Asalto en la colina
Asalto en la colina
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Muerte desde abajo
- Localización
- Priorato de Durmand
(Paso de Lornar) - Nivel
- 30
- Raza
- Norn
- Orden
- Vigilia
- Precedido por
- Sabotaje
Decodificando - Seguido por
- Preparativos
- API
- 198
Asalto en la colina es parte de la historia personal para los personajes norn que decidieron convertirse en miembros de la Vigilia en la misión anterior.
Objetivos[editar]
Lleva a cabo el plan de la Vigilia para defender el Priorato de Durmand.
- Reúnete con Thurkill en el Priorato de Durmand.
- Expulsa a los draga del puente.
- Destruye el Vaporizador sónico.
Recompensas[editar]
Clic aquí para editar los datos de recompensa
- Todas las profesiones
- 6523
- Esquirla espiritual
- Arca helada (selecta)
- Poder de la Vigilia
- Contenedor de armas de la Vigilia
- Profesión específica
Recorrido[editar]
Empiezas la misión cerca del Priorato de Durmand en el Paso de Lornar, al lado del puente. Hay un gran número de dragas en el puente con barricadas. Los draga además tienen dos morteros. Al otro extremo del puente está Vyacheslav con su arma sónica. Debes luchar para abrirte camino a lo largo del puente y destruir el arma.
Cargar de cabeza no es probable que funcione, ya que te abrumarán con su superioridad numérica. Es recomendable gradualmente ganar terreno e ir avanzando lentamente, resguardándote en las barricadas si es necesario.
Una vez destruida el arma, acaba la misión.
PNJs[editar]
Aliados[editar]
- Varios
Enemigos[editar]
- Excavador draga
- Ingeniero de asedio draga
- Oscilador draga
- Ratnik draga
- Resonador draga
- Reverberante draga
- Segregador draga
- Traje minero draga
- Vyacheslav
Objetos[editar]
Diálogo[editar]
Cinemática hablando con Thurkill y Eir:
- Cruzado Thurkill: Bienvenido a la Vigilia. Los draga están preparados para atacar el Priorato de Durmand, pero nosotros estamos preparados para atacarlos. ¡Será glorioso!
- <Nombre del personaje>: Estoy listo. ¿Por dónde empezamos?
- Cruzado Thurkill: En lo alto de la colina. Han fortificado la ubicación de su despliegue armamentístico, pero eso no detendrá nuestro ataque. No contigo y Eir Stegalkin a nuestro lado.
- <Nombre del personaje>: Me alegro de que estés con nosotros, Eir. Después de haberme apoyado en tantas ocasiones, lo justo es que unamos nuestras fuerzas una última vez.
- Eir Stegalkin: Ogden es un viejo amigo... y, gracias a ti, he recordado que no importa lo mala que sea la situación, los héroes no abandonan a sus amigos.
- Eir Stegalkin: Yo me quedaré atrás para proteger a Ogden mientras la Vigilia y tú os adelantáis. Hablando de mi viejo amigo...
- Ogden: ¡Eir! ¡Thurkill! ¡Y tú debes de ser el Asesino de Issormir! Soy Ogden Curadordepiedra. Gracias por defender el Priorato... y mi vida.
- Cruzado Thurkill: Es la hora. Cuando golpeemos esa colina draga debemos hacerlo con rapidez y contundencia. Si no desbaratamos rápidamente el vaporizador sónico, los siervos de hielo de Jormag acabarán con nosotros y con el Priorato.
- Cruzado Thurkill: ¡Vyacheslav! ¡Prepárate para morir! ¡Por nuestros camaradas caídos, por el Priorato y por la propia Tyria, hoy caerás!
- Cruzado Thurkill: Esos draga no pierden el tiempo. ¡Los siervos del dragón nos superarán si no desconectamos esa arma!
- Cruzado Thurkill: ¡Arriba, arriba, amigos! ¡Por Tyria y por la Vigilia!
- Vyacheslav: ¡Ogden Curadordepiedra debe morir! ¡Todos los enemigos de la revolución deben morir!
Hablando con tus aliados:
- Eir Stegalkin: Creía que había hecho todo lo que podía por Tyria. Tú me has enseñado que cualquier espada, aunque la hayan vuelto a forjar, puede cambiar el resultado.
- La muerte de Snaff ha sido una tragedia, pero eso no significa el fin de su leyenda. Ni de la tuya.
- Ha sido un placer.
- Laranthir de la Selva: Me alegro de tenerte con nosotros, recluta. Soy Laranthir de la Selva, segundo al mando de la Vigilia. También se podría decir que soy su cofundador.
- ¿Qué quieres decir?
- Cuando la general Guardalma perdió a su escuadra ante el dragón de cristal, yo fui quien la convenció para que convirtiera sus ansias de venganza en una campaña mundial contra todos los dragones ancianos.
- Impresionante. Estoy deseando luchar a tu lado.
- Estoy listo para la acción, señor.
- Erudito Prott: Confío en ti, Asesino, pero tu arma ha vencido a tu buen juicio. Esto podría funcionar, pero lo único que demuestra es que el poder da la razón.
- Quizá cuando no te esté disparando un vaporizador sónico, lo reconsiderarás.
- ¡Ja! Si no fuera por nuestras investigaciones, ni siquiera sabrías nada sobre esa arma.
- Salvemos a los inocentes en peligro y ya nos preocuparemos por el arma más tarde.
- Demuestra que los draga son peligrosos, y la Vigilia se alzará contra cualquier peligro, sea cual sea.
- Wynnet Peloclaro: Así que eres la nueva estrella en alza de la Vigilia. Bienvenido. Ojalá el erudito Prott pudiera haberte convencido de que te unieras a nosotros, pero me alegro de que estés aquí para ayudar a defender nuestro cuartel general. Gracias.
- No hace falta que me des las gracias. Es mi obligación.
- De nada.
- Cruzado Thurkill: ¡Excelente, Asesino! Estoy deseando luchar acabar con esta amenaza y verte empezar tu carrera con la Vigilia.
- No volverán a intentar algo como esto otra vez, te lo aseguro.
- Ogden: Aunque no apruebo los métodos de la Vigilia, agradezco su dedicada asistencia.
- ¿Cómo sobreviviste al resto de los tuyos?
- No lo hice. Los pocos supervivientes que quedan ahora luchan como sirvientes del dragón anciano Primordus en las profundidades subterráneas. Soy el único que queda en la superficie, para contar la historia.
- Estoy deseando saber más al respecto.
- De nada, Ogden.
Cinemática al acercarse al final del puente:
- Vyacheslav: ¿La Vigilia? ¿Aquí? ¡Maldición! ¡No protegerás la vida del enano opresor!
- <Nombre del personaje>: Ogden no es el único que corre peligro, idiota. Cada vez que disparáis esa arma, atraéis siervos del dragón hacia vosotros y hacia cualquiera que esté cerca.
- Vyacheslav: ¿Y qué? ¡La venganza exige su muerte! ¡Mataría a miles, y yo mismo daría mi vida, por vengar a mi pueblo!
- <Nombre del personaje>: Si te preocupas por tu pueblo, pondrás fin a todo esto. Dispara esa arma y más draga acabarán muertos. Este es el último aviso.
- Vyacheslav: ¡El opresor debe morir! ¡Cada bocanada de aire que Ogden Curadordepiedra toma es un insulto hacia todos aquellos a los que esclavizó! ¡Matadlos, camaradas!
Luchando contra Vyacheslav:
- Vyacheslav: ¡No puedes detenernos! ¡La revolución tendrá su venganza!
- Vyacheslav: ¿Por qué proteges a los opresores que nos esclavizaron?
- Vyacheslav: ¡No! ¡No puedo morir mientras el enano opresor sigue con vida!
Cinemática tras destruir el Vaporizador sónico:
- Cruzado Thurkill: Has marcado la diferencia, Asesino. Sin ti, esos siervos dragones habrían rodeado el Priorato.
- Eir Stegalkin: Muy poca gente en Tyria sabe la gran amenaza que representan los dragones ancianos para todos nosotros.
- Cruzado Thurkill: Pero aquellos que lo hacemos nos preparamos para detenerlos. Ha sido un placer luchar a tu lado, Asesino, pero ahora demandan tu presencia en Arco del León.
- Cruzado Thurkill: Un mentor de la Vigilia te ha sido asignado, y estará preparado. Te ayudará a asentarte y acostumbrarte a tus nuevos deberes.
- <Nombre del personaje>: Gracias, Thurkill. ¿Y qué pasa contigo, Eir? ¿Qué te depara el futuro?[sic]
- Eir Stegalkin: Yo también me dirijo a Arco del León. Voy a reunirme con uno de mis antiguos camaradas de Filo del Destino. Solíamos luchar juntos contra los dragones.
- <Nombre del personaje>: He oído hablar de ellos. En Hoelbrak aún entonan canciones sobre sus grandes hazañas. Derrotasteis conjuntamente a un teniente dragón, ¿verdad?
- Eir Stegalkin: En tiempos más fáciles, sí. Nos... licenciamos, pero ahora sé que nos... que me quedan más cosas por hacer. Vosotros me habéis ayudado a verlo, y siempre os estaré agredecida.
- <Nombre del personaje>: Después de todo lo que me has enseñado, lo justo es que devuelva el favor. Adiós, Eir. Espero volver a verte algún día.
Hablando con tus aliados:
- Cruzado Thurkill: Buena suerte en Arco del León. Tu mentor es un veterano muy dotado. No me cabe duda de que te enseñará cómo funciona todo.
- Cuéntame más sobre mi nuevo mentor.
- Es un veterano curtido en combate. Un norn, como nosotros. Es incluso más duro que yo, pero es el mejor que hay para entrenar a los nuevos reclutas.
- Tengo muchas ganas de conocerlo. Gracias por toda tu ayuda, Thurkill.
- Tu confianza me inspira, Thurkill.
- Eir Stegalkin: Los draga han sido derrotados, y su arma destruida. Este es solo el primer desafío al que te enfrentarás en el mundo que hay más allá de Hoelbrak.
- Ahora debemos dirigirnos a Arco del León. ¿Qué te parece?
- Una ciudad de buena fortuna y de héroes. Allí hallaremos nuestro futuro y yo... yo me enfrentaré a mi pasado con el Filo del Destino. Entonces veremos si realmente se puede salvar Tyria.
- Cuéntame más sobre el Filo del Destino.
- Éramos un equipo mortífero. Humanos, charr, sylvari, norn, asura... todos luchando como una sola unidad. En la arena o en los bosques, casi siempre ganábamos. Casi siempre.
- ¿Qué sucedió? ¿Por qué ya no estáis juntos?
- Perdimos un miembro clave. Como consecuencia, simplemente dejamos de ser un equipo. Nos separamos. Tomamos decisiones que los demás no podían comprender. Nos culpamos los unos a los otros.
- Espero que os podáis reconciliar... por el bien de todos nosotros.
- Lo estoy deseando.
- Contigo de mi parte tenemos la oportunidad de derrotar a los dragones.
- Laranthir de la Selva: Fue un comienzo excelente para tu carrera en la Vigilia. ¿Proteger a inocentes de una amenaza relacionada con dragones, mientras aniquilamos dicha amenaza? A eso nos dedicamos.
- Y seguiremos haciéndolo hasta que los dragones ancianos caigan.
- Me alegra oírlo. Esa es la razón por la que me uní.
- Me alegro de formar parte de esto.
- Wynnet Peloclaro: Como nos has salvado, no nos importa hacer la limpieza. Especialmente si tenemos en cuenta que da la oportunidad de estudiar algunas de estas armas draga a los mejores investigadores del Priorato.
- Espero que vuestra investigación tenga tanto éxito como nuestra batalla.
- Ogden: Has evitado una catástrofe y has salvado al Priorato. He conocido a veintenas de héroes en mi vida, y apostaría a que pronto tu nombre estará entre ellos.
- Ha sido un placer.
- Ahora que tenemos un momento, háblame de los tuyos.
- Por supuesto. Lo menos que puedo hacer es hablarte de mi gente, ya que me has salvado la vida. Pregúntame lo que quieras.
- Tenía entendido que los enanos se habían extingido. ¿Quedan muchos?
- Como raza de carne y hueso, nos extinguimos hace más de 200 años. Hicimos un gran sacrificio para derrotar a los destructores, a los sirvientes del dragón anciano Primordus.
- Me gustaría que me contases más sobre eso.
- Nuestro rey nos protegió con un ritual. Por desgracia, nos convirtió en piedra, inmortales, pero no invulnerables. Esto fortaleció nuestros espíritus y los pocos supervivientes luchan en las profundidades bajo tierra.
- Me gustaría que me contaras más cosas. (vuelve a "Por supuesto. Lo menos que puedo...")
- Es todo lo que quería saber, gracias.
- Me gustaría que me contaras más cosas. (vuelve a "Por supuesto. Lo menos que puedo...")
- Es todo lo que quería saber, gracias.
- ¿Qué hacéis en el Priorato?
- El Priorato ansía información. Soy una reliquia viviente del pasado, les soy de gran valor en su misión de averiguar más sobre los dragones ancianos.
- Me gustaría que me contaras más cosas. (vuelve a "Por supuesto. Lo menos que puedo...")
- Es todo lo que quería saber, gracias.
- ¿Qué pasó para que los draga os odien tanto?
- Los manteníamos como esclavos, pero llevamos mucho tiempo arrepintiéndonos de haberlo hecho. Tras el ritual dejamos a las criaturas atrás para que hallasen su propio camino.
- Me gustaría que me contaras más cosas. (vuelve a "Por supuesto. Lo menos que puedo...")
- Es todo lo que quería saber, gracias.
- Es todo, gracias.
Curiosidades[editar]
Mi historia[editar]