No matéis al mensajero
No matéis al mensajero
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Neófito de la orden
- Localización
- Barrida del Buitre
(Campos de la Ruina) - Nivel
- 40
- Orden
- Vigilia
- Precedido por
- Instinto asesino
- Seguido por
- Defensa del Ministro
Asedio del Cuestor - API
- 250
No matéis al mensajero mapa |
No matéis al mensajero es parte de la historia personal para los personajes que han escogido unirse a la Vigilia.
Objetivos[editar]
Supervisa una reunión importante entre los charr y los humanos.
- Reúnete con Forgal en el camino que lleva a Pico de la Cumbre.
- Escolta al sargento Jeyne hasta el Pico de la Cumbre.
- Habla con los embajadores y elige un plan de acción.
Recompensas[editar]
Clic aquí para editar los datos de recompensa
- Todas las profesiones
- Uno de los siguientes: Pieza de olivino, Pieza de amatista o Pieza de cornalina
- Saco de botín (3)
Guía[editar]
Al llegar, habla con el Adalid Forgal Kernsson, y entonces escolta a la Sargento Eilye Jeyne hasta el Pico de la Cumbre. Para que la sargento avance, debes estar cerca suyo.
Durante el camino sois emboscados por diversos grupos de charr renegados. De camino hay una cazadora, una arquera y un guerrero derrotados que puedes revivir para que te ayuden a combatir.
Cuando llegas al destino, hay una cinemática y debes elegir entre asediar a los renegados (Asedio del Cuestor) o defender Pico de la Cumbre (Defensa del Ministro).
PNJs[editar]
Aliados[editar]
- Arquero de la Vanguardia de Ébano
- Capitán de la Vanguardia de Ébano
- Cazador
- Guerrero de la Vanguardia de Ébano
- Ministro Duran
- Obrero
- Sacerdotisa de Dwayna
- Sargento Eilye Jeyne
Enemigos[editar]
Diálogo[editar]
Cinemática al llegar:
- Sargento Eilye Jeyne: ¿Quiénes sois? ¡El comandante Samuelsson no habló de ninguna escolta, y desde luego no parecéis de la Vanguardia!
- <Nombre del personaje>: Estamos con la Vigilia. Sabemos que hay un plan para atacar al ministro Duran. Estamos aquí para asegurarnos de que llegues a tiempo.
- Sargento Eilye Jeyne: ¿Una escolta? Soy un soldado de la Vanguardia de Ébano. No necesito niñeras.
- Adalid Forgal Kernsson: No somos niñeras, somos turistas. Hacemos la misma ruta, vemos las mismas cosas y les damos su maldito merecido a los mismos idiotas que tú.
- Adalid Forgal Kernsson: Pareces un Sargento capaz. ¿De verdad vas a decirnos adónde no podemos ir y a quién o podemos darle una paliza en este día tan espléndido?
- Sargento Eilye Jeyne: Tengo que transmitirle este mensaje al ministro. No tengo tiempo para esto. Espabilad si no queréis quedaros atrás.
- Sargento Eilye Jeyne: Dirigíos a Pico de la Cumbre, y no os entretengáis.
Después de la cinemática:
- Sargento Eilye Jeyne: ¿Así que la Vigilia es mi escolta? Bien. Pero no se lo digas al resto de la Vanguardia. No me dejarán olvidarlo.
- Adalid Forgal Kernsson: Si tuviera una hija, se parecería mucho a Jeyne... solo que más lista, más cabezota y más guapa.
Hablando con Forgal de camino:
- Adalid Forgal Kernsson: Lo estás haciendo muy bien, recluta, pero que no se te suba a la cabeza.
- Entonces, ¿todo lo que tenemos que hacer es llevar a la sargento Jeyne a los embajadores?
- No es tan fácil como parece. Podría haber renegados en cualquier parte. Mantente alerta.
- Sí, señor.
- Estaré listo, adalid.
De camino al Pico de la Cumbre:
- Adalid Forgal Kernsson: Cuidado. Esto me huele a "emboscada".
- Charr renegado: ¡Por los charr!
- Sargento Eilye Jeyne: Atención. Sigue adelante.
- Granjero: ¡Perros de Halcón de Ébano! ¡Escupo sobre vuestra "paz" de cobardes!
- Sargento Eilye Jeyne: ¿Eso de ahí delante es otro renegado? ¿Ni siquiera se molestan en ocultar sus emboscadas? Eso es insultante.
Al encontrar y revivir a la cazadora:
- Adalid Forgal Kernsson: Veo a alguien. ¡Quédate aquí, tenemos que salvarla!
- Sargento Eilye Jeyne: ¡No, es arriesgado! Si matan al embajador, se perderán muchas más vidas.
- Adalid Forgal Kernsson: ¿Podrías abandonar a tus soldados?
- Sargento Eilye Jeyne: Conocíamos el riesgo cuando entramos en la Vanguardia. Deber primero.
Al encontrar y revivir a la arquera:
- Sargento Eilye Jeyne: ¡Por el aliento de Balthazar! ¿Ogros? ¡Los renegados aprovechan todo lo que encuentran solo para enviárnoslo!
Al llegar al campamento:
- Arquero de la Vanguardia de Ébano: ¡Oficial presente! ¡Firmes!
- Sargento Eilye Jeyne: Estamos aquí.
Hablando con los embajadores antes de que llegue Jeyne:
- Embajador Machacacero: ¿La Vigilia? ¿Aquí? ¿Ha pasado algo? ¿Dónde está la sargento Jeyne?
- Han enviado a la Vigilia como refuerzo de la Vanguardia. Los renegados han planeado una emboscada, señor.
- No hay duda. Bueno, me alegro de que estés aquí. Quizás podamos girar las tornas en este asunto de Ajax y sus matones.
- Lo mismo espero, señor.
- Baja la voz y quédate cerca. Todo va a salir bien.
- Ministro Duran: ¿Quién eres? ¿Dónde está la sargento Jeyne? ¡Pareces miembro de la Vigilia!
- Hemos venido a reforzar la escolta de la sargento Jeyne. Estás en peligro, ministro.
- Si la Vigilia está echando una mano, la situación debe de ser grave. Muy bien, confiaré en ti, <Nombre del personaje>.
- Gracias, ministro.
- Mantén la calma y nosotros te protegeremos.
Cinemática al acercarte a los embajadores con Jeyne:
- Sargento Eilye Jeyne: ¡Ministro Duran! ¡Señor! Por favor, es vital que escuche esto.
- Sargento Eilye Jeyne: El comandante Samuelsson me envía desde Halcón de Ébano. ¡Estáis en grave peligro!
- Ministor Duran: ¿En peligro? Calma, Sargento. Respira hondo y cuéntame qué está ocurriendo.
- Sargento Eilye Jeyne: Ajax Quemayunque y sus renegados van a tendernos una emboscada. Quieren que se responsabilice al embajador Machacacero de su asesinato.
- Embajador Machacacero: Bien, no podemos permitir que eso ocurra, ¿verdad? Duran, ¿puedes luchar?
- Minister Duran: No tan bien como un charr, pero puedo defenderme. Podríamos ponernos a cubierto en Pico de la Cumbre, más adelante. El terreno escarpado podría jugar a nuestro favor.
- Minister Duran: El campamento se puede defender. Si los Renegados ignoran que estamos preparados, podremos volver las tornas contra ellos cuando ataquen.
- Embajador Machacacero: Con el debido respeto, ministro, la mejor defensa suele ser una buena ofensiva. Sugiero que busquemos la base del traidor y liquidemos a Ajax antes de que ataque.
- Sargento Eilye Jeyne: La Vigilia fue quien descubrió toda la trama. Con el debido respeto, señores, creo que deberíamos dejarles decidir si iniciamos una emboscada o un asalto.
Hablando con tus aliados antes de elegir un plan:
- Sargento Eilye Jeyne: ¡Date prisa y habla con los embajadores! Necesitamos un plan antes de que esos renegados nos ataquen otra vez.
- Bien. No hay problema.
- Adalid Forgal Kernsson: Estamos aquí. Estaré alerta por si se produce un ataque mientras tú informas de la situación a los embajadores.
- Buen plan, señor.
- Embajador Machacacero: Las Altas Legiones han colocado espías entre los renegados. Encontraremos el campamento de Ajax y juntos destruiremos su pequeño ejército.
- Estoy de acuerdo. Acabemos con ellos antes de que puedan hacer más daño. (Conduce a Asedio del Cuestor)
- ¿Puedes contarme más cosas sobre tu plan?
- Sabemos que el campamento de Ajax está en las Colinas Rompetrueno. Si le sorprendemos allí, podemos terminar todo esto sin poner en riesgo las negociaciones de paz.
- Tiene sentido. Deberíamos atacar a Ajax en su campamento. (Conduce a Asedio del Cuestor)
- No sé si es buena idea. Deja que lo piense un poco más.
- No sé si es buena idea. Deja que lo piense un poco más.
- Ministro Duran: Pico de la Cumbre es defendible. Si resistimos aquí, los renegados no podrán con nosotros.
- Tienes razón. Defender un punto estable es la mejor idea. (Conduce a Defensa del Ministro)
- Cuéntame más sobre tu plan.
- En realidad es bastante simple. Hay rutas seguras hacia Pico de la Cumbre, así que deberíamos ser capaces de detener cualquier asalto.
- ¡Así es cómo actúa la Vigilia! Me apunto. (Conduce a Defensa del Ministro)
- No sé si estoy muy de acuerdo. Deja que lo piense.
- No sé si estoy muy de acuerdo. Deja que lo piense.
Si se elige el asedio:
- Embajador Machacacero: Nos dirigiremos al campamento de los Renegados y les atacaremos con todo lo que tengamos. Buena decisión, recluta.
Si se elige la defensa:
- Ministro Duran: Excelente. Preparad las defensas. Intentaré recordar lo que me enseñó Bongo, mi antiguo maestro espadachín.
Hablando con tus aliados después de elegir:
- Sargento Eilye Jeyne: Me sigue molestando que enviaran a la Vigilia para hacerme de niñera... pero considerando la situación, puede que hayáis venido bien.
- ¡Sin nosotros solo serías una mancha en el suelo! Muestra algo de gratitud.
- Bien... Os lo agradezco. ¿Mejor?
- Sí, y de nada por la ayuda.
- Ha sido un placer ofreceros mi protección.
- Sigo pensando que podría haber manejado esto sola, pero... muchas gracias.
- Todo un placer.
- Era lo más adecuado, cabo[sic]. Me alegro de que lo entiendas.
- Adalid Forgal Kernsson: Me alegro de que estuviéramos aquí. No quiero ofender a la sargento Jeyne, pero no habría podido con esto ella sola.
- Estoy de acuerdo. Me alegro de que la Vigilia nos ayudara.
- Embajador Machacacero: Es una suerte que haya venido la Vigilia. La Vanguardia de Ébano es poderosa, pero no estaban preparados para esta emboscada.
- Preparados o no, su deseo de mantenerte a salvo era sincero, embajador.
- Es cierto, y el gesto es lo que cuenta. No debería olvidarlo. Gracias, <Nombre del personaje>.
- De nada, señor.
- Me alegro de que pudiéramos ayudar, señor.
- Ministro Duran: Gracias por tu protección, <Nombre del personaje>. Os debemos mucho a ti y al adalid Forgal.
- ¿Cómo van las negociaciones de la tregua?
- Me emociona la actitud del embajador Machacacero. Creo que podemos lograr compromisos que ayuden a ambos pueblos.
- Me alegra oír eso.
- Ha sido un honor, ministro. Estas negociaciones son vitales para la seguridad de Tyria. La Vigilia lo sabe.
Hablando con otros aliados:
- Pugio Dientecélere: Bienvenido, soldado de la Vigilia.
- ¿Tú quién eres?
- Soy Pugio, soldado de la Legión de Ceniza y guardaespaldas del embajador Machacacero.
- ¿La Legión de Ceniza? Pensaba que Machacacero era de la Legión de Hierro.
- Sí, pero las tres grandes legiones saben que la paz con los humanos es la mejor opción. Trabajamos juntos con ese fin.
- Pero no todos los charr creen en la paz.
- No, y por desgracia amenazan las negociaciones de paz que aquí se celebran. Los embajadores no sufrirán ningún daño, te lo aseguro.
- Espero que no.
- Qué interesante.
- Encantado de conocerte.
- Gracias. Cuídate.
Mi historia[editar]