Una trampa frustrada
Una trampa frustrada
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- La forja de una leyenda
- Localización
- Ascenso de Hangrammr
(Colinas del Caminante) - Nivel
- 10
- Raza
- Norn
- Elección
- Proteger a los espíritus
- Precedido por
- La rabia de los minotauros
- Seguido por
- La forma del espíritu
Un buen trago se merece otro - API
- 165
Pantalla de carga |
Una trampa frustrada es parte de la historia personal para los personajes norn que han escogido proteger a los espíritus en la creación de personaje.
Objetivos[editar]
Protege el Minotauro de los Hijos de Svanir.
- Reúnete con Eir en el Ascenso de Hangrammr.
- Encuentra el Espíritu del Minotauro.
- Derrota a los Hijos de Svanir.
- Habla con Eir para decidir el siguiente paso.
Recompensas[editar]
Guía[editar]
Habla con Eir, sube cuesta arriba y limpia el campamento de Hijos de Svanir. Si quieres puedes revivir a los PNJs, Linnea te seguirá si se lo pides y Bjarni te otorga regeneración por un minuto. Entonces cruza el puente, donde encuentras al espíritu del Minotauro rodeado de Hijos de Svanir. Rescata el espíritu derrotando a los Hijos, y entonces elige cómo proceder, emborrachándoles (Un buen trago se merece otro) o con la ayuda de los minotauros (La forma del espíritu).
PNJs[editar]
Aliados[editar]
Enemigos[editar]
- Norn
Objetos[editar]
- Balista
- Trampa de minotauro
Diálogo[editar]
Cinemática con Eir Stegalkin:
- <Nombre del personaje>: Estamos cerca, pero también los Hijos de Svanir. Veo muchas huellas que se superponen a las del Minotauro. Se están acercando.
- Eir Stegalkin: Los Hijos se están moviendo en partidas pequeñas. Si tenemos cuidado, podemos eliminar a un grupo cada vez sin que se den cuenta.
- <Nombre del personaje>: Una táctica ingeniosa. Me gusta, siempre que "cuidado", no signifique "suavidad".
- Eir Stegalkin: De eso nada. Simplemente no llames la atención. Aparte de eso, podemos darles lo fuerte que queramos.
- <Nombre del personaje>: Eso es lo que quería oír. Comencemos.
Mientras te acercas a los Hijos de Svanir:
- Hijo de Svanir: Seguir el rastro de un espíritu en la nieve es más difícil de lo que creía. ¡Desplegaos y encontrad el rastro!
- Hijo de Svanir: Qué estupidez. ¿Cómo demonios vamos a atrapar a un espíritu?
- Hijo de Svanir: Ya falta menos. El minotauro no puede haber ido lejos.
Tras revivir y hablar con Linnea:
- Linnea: Los minotauros no me interesan, pero ningún animal se merece tal tormento. Ojalá pudiera ayudar.
- Puedes unirte a mi cuando quieras, pero es un trabajo difícil. Prepárate para luchar.
- ¡Puedes! ¡Coge un arma, prepárate para la batalla y sígueme! Arreglaremos las cosas.
- ¡Es la oportunidad de alcanzar la gloria que estaba esperando! ¡Hombro con hombro con <Nombre del personaje>! Te seguiré.
- Perfecto. No te alejes, sigue con vida y pronto beberemos para celebrar nuestra victoria.
- Si quieres ayudar, ayuda. Ven conmigo y haremos que los Hijos de Svanir paguen. (igual que arriba)
- Me gusta tu actitud, seguro que tu habilidad para el combate está a la par. ¡Vamos! (igual que arriba)
- Gracias, pero no necesito ayuda.
Tras revivir y hablar con Bjarni:
- Bjarni: He oído lo que los Hijos de Svanir les están haciendo a los pobres minotauros. Me alegro de que vayas a detenerlo. ¿Hay algo que pueda hacer yo?
- Por eso vamos a ganar, trabajaremos juntos. Estaré encantado de aceptar tu ayuda.
- No es mucho, pero... toma. Esto debería ayudarte.
- Gracias. Haré un buen uso de él. Adiós.
- Me honras. ¿Cómo podría negarme? Dame lo que tengas. (igual que arriba)
- Si quieres unirte a mí y castigar a los Hijos de Svanir, te escucho. (igual que arriba)
- No, pero gracias de todos modos. Adiós.
Hablando con Eir:
- Eir Stegalkin: Los Hijos de Svanir son monstruos. Destruir un espíritu daña la propia alma de la naturaleza.
- Vamos a mostrarles qué se siente cuando te patean y te cornean.
- ¡Ja! Me gusta por dónde vas: "Si te metes con el Minotauro, te clava los cuernos".
- Exacto.
- Incluso así, el Minotauro debe dejar de atacar caravanas inocentes.
- Haremos que así sea, cueste lo que cueste. Si no somos capaces de convencer al Minotauro de que no somos sus enemigos, tendremos que usar la fuerza.
- De acuerdo. Y si lo hacemos, me ocuparé de que los Hijos paguen por ello.
- Pagarán por esto. Ojalá no lleguemos tarde para detenerlos.
Cuando Linnea te sigue:
- Linnea: Tú guías, Asesino.
- Pero si dijiste que no te interesaban los minotauros...
- Son un peligro y no muestran ningún respeto hacia la Liebre Patasblancas, mi espíritu, pero no alcanzan a los Hijos en maldad. Además, los espíritus menores deben mantenerse unidos, ¿no?
- Cierto. Me alegro de tenerte entre nosotros. ¡Vamos!
- De acuerdo. Prepárate, porque las cosas se van a poner muy feas.
- Si los Hijos de Svanir están metidos en esto, cuanta más violencia se use, mejor.
- Es justo lo que quería oír. En marcha.
- Gracias. Me gusta compartir la experiencia de darles una buena tunda a los Hijos. Vamos.
- Garm: ¡Guau! ¡Guau!
- Tú lo has dicho, Garm.
Cinemática al encontrar el espíritu del Minotauro:
- Eir Stegalkin: Calma, Garm. Ahí está. El espíritu del Minotauro. Los Hijos de Svanir lo tienen rodeado.
- <Nombre del personaje>: Por ahora. ¡Eh! El espíritu del Minotauro está bajo nuestra protección. Bajad las armas y retroceded.
- Jarngrimm: Nunca. ¡Esta es nuestra presa, sois unos furtivos!
- <Nombre del personaje>: Cazaré furtivamente tu cabeza y la colgaré en los cuernos de alce en Hoelbrak. ¡Ahora, atrás! ¡Última oportunidad!
- Jarngrimm: ¡Matadlos, hermanos! ¡El siervo del dragón debe alimentarse!
Durante la lucha contra los Hijos de Svanir:
- Jarngrimm: ¡Mata a estos perros rabiosos!
- Jarngrimm señala a <Nombre del personaje>.
Cinemática tras derrotas a los Hijos de Svanir:
- Eir Stegalkin: Calma, Asesino. El espíritu sabe que no somos enemigos. Mira más de cerca. Verás reconocimiento en sus ojos, y un fuerte sentimiento de gratitud.
- Eir Stegalkin: Ahora mira sus heridas, lo demacrado y débil que está. ¿Ves el barro en sus pezuñas?
- <Nombre del personaje>: Parece que viene de los Acantilados Ensombrecidos. Es probable que recibiera el barro y las heridas en el mismo lugar.
- Eir Stegalkin: Y allí es donde los encontraremos, a los Hijos y a los minotauros cautivos. Entonces, ¿cómo esquivamos a los guardias para rescatar a los prisioneros?
- <Nombre del personaje>: Podríamos disfrazarnos de mercaderes de cerveza, emborrachar a los Hijos y colarnos.
- Eir Stegalkin: Bien. O podrías pedir la bendición del Minotauro. Si te transformara en un minotauro, podrías estar lo bastante cerca para liberarlos.
- Eir Stegalkin: Entonces... ¿engañamos a algún Hijo borracho, o causamos una estampida de minotauros? Avísame cuando decidas. Las leyendas tienen que aprender a tomar decisiones como esta.
Hablando con tus aliados:
- Eir Stegalkin: ¿Qué plan prefieres para liberar a los minotauros? ¿Transformarte en uno o engañar a los Hijos de Svanir?
- Acepta la bendición del minotauro y transfórmate en unos de ellos. (Conduce a La forma del espíritu)
- Bien. Una vez te hayas transformado, reúne a la manada. Los minotauros te seguirán. Pasarán como una estampida sobre los Hijos de Svanir, de ser necesario. Buena suerte.
- No te preocupes por mí. Esta vez, será la presa quien atrape al cazador.
- Los Hijos de Svanir parecen estar sedientos. Nos disfrazaremos de mercaderes de cervezas. (Conduce a Un buen trago se merece otro)
- Ah, claro. ¡La cerveza soluciona muchos problemas de la vida! Te veré delante del corral de los minotauros, con un disfraz y un carro de cerveza.
- Odio malgastar la bebida con esa basura Svanir. Al menos es por una buena causa.
- Sí, pero no esperes que los guardias se lo beban y se arrodillen sin más. Debemos usar la cerveza como distracción. Así será más fácil acabar con ellos.
- No te preocupes. No aplastaré cabezas hasta que todo el mundo esté bien borracho.
- Necesito más tiempo para pensarlo.
- Linnea: ¡Por los bigotes de la Liebre que esto ha sido divertido!
- No conozco a esa Liebre, paro parece un personaje fascinante.
- ¡La Liebre Patasblancas! Es uno de los espíritus menores, pero es tan lista como el Cuervo, tan leal como el Lobo y tan fuerte como la Osa... Bueno, sus patas al menos sí lo son. Creo.
- Entonces consagraremos esta victoria a la Liebre Patasblancas.
- ¿La Liebre? ¿Acaso es un espíritu de la naturaleza?
- ¡Claro, la Liebre Patasblancas! Es un espíritu, sí, aunque no uno de los grandes. Es ágil, sedosa, astuta... y le pierden las verduras de raíz.
- Interesante. Le presentaré mis respetos si alguna vez paso por su santuario.
- No podría estar más de acuerdo.
- Espíritu del Minotauro: El espíritu del Minotauro irradia una fuerza desmedida y una astucia salvaje. Observa con mirada predadora mientras se pregunta si ante sus ojos se halla un ser amigo o enemigo.
- Estoy contigo, minotauro. Juntos, detendremos a los Hijos de Svanir y salvaremos a tu pueblo.
- El espíritu del Minotauro bufa y baja los cuernos, dando su reconocimiento a la sentida declaración.
- Rescataré a tus seguidores, Minotauro. Lo juro.
- ¡Espíritu! He venido a ayudarte. Reserva el fuego de tu mirada para los Hijos de Svanir.
- El espíritu del Minotauro bufa y baja los cuernos, dando su reconocimiento a las fuertes palabras.
- Rescataré a tus seguidores, Minotauro. Lo juro.
- Estoy de tu lado, poderoso espíritu. Los únicos que deberían temerme son tus enemigos.
- El espíritu del Minotauro bufa y baja los cuernos, dando su reconocimiento a la ayuda.
- Rescataré a tus seguidores, Minotauro. Lo juro.
- Puedes contar conmigo. Te avisaré cuando haya rescatado a tu gente.