras defender el caldero:
- Investigador Fero: ¡Vaya, que me trencen las orejas! Puede que esos antiguos jefecillos de la Legión de la Llama fueran unos mequetrefes malvados y opresivos, pero sabían encantar un arma.
- Investigador Barron: ¡Muy bien! Eso es una fogata, sí señor. Ahora solo tenemos que barrer las cenizas y dar con tu amiga la piloto.
- Laranthir de la Selva: Aún no. Lo siento, pero esta misión todavía no ha terminado. Ahora tendrá que esperar hasta que nos cercionemos de que Nekandezzar está realmente muerto.
- Investigador Barron: ¿Que qué? Créeme, ahora mismo el viejo Nekkie no es más que un montón de despojos. Nada podría haber soportado eso. ¡Nada!
- Laranthir de la Selva: Si se tratara de otra persona, estaría contigo. Pero no sería la primera vez que Nekandezzar escapa a una muerte segura. Esta vez tenemos que estar seguros.
- <Nombre del personaje>: Pues en marcha. Cuanto más tiempo nos lleve, menos probabilidades tendrá Arda. Monta una guardia en el caldero y sígueme.
Mientras exploras la Catedral Verde:
- Laranthir de la Selva: Cuidado con el suelo. Algunos de estos "cadáveres" aún albergan vida... y fuego.
- Laranthir de la Selva: Mira. Parece que esa zona más baja se libró de la explosión. Nekandezzar podría estar ahí abajo.
- Laranthir de la Selva: Tanta destrucción. Incluso antaño, los charr eran un enemigo temible.
Cuando bajas a la zona inferior:
- Príncipe Nekandezzar resurgido: Al fin se revelan mis cazadores. Ha sido un espectáculo muy apasionado.
- Príncipe Nekandezzar resurgido: Lo del caldero ha sido osado, pero no os salvará.
- Príncipe Nekandezzar resurgido: Sois adversarios dignos, pero acabaréis siendo carne de dragón.
- Príncipe Nekandezzar resurgido: Soy el príncipe Nekandezzar, portador del Filo carmesí, el Gran impostor. (los cuatro príncipes a la vez)
Mientras luchas contra los príncipes:
- Laranthir de la Selva: ¡Cuidado! Esos señuelos no son ilusiones. Son su guardia personal.
- Laranthir de la Selva: Era un señuelo. Los alimenta el mismo Nekandezzar. Solo tenemos que identificar el original.
- Príncipe Nekandezzar resurgido: Triunfaré, porque soy legión. Si me hacen caer, volveré a alzarme.
- Laranthir de la Selva: Estos disfraces no son perfectos. ¡Buscad la diferencia que los distingue!
- Príncipe Nekandezzar resurgido: Triunfaré, porque soy legión. Si me hacen caer, volveré a alzarme.
- Laranthir de la Selva: ¡Busca el Filo carmesí! El auténtico príncipe blande una espada forjada con sangre. ¡Encuéntralo!
- Príncipe Nekandezzar resurgido: Triunfaré, porque soy legión. Si me hacen caer, volveré a alzarme.
Cinemática tras derrotar al príncipe:
- Laranthir de la Selva: Por fin. Nekandezzar ya no está, y la catedral es nuestra. Una gran victoria.
- Laranthir de la Selva: Hemos incapacitado la máquina de guerra de los resurgidos. Por primera vez, el ejército de Zhaitan está totalmente a la defensiva. Un gran trabajo, comandante.
- <Nombre del personaje>: Lo mismo digo, adalid. Pero no brindaré hasta que encontremos a nuestra piloto.
- Laranthir de la Selva: Claro. Abarcaremos más terreno si nos separamos. Mi pelotón y yo te ayudaremos a peinar todo este campo de batalla.
- Laranthir de la Selva: No pierdas la esperanza. Hace poco que conozco a Chillaespiral, pero tiene pinta de ser fuerte. Si alguien puede sobrevivir a ese accidente, esa es ella.
Hablando con tus aliados:
- Laranthir de la Selva: Cuando la misión haya concluido, iremos a buscar a Arda. Cuando acabemos aquí, me reuniré contigo y buscaremos el lugar del accidente.
Estaré listo. Arda hizo que esto fuese posible. No la abandonaré.
- Investigador Barron: ¡Hola! No se ven explosivos así todos los días, ¿verdad? Anda que los viejos ancestros no sabían de devastaciones, ¿que no?
Y tanto, Barron.
- Veo que ya vas captando la jerga, prenda. Pero no te quedes aquí de cháchara con el menda. Tienes que ir a pillar a esa piba piloto.
- Así es. Adiós, Barron.
- ¿Incluso mejor que un cañón sónico? (si has completado El sonido de la lanza psi)
- No, pero no me compares el queso con las catapultas, colega. Los cataclismos de fuego y los estallidos ensordecedores son conejos de colores distintos, listillo.
- No te lo discuto porque no sé lo que significa eso.
- Ah, sabes más de lo que parece. Pero no es momento de lecciones de elocuencia par parte del menda. Tienes que ir a pillar a esa piba piloto.
- Tienes razón. Gracias por tu ayuda, Barron.
- Hasta luego.
- Investigador Fero: No me extraña que Barrón esté tan chalado. Si mis predecesores hubiesen creado un cuenco que explotase de esa manera, yo también tendría murciélagos batiendo las alas en la azotea.
- Ya veo por qué hacéis tan buen equipo: por la comunicación.
- Aunque me fastidia un poco lo de esa aviadora perdida. Esa charr sabía manejarse en una aeronave, la verdad. Espero que la encuentres cuanto antes.
- Gracias. Yo también.
- Esto es el grito lejano de artillería sónica en el país draga. (si has completado El sonido de la lanza psi)
- Es bien cierto. Aunque me fastidia un poco lo de esa aviadora perdida. Esa charr sabía manejarse en una aeronave, la verdad. Espero que la encuentres cuanto antes.
- Gracias, Fero.
- Hasta luego.
Isla Repique Invernal[editar]
Cinemática en llegar:
- <Nombre del personaje>: Nada hasta el momento, comandante. Y con todas las patrullas de muertos vivientes en la zona, la búsqueda está resultando más complicada de lo que esperaba.
- Laranthir de la Selva: Me preocupa que aunque Arda haya sobrevivido al accidente, lo que el enemigo le puede hacer es mucho peor que la muerte.
- <Nombre del personaje>: Entonces tenemos que ampliar nuestra búsqueda. Iré a las laderas cercanas a la costa.
- Laranthir de la Selva: Estoy contigo. Pero debemos tener cuidado y tomarnos las cosas con calma. Si nos tienden una emboscada antes de encontrar a Arda, no podremos ayudarle.
Hablando con Laranthir de la Selva:
- Laranthir de la Selva: No descansaremos hasta encontrarla, comandante. Ya hemos perdido a demasiados héroes en Orr.
- De acuerdo. Sigamos avanzando.
Mientras buscas a Arda:
- Laranthir de la Selva: Allí está la aeronave. Sin embargo, no veo su cuerpo.
- Laranthir de la Selva: Mira. La espada de Arda. Ha sobrevivido al accidente.
- Laranthir de la Selva: ¿Ves esas patrullas? También estarán buscándola. ¿Nos enfrentamos a ellos o nos escabullimos?
- Laranthir de la Selva: Muchos cuerpos. Definitivamente, Arda estaba ahí. Hay que darse prisa: la están buscando.
- Laranthir de la Selva: La pistola de Arda. Debió tirarla cuando se quedó sin munición. Eso no me gusta.
- Laranthir de la Selva: Allí está. Y está en apuros. ¡Vamos, hay que moverse!
Cuando llegas hasta Arda Chillaespiral:
- Arda Chillaespiral: Sabía que me hallarías, pero... ya no hay rescate que valga. Dime... ¿Los vencimos, jefe?
- Laranthir de la Selva: Los derrotamos. La catedral, Nekandezzar y más muertos vivientes de los que podrías contar... El caldero que entregaste los aniquiló.
- Arda Chillaespiral: Bien. Ojalá... hubiera podido verlo.
- Laranthir de la Selva: Aguanta, Arda. ¿Arda?
Cinemática:
- Laranthir de la Selva: Lo siento, comandante. Arda ya no está con nosotros. Fue una pieza clave para el éxito de la misión. Me encargaré de que se le rinda tributo.
- <Nombre del personaje>: Gracias. Arda era valiente y cumplió con su deber. La echaremos de menos. Pero debemos seguir avanzando.
- <Nombre del personaje>: Estamos a punto de asestar el golpe mortal a Zhaitan y su ejército. No podemos permitirnos esperar.
- Laranthir de la Selva: Sí. Trahearne está esperando cerca de la Cumbre del Entrometido para ponernos al tanto sobre la ofensiva final. Adelántate y ponlo al tanto. Yo me ocuparé de Arda.
Hablando con Laranthir de la Selva:
- Laranthir de la Selva: Lo siento, comandante. No conocía mucho a Arda. Me atrevería a decir que ninguno de nosotros la conocía bien, pero mientras estuvo aquí fue justo el tipo de soldado que el Pacto necesitaba y no se podía permitir el lujo de perder.
- Pienso ver a Zhaitan pagar por todas las vidas que se han desperdiciado en esta guerra.
Curiosidades[editar]
Notas[editar]
Al completar este segmento de la historia, se muestra Pistola de Arda en el diario de historia.
Mi historia[editar]
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