Territorios impíos
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Territorios impíos
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Manos amigas
- Localización
- Territorios Momoztli
(Costa Mareasangrienta) - Nivel
- 50
- Elección
- Hylek
- Precedido por
- Convenciendo a los fieles
Los elegidos del sol - Seguido por
En alerta roja
Actividad sospechosa
Más vale prevenir que curar
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Territorios impíos es parte de la historia personal para los personajes asura, humano, norn, o sylvari que han escogido ayudar a los hylek.
Objetivos[editar]
Prepara la aldea hylek para el ataque de los muertos vivientes.
- Habla con el jefe Quecuan en la aldea.
- Refuerza las defensas de la aldea.
- Reúnete con el jefe Quecuan en la puerta de la aldea.
- Lucha contra los muertos vivientes.
- Retrocede y defiende la aldea.
- Mata a los muertos vivientes para que los hylek puedan evacuar.
Recompensas[editar]
Guía[editar]
Entra en la cueva y prepara la aldea para el ataque revisando las defensas: avivando el fuego de la hoguera, reforzando el muro y activando la torreta. Entonces dirígete a la puerta de la aldea y derrota las oleadas de resurgidos que atacan el pueblo. Eventualmente los resurgidos se abren paso hacia la aldea, y debes retroceder hacia dentro. Entonces irán apareciendo Dedos orrianos que debes priorizar derrotar. Cuando los hylek empiezan a evacuar, lanza un último ataque o bien la Suma sacerdotisa Ecolotl o Techutli. Derrótalo para acabar la misión.
PNJs[editar]
Aliados[editar]
- Aldeano
- Amini
- Coyolaqui
- Ikniu
- Jefe Quecuan
- Nahualli
- Suma sacerdotisa Ecolotl (si se ha completado Convenciendo a los fieles)
- Techutli (si se ha completado Los elegidos del sol)
- Tlamatini
Enemigos[editar]
- Abominación resurgida
- Apestado resurgido
- Bruto resurgido
- Enjambre de langostas de élite
- Larva resurgida
- Siervo resurgido
- Suma sacerdotisa Ecolotl (si se ha completado Los elegidos del sol)
- Techutli (si se ha completado Convenciendo a los fieles)
Objetos[editar]
Diálogo[editar]
Hablando con tu mentor al llegar:
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Dicen que los hylek pueden hacer mucho daño en una pelea. Supongo que lo veré con mis propios ojos.
Con eso ya somos dos.
- Maestre Sieran: Es agradable trabajar juntos como un gran equipo. Si mantenemos a estos hylek con vida, ¿quién sabe cuánto podríamos aprender de ellos?
- Asegurémonos de mantenerlos con vida para descubrirlo.
- Adalid Forgal Kernsson: Parece que hemos calado hondo en estos hylek. Ojalá no hubiéramos tardado tanto.
- Estoy contigo.
Acercándote a Ikniu:
- Ikniu: Por aquí. El jefe está esperando.
Hablando con Ikniu:
- Ikniu: Ya has hecho mucho por mí, mi familia y mi gente. Nunca olvidaré la deuda que tenemos contigo.
- Puedes pagarme sobreviviendo y uniéndote a la causa de mi orden.
Hablando con el Jefe Quecuan:
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Parece que has estado ocupado. Las defensas llegan bien. ¿Cuánto falta hasta que estén listas?
- Maestre Sieran: Hola de nuevo, Jefe. Parece que has estado ocupado. ¿Cuánto falta para que las defensas estén preparadas?
- Adalid Forgal Kernsson: Has estado ocupado. Estas defensas son bien sólidas. ¿Cuánto falta hasta que estén listas?
- Jefe Quecuan: No mucho. Este pueblo no morirá porque yo no supe ver una amenaza tan obvia.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: No eres el primero en subestimar a los dragones. No es justo, algo tan poderoso no debería ser tan sutil.
- Maestre Sieran: No seas tan duro contigo mismo. Los siervos del dragón pueden ser muy sigilosos. Mucha gente no los ve arrastrarse hasta que es demasiado tarde.
- Adalid Forgal Kernsson: He aprendido de mis errores. Tú también deberías, Jefe. El enemigo es astuto, implacable. Identificarlos como una amenaza es el primer paso hacia la victoria.
- Jefe Quecuan: Gracias por haberme abierto los ojos. Ahora me ocuparé de la puerta principal. He enviado a mi mejor explorador a observar al enemigo, debería estar pronto de vuelta.
- Jefe Quecuan: Al pueblo le ayudaría veros luchar con nosotros. ¿Podrías comprobar el resto de nuestras defensas y asegurar que estén listas?
Hablando con tus aliados:
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Dicen que los hylek pueden hacer mucho daño en una pelea. Supongo que lo veré con mis propios ojos.
Lo veremos cuando hayamos terminado de preparar las defensas. ¿Alguna idea?
- Veamos: defensas, defensas... el procedimiento estándar es comprobar los muros, alentar la moral y asegurarnos de que haya mucho fuego. Ya sabes, para lanzárselo al enemigo.
- De acuerdo.
- Con eso ya somos dos.
- Maestre Sieran: Es agradable trabajar juntos como un gran equipo. Si mantenemos a estos hylek con vida, ¿quién sabe cuánto podríamos aprender de ellos?
- Lo primero es lo primero: las fortificaciones. ¿Alguna idea?
- Bueno, las defensas de libro incluyen muros fuertes, una moral alta entre los aliados y mucho fuego que lanzar al enemigo.
- Empezaré yo.
- Asegurémonos de mantenerlos con vida para descubrirlo.
- Adalid Forgal Kernsson: Parece que hemos calado hondo en estos hylek. Ojalá no hubiéramos tardado tanto.
- Estas fortificaciones aún necesitan trabajo. ¿Alguna idea?
- Centrémonos en lo básico: reforzar los muros, mejorar la moral y asegurarnos de tener suficiente fuego para iluminar a los muertos vivientes.
- Entendido.
- Estoy contigo.
- Jefe Quecuan: Tu orden y tú ya habéis hecho mucho. Por eso, y por quedaros a nuestro lado, toda la aldea está en deuda con vosotros.
- Estamos juntos en esto, jefe. Ese es el tema.
Comprobando la hoguera:
- Hoguera: La hoguera está casi apagada. Si se avivaran las llamas para que ardieran con fuerza, podrían encender antorchas para usarlas como armas contra los muertos vivientes o para prender objetos combustibles.
Aviva las llamas.
Comprobando el lanzador de veneno:
- (Si has completado Convenciendo a los fieles)
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Hay mucho por hacer... Con tantos aldeanos en peligro. Que el dios Sol me perdone la arrogancia que nos ha llevado hasta esto.
- ¿Qué haces? ¿No deberías estar con el resto?
- Estoy dándole a este lanzador la bendición del dios Sol. Hará que el dispositivo sea más efectivo contra los Sombríos. Si aceptas un regalo así de mi parte, también puedo reforzarte a ti.
- Lo acepto. Gracias. (te otorga Protección por 30 segundos)
Hablando otra vez con la Suma sacerdotisa Ecolotl:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Tienes la gratitud de toda nuestra tribu. Que el Dios Sol aumente tu fuerza, tu velocidad y tus habilidades para la batalla que se avecina.
- Gracias.
- (Si has completado Los elegidos del sol)
- Techutli: Sé lo que tu mentor y tú hicisteis para ayudarnos. Estoy deseando luchar contra los Sombríos a vuestro lado.
- Gracias, pero ¿no deberías reunirte con los otros?
- Lo haré, en cuanto acabe de afinar este lanzador de veneno. Solo necesito más tiempo.
- El tiempo se acaba. Termina y déjame el resto a mí.
- Ya he terminado. Cuando los Sombríos prueben mi alquimia, sabrán que les espera una lucha dura.
- Excelente. Yo me encarga. (te otorga Furia por 33 minutos)
Comprobando el muro de fortificación:
- Amini: Llevamos horas con esto y empezamos a flaquear. El muro es la última fortificación que debe reforzarse. ¿Puedes ayudarnos a terminar el trabajo?
- Haré lo que sea necesario para proteger la aldea.
Tras comprobar las tres defensas:
- Maestre Sieran: Esperaba enamorarme al menos una vez antes de morir... pero supongo que estoy preparada. Si tú lo estás.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: ¿Merodenate? ¿Salteador? ¡No sé cuál es la palabra correcta, pero estoy listo para saltear! En marcha.
- Adalid Forgal Kernsson: Cambiar no es tarea fácil para un soldado viejo. Tú no te rendiste conmigo... y yo no me rendiré contigo. Lo haremos juntos.
Hablando con tu mentor:
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Creo que estamos listos. El jefe Quecuan se está preparando para dirigirse a los aldeanos.
- Vayamos a escucharle.
- Maestre Sieran: Creo que hemos hecho todo lo posible. Oooh y parece que el jefe Quecuan está listo para dar un discurso. ¡Esto será interesante e inspirador!
- Vayamos a escuchar.
- Adalid Forgal Kernsson: Creo que el jefe está listo para hablar con los aldeanos. No podemos estar más listos. Veamos qué dice Quecuan.
- Estoy contigo.
En llegar a la puerta de la aldea:
- Jefe Quecuan: ¡Pueblo, escuchad! ¡Escuchad al jefe! El dragauro sombrío nos engañó.
- Jefe Quecuan: Corrompieron a nuestros campeones y ahora vienen a por nosotros. ¡Pero lucharemos!
- Jefe Quecuan: Enviaré a nuestro mejor explorador para observarlos. Cuando lleguen, estaremos listos para...
- Coyolaqui: ¿Jefe... Quecuan? Fracasé. Vienen... muertos vivientes...
- Jefe Quecuan: ¿Coyolaqui? ¿Puedes oírme? Aguanta. Aún podemos abrir las puertas...
- Coyolaqui: No... demasiado tarde. Ya están aquí.
- Jefe Quecuan: ¡Pues corre!¡Escóndete! Volveremos cuando hayamos ganado la batalla.
- Jefe Quecuan: ¿Coyolaqui? ¡Por favor, por el Sol, contéstame!
- Jefe Quecuan: ¡Los sombríos han llegado! ¡Aguantad!
Hablando con tu mentor durante la batalla:
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Vaya una batalla, ¿eh?
- Algo es algo.
- Maestre Sieran: ¡Espera a que Gixx vea mis notas sobre esta batalla!
- Sigue luchando. Ya lo escribiremos todo más tarde.
- Adalid Forgal Kernsson: Esto no me gusta. Son demasiados. Si tuviéramos una semana para preparar a todo un ejército para luchar...
- No podemos rendirnos.
Retrocediendo hacia la aldea:
- Jefe Quecuan: ¡El muro no podrá aguantar su ataque! ¡Retroceded y proteged el pueblo!
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: ¡Cuidado! ¡También salen de la tierra!
- Maestre Sieran: ¡Cuidado con el suelo! ¡Esos zarcillos parecen peligrosos!
- Adalid Forgal Kernsson: ¡Cuidado con el suelo! ¡Esas cosas salen del suelo!
Más diálogo:
- Jefe Quecuan: ¡Lucha! ¡Lucha! ¡Los sombríos son fuertes, pero nosotros más!
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Has perdido, Quecuan. La aldea está destruida. Tienes que llevarte a la gente.
- Maestre Sieran: No va bien, Quecuan. Hay que evacuar. La aldea está perdida. ¡Salva a la gente!
- Adalid Forgal Kernsson: La batalla está perdida, Quecuan. La aldea también. Saca a la gente de aquí mientras puedas.
- Jefe Quecuan: Pe... Pe... Tienes razón. ¡Amini, al frente! Proteged la retirada. Los demás, ¡huid!
Cuando aparece el campeón enemigo:
- (Si has completado Los elegidos del sol)
- Techutli: ¡Blasfemia! Los muertos vivientes se han hecho con la Suma sacerdotisa. ¡Ahora se una de ellos!
- (Si has completado Convenciendo a los fieles)
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¡Todo está perdido! ¡Los sombríos tienen a su propio campeón!
Cinemática tras derrotar a los sombríos:
- Si eres miembro del Priorato de Durmand:
- Jefe Quecuan: Perdidos. Nuestros hogares, nuestros territorios de caza, nuestros criaderos, todo ha desaparecido. Pero habría sido peor sin el Priorato.
- <Nombre del personaje>: Sentimos que hayáis perdido vuestro hogar, pero esto es solo un atisbo del poder de los dragones. A menos que colaboremos, esto ocurrirá por todo Tyria.
- Ikniu: Así que búscame cuando necesites aliados contra los dragones, vendré. Por mi hermano y por mi pueblo, te debo mucho.
- Maestre Sieran: Bien, porque se acerca la lucha. Pronto. Y necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir.
- Maestre Sieran: Tenemos más trabajo que hacer, espero que podáis estableceros en nuevos campos. Que el Sol brille sobre vosotros y os proteja hasta que volvamos a encontrarnos.
- Si eres miembro de la Orden de los Susurros:
- Jefe Quecuan: Perdidos. Nuestros hogares, nuestros territorios de caza, nuestros criaderos, todo ha desaparecido. Pero habría sido peor si no hubierais venido a ayudarnos.
- <Nombre del personaje>: Una gran pérdida, sin duda, pero esto es solo un atisbo del poder de los dragones. A menos que colaboremos, esto ocurrirá por todo Tyria.
- Ikniu: Así que búscame cuando necesites aliados contra los dragones, vendré. Por mi hermano y por mi pueblo, te debo mucho.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Sí. Necesitaremos a todos los aliados que podamos encontrar cuando empiece la batalla final.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Nos esperan en otro sitio, pero espero que podáis estableceros en nuevos terrenos. Que el Sol sagrado brille sobre vosotros y os proteja hasta que volvamos a encontrarnos.
- Si eres miembro de la Vigilia:
- Jefe Quecuan: Perdidos. Nuestros hogares, nuestros territorios de caza, nuestros criaderos, todo ha desaparecido. Pero habría sido peor sin la Vigilia.
- <Nombre del personaje>: Cierto, podría haber sido peor. Pero esto es solo un atisbo del poder de los dragones. A menos que colaboremos, esto ocurrirá por todo Tyria.
- Ikniu: Así que búscame cuando necesites aliados contra los dragones, vendré. Por mi hermano y por mi pueblo, te debo mucho.
- Adalid Forgal Kernsson: Puedes apostar tu simpática cabeza de hylek. Cuando llegue el momento, necesitaremos a todos los soldados que podamos reunir para vencer a los dragones.
- Adalid Forgal Kernsson: Nos esperan en el cuartel general, pero os habéis ganado mi respeto. Ojalá encontréis un nuevo hogar.
Hablando con tus aliados tras acabar la misión:
- Techutli: Gracias por vuestra ayuda. No habríamos sobrevivido sin ti y tu mentor.
- ¿Qué haréis ahora? ¿Adónde iréis?
- Seguiremos avanzando, estableceremos nuevas tierras y un nuevo hogar. No ofreceremos más campeones a los Sombríos, pero yo seré un campeón para mi gente e intentaré inspirarles como hiciste tú.
- Me honras. Gracias.
- Tenía que hacerse. Los dragones son una amenaza para todos.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Era demasiado presumida y cabezona para ver la verdad. Por suerte, el dios Sol os envió para redimir mi error y salvar a mi gente.
- ¿Qué vas a hacer ahora?
- Buscaremos otros territorios y estableceremos allí una nueva aldea. Y yo meditaré y rezaré todos los días para el completo entendimiento de la sabiduría del dios Sol.
- Te deseo suerte y te doy la bienvenida a la lucha contra los dragones.
- Que el dios Sol siga protegiendo a tu tribu.
- Jefe Quecuan: Lo hemos perdido todo, pero la tribu prevalece. Y es gracias a vosotros. Ikniu ha prometido unirse a vuestra lucha contra los dragones. Me encargaré de que toda la aldea honre esa promesa.
- ¿Dónde irá ahora tu tribu?
- Hará lo que siempre hacen los hylek: buscar nuevas tierras y construir un nuevo hogar. Muchos de los aldeanos ya se dirigen a Arco del León. Luego, solo el dios Sol lo sabe.
- Buena suerte. Que el Sol os proteja hasta que volvamos a vernos.
- Gracias, jefe Quecuan.
- Ikniu: Hemos perdido a muchos, pero lo habríamos perdido todo si no nos hubierais ayudado. Gracias.
- Siento que no hayamos podido hacer más. ¿Qué vas a hacer ahora?
- Debo quedarme con mi gente hasta que nos hayamos asentado en nuevas tierras. Cuando lo hayamos hecho, te buscaré y me aseguraré de pagarte la deuda que tengo contigo.
- Estaré atento por si te veo.
- De nada.
Hablando con tu mentor:
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Hemos salvado unas cuantas vidas pero hemos perdido toda la aldea. Hemos hecho lo que hemos podido, pero tenemos que hacerlo mejor. No quiero que esta escena se repita en Arco de León ni en la Ciudadela Negra.
No pasará, porque estaremos allí para evitarlo.
- Espero que consigamos pararle los pies mejor que hoy. Aun así, yo no sería completamente pesimista. Tenemos buenas noticias para los Preceptores: supervivientes hylek y aliados hylek.
- Pues vamos a contárselo.
Aquí hemos marcado una gran diferencia. Podemos marcar una diferencia en todo el mundo.
- Yo te creo ¿pero y los dragones? En fin, volvamos. Tenemos que informar de esto y descubrir cuál es nuestra siguiente misión.
- Correcto.
- Estoy contigo.
- Maestre Sieran: Bueno, esto podría haber salido mucho mejor. También podría haber salido mucho peor. Que esto sea un aviso para todos: esto podría pasarle a cualquier ciudad, albergue y aldea de Tyria.
- No pasará. No lo permitiremos.
- Espero que tengas razón. Volvamos al Priorato y contémosles lo que ha pasado aquí. Aún tenemos mucho trabajo que hacer.
- Te veré allí.
- No si seguimos reuniendo aliados. Con ellos, Tyria puede derrotar a los dragones.
- Opino lo mismo. Pero no lo sabremos seguro hasta que hayamos forjado más alianzas. Volvamos al Priorato.
- 'Estoy contigo.
- Encontraremos la manera de detenerlo.
- Adalid Forgal Kernsson: Misión cumplida, pero no podemos decir que es una victoria completa. Me horroriza pensar lo que pasaría si esto le ocurriera a un núcleo de población grande como Hoelbrak o Arco del León.
- Primero tendrán que pasar por encima de nosotros y eso no pasará.
- Me gusta tu actitud, pero ni siquiera nosotros podemos hacer esto solos. Al menos ahora podemos contar con un poco de apoyo hylek. Volvamos al cuartel general.
- Nos vemos allí.
- Y pasará, a menos que podamos forjar una alianza.
- Al menos hemos avanzado un poco en ese aspecto. Estos hylek se unirán a nosotros. Volvamos al cuartel general y démosle a los jefes las buenas noticias... y las malas.
- 'Nos vemos allí.
- Estoy contigo.
Curiosidades[editar]
Mi historia[editar]
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