Un arma de leyenda
Un arma de leyenda
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- La forja de una leyenda
- Localización
- El Gran Albergue
(Hoelbrak)
Símbolo Kresdor
(Colinas del Caminante)
Cuenca de Escarcha
(Hoelbrak) - Nivel
- 10
- Raza
- Norn
- Elección
- Derrotar a nuestros enemigos ancestrales
- Precedido por
- La Gran Caza
- Seguido por
- Los discípulos del Dragón
- API
- 155
Un arma de leyenda es parte de la historia personal para los personajes norn que han escogido "Derrotar a nuestros enemigos ancestrales" en la creación de personaje y han completado el tutorial La Gran Caza.
Objetivos[editar]
Beigarth el Herrero desea hablar conmigo. Se encuentra en Hoelbrak.
- Habla con Beigarth en Hoelbrak.
Obtén el acero de Deldrimor de los jotun.
- Viaja a las cuevas jotun.
- Busca el acero de Deldrimor.
- Reúne el acero de Deldrimor.
- Investiga el altar
Devuélvele a Beigarth el acero de Deldrimor.
- Vuelve hasta Beigarth, en Hoelbrak.
Dile a Eir que los jotun están adorando a Jormag.
- Habla con Eir Stegalkin.
Recompensas[editar]
Clic aquí para editar los datos de recompensa
- Todas las profesiones
- 2641
- 50
- Saco de cuero (8 casillas)
- Saco de botín (3)
- Profesión específica
- Uno de los siguientes: Guanteletes de malla de cadena, Guanteletes de malla guarnecida, Guanteletes de escamas
- Uno de los siguientes: Brazales de cuero sin curtir, Brazales de tirador, Brazales de cuero tachonado
- Uno de los siguientes: Guantes de tela, Guantes de lino, Guantes de terciopelo
Guía[editar]
Encuentra a Beigarth el Herrero en el Gran Albergue en Hoelbrak. Está al lado del diente de Jormag. Cuando hables con él te pedirá encontrar acero de Deldrimor.
En la instancia en las Colinas del Caminante, acaba con los jotun que patrullan la entrada de la cueva. Rescata a Lundvarr el Intrépido, y entra en la cueva para investigar. Acaba con los jotun que hay dentro para poder coger el acero e investigar el altar a Jormag.
Vuelve con Beigarth en Hoelbrak, quien te manda a hablar con Eir, en la Finca del Cantero en Hoelbrak.
PNJs[editar]
Aliados[editar]
- Canino
- Annja
- Baeger
- Beigarth el Herrero
- Effja
- Eir Stegalkin
- Guerrera (muerta)
- Leñador (muerto)
- Lugareño (muerto)
- Lundvarr el Intrépido
- Somke
Enemigos[editar]
Objetos[editar]
- Montón de abalorios diminutos
- Santuario del Dragón de Hielo
Diálogo[editar]
Correo recibido al llegar a nivel 10:
Beigarth el Herrero Te aguarda un desafío en Hoelbrak ¡Salve, Asesino de Issormir! Me han llegado noticias de tu victoria en la Gran Caza y la propia Eir Stegalkin me ha recomendado que contacte contigo. Tengo un desafío para ti, que será muy beneficioso para ambos si lo aceptas. Espero tu llegada a Omnipotencia, en Hoelbrak, ¡pero la gloria no espera a ningún norn! ¡Ven a verme y te garantizo que nuestras leyendas crecerán! —Beigarth el Herrero |
El Gran Albergue[editar]
Hablando con Beigarth el Herrero:
- <Nombre del personaje>: ¡Beigarth el Herrero! ¿Qué quieres del mejor Asesino de la temporada?
- Beigarth: Tienes una tremenda confianza para ser tan joven. Me recuerdas a mí, después de ganar la Gran Caza... Pero eso fue hace mucho tiempo.
- Beigarth: Preferí la herrería a la caza, y nunca me he arrepentido. Ahora debo forjar mi obra maestra, ¡un arma capaz de partir el diente de Jormag!
- <Nombre del personaje>: Nada le ha hecho más que un rasguño a ese diente en más de cien años. ¿Por qué crees que puedes fabricar algo que lo logre?
- Beigarth: Acero de Deldrimor. Si consigo la cantidad suficiente, fabricaré un arma que destrozará montañas.
- Beigarth: El secreto de la aleación se perdió con los enanos, pero yo puedo fundir las reliquias que quedan para conseguir el acero que necesito. Han aparecido artefactos así en una cueva jotun cera de Fiordograwl.
- Beigarth: Por eso mandé a buscarte. Si derrotas a los jotun y consigues los artefactos que necesito para forjar el arma, quizás tengas el honor de portarla. ¿Te interesa?
- <Nombre del personaje>: ¿Que si me interesa? ¡Ja! ¡Voy a por todas! ¡Prepara tu forja para el metal de los enanos, herrero!
Hablando con Beigarth otra vez antes de ir a Fiordograwl:
- Beigarth: Estoy esperando a que me impresionen. ¿Y mi acero de Deldrimor? Venga, muéstrame algo del ímpetu que te consiguió una plaza en la Gran Caza.
- Antes de irme, ¿me puedes contar algo sobre Jormag y los Hijos de Svanir?
- Jormag es uno de los dragones ancianos, el de hielo. Cuando se alzó, expulsó a nuestra gente de sus hogares en los Picosecalofriantes. Knut Osoblanco nos trajo aquí y nos prometió que algún día regresaríamos para reclamar nuestras tierras.
- Era todo lo que necesitaba saber. Volveré pronto con tu acero de Deldrimor.
- Será un día glorioso. ¿Y los Hijos?
- Los Hijos de Svanir decidieron que Jormag era el depredador supremo, un ser digno de adoración. Ahora veneran al dragón de hielo como si de un espíritu de la naturaleza se tratara. Para ellos, la brutalidad es más admirable que el honor.
- Gracias por la información. Volveré pronto con tu acero de Deldrimor.
- No me metas prisa, herrero. Te conseguiré el acero.
Símbolo Kresdor[editar]
Al llegar:
- Jotun: ¡Corre, gusano! ¡Corre antes de que te arranque los brazos y los utilice para golpearte hasta la muerte!
Acercándote a las cabañas jotun:
- Lundvarr el Intrépido: ¡Necesito ayuda! ¡Estos asquerosos zoquetes quieren matarme!
Tras matar los jotun:
- Lundvarr el Intrépido: Gracias. Puedo apañármelas desde aquí, pero dentro hay más prisioneros.
- Lundvarr el Intrépido: Los Hijos los arrastraron allí, y luego oí gritos. No os preocupéis por mí, ¡ayudadlos!
Al entrar en la cueva:
- Jotun: Haremos una ofrenda. Un cazador que se acercó demasiado. Es fuerte. Su sacrificio nos otorgará poder.
- Jotun: Arrasaríamos heredades enteras sin este "dragón". Esta ceremonia es una pérdida de tiempo.
- Jotun: Es esta actitud impía la razón de nuestro declive. No quieras abrazar la ignorancia tan rápido.
- Jotun: ¡Vivimos igual que los animales! La ignorancia en confiar en que otros nos salvarán. Será nuestra perdición.
Acercándote al altar:
- Jotun: ¡Jormag, escúchanos! Danos la fuerza para reclamar lo que es nuestro.
- Jotun: Jormag, danos fuerzas.
- Jotun: Acepta esta ofrenda de sangre y hueso. Haz tuyos nuestros enemigos y los tuyos serán nuestros.
- Jotun: Jormag, danos fuerzas.
- Jotun: En tu nombre los destruiremos a todos. Gobernaremos esta tierra una vez más. ¡Jormag, danos fuerzas!
- Jotun: Jormag, danos fuerzas.
Interactuando con los objetos:
- Santuario del Dragón del Hielo: Parece ser que este escabroso santuario está dedicado al dragón anciano Jormag. En el altar yace destrozado el cadáver de un norn recién fallecido.
- Vete del santuario.
- Escupe en el santuario. (Bruto)
- Tu escupitajo se hiela en el aire y se rompe en mil pedazos sobre la gélida piedra del altar.
- Vete del santuario.
- Rinde tus respetos a los caídos.
- Un respetuoso silencio inunda la cueva. El santuario está listo para tu discurso.
- Ahora descansa, cazador. Que los espíritus de la naturaleza te guíen hasta tu recompensa en la Niebla.
- Tus solemnas palabras resuenan en toda la cueva.
- Vete del altar.
- No te conozco, pero el responsable de esto morirá ahogado en sangre. Lo juro.
- Tu macabro voto resuena en toda la cueva.
- Vete del altar.
- Siento no haber podido ayudarte, pero prometo que nadie más acabará así.
- Tus cálidas palabras resuenan en toda la cueva.
- Vete del altar.
- Marcharse.
- Santuario del Dragón del Hielo: El santuario sigue igual. Aquí no hay nada más que ver. (interactuando por segunda vez)
- Marcharse.
- Montón de abalorios diminutos: Los artefactos de Deldrimor brillan con una luz extraña.
- Hazte con los artefactos.
El Gran Albergue[editar]
Volviendo con Beigarth:
- <Nombre del personaje>: Te he traído acero de los enanos, herrero. También vi los cuerpos de los demás cazadores que enviaste. Esos jotun adoran al dragón de hielo.
- Beigarth: ¡Por el aliento de la Osa! ¡No lo sabía! Me quedaré el acero, pero no puedo hacer nada respecto a los jotun. Sin embargo, conozco a alguien que sí puede...
- Beigarth:¿Te suena Eir Stegalkin? Alta, guapa... viaja con un enorme lobo negro. Mató a uno de los tenientes más poderosos del dragón de hielo.
- <Nombre del personaje>: Claro. Lucho junto a mí contra Issormir y he oído canciones de sus legendarias gestas en muchos festines.
- Beigarth: Ella podría ayudarnos. Y no es por cotillear, pero creo que desde la Gran Caza tiene un gran interés por ti.
- <Nombre del personaje>: ¿Por mí? ¿Por qué?
- Beigarth: A decir la verdad, no lo sé. Quizá la impresionaste. En cualquier caso, pregúntale por ese tema de los jotun y seguro que te echa una mano.
Hablando a Beigarth:
- Beigarth: Gracias por tu ayuda, <Nombre del personaje>, pero ansío ponerme a trabajar con el acero de Deldrimor. Las grandes armas no se forjan solas, ¿sabes?
- Que lo forjes bien, Beigarth.
Finca del Cantero[editar]
Acercándote a Eir y a Garm:
- Eir Stegalkin: Quieto, Garm. Sabes que no puedo esculpirte como es debido si te remueves.
- Eir Stegalkin: ¡Ah, no queda bien! Nunca... ¿Qué, Garm? ¿Viene alguien?
- Eir Stegalkin: Muy bien. Lo dejaremos por ahora. Quizá la próxima salga mejor.
Hablando con Eir:
- Eir Stegalkin: Me alegro de volver a verte, Asesino. Pareces preocupado. ¿Qué pasa?
- <Nombre del personaje>: He ido a las cuevas jotun cerca del Fiordograwl. Están adorando al dragón anciano Jormag.
- Eir Stegalkin: Los jotun respetan sus tradiciones hasta el fanatismo. No adorarían a Jormag. A menos que... ¿Qué sabes acerca de los Hijos de Svanir?
- <Nombre del personaje>: Sé que son los idiotas que adoran al dragón de hielo como un espíritu de la naturaleza.
- Eir Stegalkin: Según lo que viste, estos jotun también. Deben de estar relacionados. Hay Hijos de Svanir cerca del Campamento de Hirbadd. Podrían estar implicados.
- Eir Stegalkin: Sin duda, esto es digno de la atención de un Asesino. Si estás dispuesto, Garm y yo te veremos allí. Vamos a ver si podemos convencer a los Hijos de que nos cuenten lo que está pasando.
- <Nombre del personaje>: Suena perfecto. Eir Stegalkin, codo con codo con el Asesino de Issormir. ¡Los escaldos cantarán sobre esto durante generaciones!
- Eir Stegalkin: Cuidado: los escaldos también cantan acerca de nobles cazadores que sufren terribles muertes. Pero con la ayuda del Lobo, les daremos algo mejor. Te veo allí.
Hablando otra vez con Eir Stegalkin:
- Eir Stegalkin: ¿Estás listo para este desafío, Asesino? Tenemos que enfrentarnos a los Hijos de Svanir que hay cerca del Campamento de Hirbadd.
- Estoy listo. En marcha.
Hablando con los norn en la finca:
Acercándote a Baeger y a Somke:
- Baeger: Mira qué destreza. Tiene el mismo talento como escultora que como gladiadora.
- Somke: Tiene un talento increíble... pero parece tan sola... ¿Dónde están sus amigos?
- Baeger: Mientras me esculpa igual de guapo que en la realidad, me trae sin cuidado.
- Baeger: ¡Eh, tú eres el Asesino de Issormir! ¿Has venido a que Eir te haga una estatua?
- Buen objetivo, pero dicen que es muy selecta con sus modelos.
- ¡Aún no me conoce! Claramente quiere tallar a alguien digno de su talento, y ese alguien soy yo.
- Buena suerte con eso. Vigilaré de cerca tu original de Eir Stegalkin.
- No, he venido por un asunto más urgente.
- Somke: Las esculturas de Eir son fantásticas, pero ojalá siguiera saliendo de aventura. Los dragones siguen ahí fuera. Me pregunto a qué estará esperando.
- Tal vez sea una treta. Podrían haberse retirado para volver con más fuerza.
- Puede que tengas razón. O tal vez ande buscando la compañía adecuada para sus aventuras. ¡Eso sí que estaría bien!
- No hagas caso a los rumores. Ya tiene a Garm. ¿Qué más necesita?
- Eir ha hecho grandes cosas. Hará más cuando esté lista.
Acercándote a Effja y a Annja
- Annja: Por el pico del Cuervo, qué estatua tan fea.
- Effja: ¿De qué estás hablando? Es increíble. El tallado es impecable.
- Annja: No me meto con su arte, solo con la elección temática. Ese patán no se merece un monumento.
- Effja: El arte es complicado. Hay que pararse a pensar para apreciarlo. El tema de una obra de arte no importa, siempre que sea una buena interpretación. ¿Lo entiendes?
- Como una bonita canción sobre un perro feo.
- ¡Bien dicho! Es espiritual. ¡El Cuervo me brinda claridad mental para distinguir el bien, y la Osa me otorga fuerza bruta para aplastar a los malvados!
- ¡Ja! Hay muchos norn artistas, pero creo que críticos de arte no había.
- No. Puedo "representar" lo que los dolyak dejan a su paso, pero no dejan de ser excrementos.
- Estás obviando lo principal. El arte eleva al sujeto y al público. ¡La próxima vez que alguien se queje del sujeto y no de la obra, juro que le romperé la crisma con una rama de árbol!
- Ya. Una actitud muy elevada la tuya, profesora.
- Me da igual. Puede que no sepa de arte, pero sé lo que me gusta.
- Annja: No puedo negar que Eir tiene mucha mano para esto, pero los temas que elige arruinan el efecto. Están muy bien talladas, pero lo que es feo, es feo.
- Interesante forma de verlo. Los héroes ya no son lo que eran.
- Eir dice lo mismo junto al fuego. Cuando dé con alguien a la atura, le tallará una estatua digna de lucirse en el Gran Albergue.
- Gracias por la información.
- Deberías centrarte en almas heroicas de buen ver. Tienes mucho material a mano. Adiós.
Mi historia[editar]