Los elegidos del sol
Los elegidos del sol
- Año
- 1325 d.É
- Argumento
- Historia personal
- Capítulo
- Manos amigas
- Localización
- Costa Mareasangrienta
(Kryta) - Nivel
- 50
- Elección
- Hylek
- Precedido por
- Sacrificio de campeón
- Seguido por
- Territorios impíos
- API
- 270
Los elegidos del sol es parte de la historia personal para los personajes asura, humano, norn, o sylvari que han escogido ayudar a los hylek y participar en el torneo.
Objetivos[editar]
Gana el torneo del dios del Sol de los hylek.
- Reúnete con Ikniu cerca de la zona del torneo.
- Habla con el jefe Quecuan acerca de participar en el torneo.
- Participa en el Desafío de la Visión.
- Destruye todos los objetivos que puedas con la torreta.
- Participa en el Desafío de Palabras.
- Recibe la decisión de los jueces.
- Participa en el Desafío de Fuerza.
- Habla con el jefe Quecuan.
Recompensas[editar]
Guía[editar]
Para tomar parte en el torneo, habla con los hylek. Ikniu convence al jefe para que te dejen participar.
El torneo consiste en tres partes. En la primera, el Desafío de la Visión, tienes que destruir los cestos con el cañón hylek. Para la segunda, el Desafío de Palabras, tienes que interactuar y hablar con el jefe sobre tus aventuras hasta este punto en la historia. Para la tercera y última, el Desafío de Fuerza, tienes que derrotar tres rondas de enemigos terrestres, aéreos y acuáticos respectivamente.
El hylek competidor, Techutli, lucha junto a ti hasta la tercera ronda, pero a la mitad se rinde. Tras completar las pruebas te nombran Campeón del Sol, y logras convencer al Jefe Quecuan de parar de sacrificar a los campeones y en su lugar a reforzar las defensas de la aldea contra los muertos vivientes.
PNJs[editar]
Aliados[editar]
- Amini hylek
- Cuicani hylek
- Ikniu
- Jefe Quecuan
- Nahualli hylek
- Suma sacerdotisa Ecolotl
- Techutli
- Tlamatini hylek
- Varios (Mentor)
Enemigos[editar]
Objetos[editar]
Diálogo[editar]
Hablando con tu mentor:
- Maestre Sieran: Esto va a ser fascinante: un auténtico torneo ritual hylek con la bendición del dios Sol en juego y nosotros estamos en todo el meollo.
- Estaría mejor si no hubiera tantas vidas en juego.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Otro torneo. Bueno, al menos seguramente en este no habrá nada de bebida. Espero poder mantener mi raza y mi género intactos.
- Je. Yo también, pero será mejor que nos preparemos para cualquier eventualidad, por si acaso.
- Adalid Forgal Kernsson: Este torneo supone demasiados obstáculos que saltar solo para ganarme a estos borricos.
- Si funciona, habrá valido la pena.
Cinemática en acercarte a Ikniu:
- Ikniu: ¡El torneo está a punto de acabar! Pero todavía estás a tiempo participar.
- Ikniu: Tienes que superar tres pruebas: Visión, Palabras y Poder. Y, a menos que la Suma Sacerdotisa diga lo contrario, tendrás que hacerlo solo.
- Maestre Sieran: ¡Fácil! El Priorato de Durmand solo acepta lo mejor de lo mejor.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Visión, palabras y poder: tres cosas que todo agente de campo tiene en abundancia. Déjaselo a mi amigo. Prácticamente ya hemos ganado.
- Adalid Forgal Kernsson: La Vigilia está preparada. Como oficial sénior, observaré cómo el cruzado supera tus retos.
Hablando con Ikniu antes de acercarte al Jefe Quecuan:
- Ikniu: No te alejes de mí. Si el jefe o la suma sacerdotisa se oponen a tu participación en el torneo, déjame hablar en tu nombre. Sé lo que hay que decir.
- Me gustaría saber más cosas del jefe Quecuan.
- Un buen líder. Fuerte e inteligente. Sé que no le gusta enviar a los campeones al Sombrío, pero no puede enfrentarse a la suma sacerdotisa Ecolotl sin dividir a la tribu.
- ¿Qué pasa con la suma sacerdotisa Ecolotl?
- Entendido. Empecemos.
- Me gustaría saber más cosas de la suma sacerdotisa Ecolotl.
- Es devota y apasionada, pero también muy cabezota. Teme perder la bendición del dios Sol y condenar a la tribu, pero no es capaz de ver que las ofrendas también nos llevarán a la ruina.
- ¿Qué pasa con el jefe Quecuan?
- Entendido. Empecemos.
- Gracias, Ikniu.
Cinemática en acercarte a la Suma sacerdotisa Ecolotl y el Jefe Quecuan:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Esta es una ceremonia sagrada. ¿Quién ha traído a estos forasteros?
- (Si miembro del Priorato de Durmand)
- Ikniu: He sido yo. El Priorato de Durmand nos envió a un aspirante que con gusto nos serviría como campeón.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: No necesitamos nada del Priorato de Durmand. Nos aseguraremos la bendición del dios Sol por nuestra cuenta.
- (Si miembro de la Orden de los Susurros)
- Ikniu: He sido yo. Estos extraños se han ofrecido a ayudarnos voluntariamente, a competir por el derecho a servir como nuestro campeón.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: No necesitamos la ayuda de extraños. Nos aseguraremos la bendición del dios Sol por nuestra cuenta.
- (Si miembro de la Vigilia)
- Ikniu: He sido yo. La Vigilia nos envió a un aspirante que con gusto nos serviría como campeón.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¿La Vigilia? No necesitamos nada de ellos. Conseguiremos la bendición del dios Sol por nuestra cuenta.
- Ikniu: ¿Pero no es acaso cierto que todos los vivos son amados por el dios Sol? ¿Por qué no podría un forastero competir si así lo desease?
- Jefe Quecuan: Ikniu tiene razón. Si un forastero se gana el favor del dios Sol, entonces será nuestro campeón. Que el Dios decida.
Hablando con tus aliados tras la cinemática:
- Maestre Sieran: Bien, estamos dentro. Veamos qué te tienen preparados los hylek y lo bien que eres capaz de hacerle frente.
- Estoy listo.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Aún no tengo claros todos los detalles, pero parece que estamos dentro. Esa suma sacerdotisa, Ecolotl, debería poder ponerte al día.
- Hablaré con ella en cuanto pueda.
- Adalid Forgal Kernsson: Buena suerte, <Nombre del personaje>. Yo te animaré y te cubriré las espaldas por si algo sale mal.
- Gracias.
- Ikniu: Por ahora vamos bien. Ahora debes hablar con Ecolotl. Ella te explicará el siguiente desafío, el Desafío de Visión.
- Me gustaría saber más cosas del jefe Quecuan. (igual que arriba)
- Me gustaría saber más cosas de la suma sacerdotisa Ecolotl. (igual que arriba)
- Muy bien.
- Jefe Quecuan: Ikniu ha hablado en tu nombre, forastero, así que puedes proceder. Si ganas, serías el primer forastero en lograrlo. Que el dios Sol bendiga tus esfuerzos.
- Gracias.
- Techutli: He trabajado muy duro para poder competir en el torneo. Tú no veneras al dios Sol, no eres hylek. No deberías estar aquí.
- He venido para ayudar a tu aldea y no necesito tu permiso para competir.
Hablando con la Suma sacerdotisa Ecolotl:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: El torneo está formado por tres desafíos: Visión, Palabras y Fuerza. El primero es Visión. Dado que eres forastero, responderé a todas las preguntas que tengas sobre las normas.
- Háblame del Desafío de Visión.
- El Sol ilumina nuestro mundo. Su luz simboliza la sabiduría, la claridad y la oportunidad. Celebra estos dones: apunta con esa torreta y destruye todas las ollas que puedas en el tiempo otorgado.
- Eso haré. Estoy listo.
- Excelente. La torreta está preparada. Empieza cuando estés listo. Honra las bendiciones del dios Sol y él te sonreirá.
- Gracias.
- ¿Tengo que usar la torreta?
- Nadie había hecho esa pregunta antes. Supongo que como eres un contrincante inusual, podrías elegir una táctica inusual. Pero el desafío se diseñó teniendo en cuenta la torreta.
- Entiendo. Empecemos.
- ¿Puedes volver a explicarme las normas?
- Necesito más tiempo para prepararme.
- ¿Por qué hay un temporizador?
- Para simbolizar el tiempo limitado que tenemos con el Sol. La luz del Sol es eterna e infinita, pero nuestro tiempo con ella no. Del mismo modo que todos los días y todas las vidas deben llegar a su fin, tu desafío también.
- Entendido. Estoy listo.
- ¿Puedes volver a explicarme las normas?
- Aún no estoy listo para empezar.
- Necesito un momento para prepararme.
- Gracias. Solo necesito un momento para prepararme.
Hablando con la Suma sacerdotisa Ecolotl tras empezar el desafío:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¿Compites o no, forastero? Aún quedan ollas enteras. ¡Vuelve a la torreta!
- Me marcho.
Después del Desafío de la Visión:
- Si se han destruido menos de dos objetivos:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: No me impresiona.
- Ikniu: Pero esta no es la única prueba. El forastero aún puede reclamar la bendición del dios Sol.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Quizás. Nuestro jefe juzgará la siguiente prueba y, luego, ya se verá.
- Si se han destruido tres objetivos:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Buen intento... para ser principiante. ¿Seguro que quieres continuar?
- Ikniu: Lo estoy, Sacerdotisa. Los forasteros son más de lo que se ve a simple vista.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: De acuerdo. Id con el jefe a la siguiente prueba.
- Si se han destruido entre cuatro y cinco objetivos:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Un buen intento. Quizá quede esperanza para el aspirante después de todo.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Id con el jefe a la siguiente prueba.
- Si se han destruido todos los objetivos:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¡Increíble! Solo nuestros mejores guerreros han conseguido tanto en tan poco.
- Ikniu: Es como dije: el dios Sol los ha bendecido.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: El dios Sol nos sonríe a todos. Venga, déjanos hablar con el jefe.
El Desafío de Palabras:
- Techutli: ¡Escúchame, jefe Quecuan! Mi propuesta para el Desafío de Palabras.
- Techutli: ¡Mi mirada es mortal, mi fuerza es monumental, mi valentía no tiene igual!
- Techutli: ¡Harta de matar todo cuanto se mueve por tierra y mar!
- Techutli: He reclamado nuevos territorios de cultivo y de caza para el pueblo. ¡Soy la elegida!
- Jefe Quecuan: Bien dicho, Techutli. Eres toda una bendición. Pero el recién llegado es de temer.
Hablando con tus aliados antes de empezar la prueba:
- Maestre Sieran: A continuación viene el Desafío de Palabras. Ojalá pudiera ayudarte con este. Para mí, hablar es algo natural.
- Lo sé. Pero no te preocupes, no te avergonzaré.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: ¿Desafío de Palabras, eh? No deberías tener problemas para contarle una historia a esta gente tan agradable.
- Déjamelo a mí. Planearé algo.
- Adalid Forgal Kernsson: Parece que en el siguiente desafío se trata de fanfarronear. Podría darte un par de consejos, pero creo que puedes hacerlo solo.
- Yo me encargo.
- Ikniu: Ahora, el Desafío de Palabras. Debes hablar de tu pasado, de las cosas que has hecho y de la persona que eres gracias a ello. El jefe Quecuan juzgará tus hazañas y tu manera de contarlas.
- Me gustaría saber más cosas del jefe Quecuan. (igual que arriba)
- Me gustaría saber más cosas de la suma sacerdotisa Ecolotl. (igual que arriba)
- Bien. Tengo una buena historia que contar.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¿Has superado el primer desafío? Enhorabuena. Pero aún te queda mucho camino para conseguir la bendición del dios Sol.
- Bien. Solo estoy calentando.
Hablando en el Desafío de Palabras:
- Jefe Quecuan: Te has ganado el derecho a competir en el Desafío de Palabras. Acércate y dinos: ¿quién eres? ¿Cuáles son tus logros? ¿Por qué deberías representar al dios Sol para la ofrenda?
- (Dependiendo de la raza del personaje)
- Soy <Nombre del personaje>, savant de Snaff de los asura. (asura)
- Soy <Nombre del personaje>, valiente del Árbol Pálido y portador de una funesta Caza Sylvestre. (sylvari)
- Soy <Nombre del personaje>, Héroe de Shaemoor. (humano)
- Soy <Nombre del personaje>, el Asesino de Issormir. Mis hazañas retumban por los salones de Hoelbrak. (norn)
- Saludos, <Nombre del personaje>. Estás ante la luz sagrada del dios Sol. Todos los que estamos aquí te hemos visto dominar el Desafío de la Visión. Ahora nos gustaría escuchar tus palabras. ¡Habla! Cuéntanos tu historia.
- Dependiendo de los anteriores pasos de la historia personal, uno de los siguientes:
- (si asura)
- Soy del Instituto de Dinámica. Reuní a dos amantes separados por el metal y la magia. (Instituto de Dinámica)
- Soy del Instituto de Sinergética[sic] y heredero de un pozo de conocimientos antiguos. (Instituto de Estática)
- Soy del Instituto de Estática[sic] y revolucioné el teletransporte. (Instituto de Sinergética)
- (si sylvari)
- Derroté a un asesino imposible de matar vengué a sus víctimas. (El Caballero Verde)
- Traje paz a dos amantes cuya felicidad había sido afectada por una pesadilla. (El Escudo de la Luna)
- Defendí al Ciervo blanco sagrado de la corrupción y la muerte. (El Ciervo Blanco)
- (si humano)
- Procedo de las calles, pero perseveré y me alcé por encima del crimen y la miseria. (Rata callejera)
- Pertenezco al pueblo llano. Luché por los inocentes y castigué a los culpables. (Plebeyo)
- Soy noble, pero defendí a mis vecinos, de alta y baja alcurnia. (Noble)
- (si norn)
- Derroté a un enemigo ancestral y le mostré un camino para la redención. (Derrotar a nuestros enemigos ancestrales)
- Defendí a un espíritu de la naturaleza y castigué a quienes les daban caza. (Proteger a los espíritus)
- Luché junto a guerreros espirituales y defendí la Niebla de los invasores malvados. (Defiende la Niebla)
- Muy bien. Pero con una hazaña no se gana el Desafío de Palabras. Cuéntanos más.
- Dependiendo de los anteriores pasos de la historia personal, dos de los siguientes. Cada uno lleva al mismo diálogo.
- (si asura)
- La ambición me llevó a un gran mal, pero resistí a la tentación y elegí la amistad. (Bola del infinito)
- Derroté a un maestro villano que me robó las ideas y amenazó mi hogar. (Conversor Transatmosférico)
- Frustré un plan para derrocar al gobierno utilizando mis inventos. (Gólem VAL-A)
- Dejé al descubierto un gran secreto y desvelé la corrupción de mis líderes tribales. (El rescate del investigador)
- (si sylvari)
- Viajé hasta el mismo Orr y rescaté a una persona noble que estaba atrapada allí. (Actúa sabiamente, pero actúa)
- [Ninguna opción][sic] (Todo tiene derecho a crecer)
- Defendí a un desconocido perdido del mal depredador y le ayudé a encontrar su camino. (Allá donde vaya la vida, deberías seguirla)
- Puse al descubierto y vengué la traición que causó la primera muerte sylvari. (Justicia para Riannoc)
- (si humano)
- Derroté una conspiración oscura y reivindiqué la memoria de mis padres. (Huérfano)
- Rescaté a mi hermana perdida, destapé un crimen atroz y castigué a los criminales. (Hermana muerta)
- Viví el sueño de mi infancia y evité que un villano convirtiera la inocencia en maldad. (Oportunidad perdida)
- Protegí a la reina Jennah de un criado peligroso y trágicamente descarriado. (La traición a la reina)
- (si norn)
- Solucioné un error por negligencia y me gané el respeto de soldados endurecidos en la batalla. (Inconsciente)
- Estuve a la altura del desafío de un odiado rival y lo derroté con honor. (Venganza)
- Recuperé la herencia perdida de una familia y la salvé de la corrupción de un dragón. (Herencia perdida)
- Evité a un antiguo héroe el castigo por un crimen que no había cometido. (Muerte desde abajo)
- Sí. Siempre debemos apuntar hacia la luz del Sol e inspirar a los otros para que también se alcen hacia ella. ¡Continúa!
- Vi la amenaza que suponían los dragones ancianos y me uní a <orden del personaje> para luchar contra ellos.
- Muy bien. Todos debemos entregarnos para formar parte de algo más grande. Tus palabras son impresionantes, pero cuéntanos: ¿por qué deberías ser tú el Campeón del Sol?
- Porque no descansaré hasta que todos los dragones estén muertos y Tyria sea un lugar seguro.
- Tus palabras son sabias y fuertes. Tienes fuego en el interior, forastero, el fuego del dios Sol. El Desafío de Palabras ha terminado. ¡El forastero ha ganado!
- Me honras, Quecuan.
- Sé cómo derrotar al Sombrío: con la unidad. ¡Únete a mí y lucharemos juntos!
- Estas palabras merecen ser escuchadas. Tu dedicación nos inspira, como la luz del sol después de una tormenta torrencial. El desafío ha terminado. ¡El forastero ha ganado!
- Es un honor, jefe Quecuan.
- Porque soy la esperanza. Soy el nuevo amanecer. Tu tribu se merece esa esperanza.
- ¡Ah, ya veo! Querías sacarnos de la sombra que nos ha rodeado. Entonces está decidido. El Desafío de Palabras ha terminado. ¡El forastero ha ganado!
- Gracias, jefe Quecuan.
- Un momento, por favor. Debo poner en orden mis palabras.
- Un momento, por favor. Debo poner en orden mis palabras.
- Necesito un momento para poner en orden mis palabras.
- Necesito un momento para poner en orden mis palabras.
- Un segundo. Tengo que reflexionar.
Tras completar el Desafío de Palabras:
- Jefe Quecuan: Estas son las palabras de tu jefe: "Declaro al forastero ganador del Desafío de Palabras".
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Pero la prueba no terminó. El siguiente desafío es el Desafío de Fuerza.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Aspirantes, ¡a los campos de pruebas! ¡Preparaos para luchar contra todo tipo de bestias!
Hablando con tus aliados:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Hablas bien, <Nombre del personaje>. Las lenguas de los hylek pueden cazar una mosca que vuela a tres metros de distancia, pero la tuya es aún más formidable. Veamos si luchas tan bien como hablas.
- No dejes de observar. Te espera algo bueno.
- Jefe Quecuan: Lo estás haciendo bien, forastero. Pero para muchos contrincantes el siguiente desafío es el más complicado.
- Estoy listo.
- Ikniu: Ahora a por el Desafío de Fuerza. Derrota a las criaturas salvajes y hambrientas del pantano para demostrar que mereces el favor del dios Sol. Buena suerte.
- Gracias.
- Maestre Sieran: ¿Práctica de tiro, luego fanfarronear y ahora control de plagas? Seguro que son una plaga peligrosa y terrible, pero aun así...
- Todo forma parte del espectáculo. Déjamelo a mí.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Ya casi estamos. ¿Crees que puedes enfrentarte a un puñado de bestias de la ciénaga para alzarte con el título?
- Y que lo digas.
- Adalid Forgal Kernsson: No había oído tanta fanfarronería desde que Knut Osoblanco celebró el festín y maratón de tabernas "Presumamos y brindemos de costa a costa" hace ya años. ¡Pasemos al siguiente desafío!
- ¡Pues sí!
En los campos de pruebas:
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Este es el desafío final. Estad preparados.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Las bestias del aire destruirán a todos. Solo un campeón puede derrotarlas.
- Techutli: No tengo miedo. Ponme a prueba, oh, Sol. ¡Puedo hacerlo!
- Techutli: ¡Te odio! ¡Muere!
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¡Adelante, criaturas de la tierra! ¡Luchad por vuestro hogar y vuestra vida!
- Techutli: ¡A luchar!
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¡Adelante, criaturas de lo profundo! ¡Destruid a los sombríos!
- Techutli: ¡Para, para! Me rindo.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Todas las bestias del mundo han conocido a su maestro. ¡Ya está!
- Jefe Quecuan: El Sol está sonriendo. Ganador, ven a recibir tus honores.
Hablando con tus aliados:
- Ikniu: Enhorabuena. Ningún forastero ha participado antes en el torneo y de ganarlo ni hablamos. ¡Habla con el jefe Quecuan para que pueda anunciar tu victoria!
- Enseguida.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: Enhorabuena. El dios Sol te ha sonreído hoy. Tu victoria está completa. Ahora, para que sea oficial, habla con el jefe Quecuan.
- Gracias, lo haré.
- Maestre Sieran: ¡Increíble! Has ganado a los hylek en sus propios juegos. Ahora solo tienes que hablar con el jefe y estará todo hecho.
- Ya voy.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Tres desafíos, tres victorias. Bien hecho, <Nombre del personaje>. Cuando hables con el jefe y te proclame Campeón, estaremos otra vez en marcha.
- Iré a hablar con Quecuan ahora mismo.
- Adalid Forgal Kernsson: Buen trabajo. Puede que ahora consigamos un poco de agarre con los hylek. Habla con el jefe para que te anuncie como el nuevo campeón del dios Sol.
- Entendido.
Cinemática hablando con el Jefe Quecuan:
- <Nombre del personaje>: ¡Escuchadme! Todos vuestros campeones anteriores han sido transformados en muertos vivientes. Ahora son esclavos y soldados para el ejército del dragón.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¡Silencio! El sacrificio de los campeones nos ha mantenido a salvo por la voluntad del dios Sol.
- Maestre Sieran: Eso es falso. Hemos visto al ejército de muertos vivientes con nuestros propios ojos y no hace sino crecer más y más. Pronto vendrán por vosotros. Pronto vuestra aldea será solo polvo.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Eso no es lo que ha sucedido. Vuestros pobres campeones simplemente se han convertido en parte del ejército de muertos vivientes. Vuestra protección es una patraña. Pronto ese ejército vendrá a por vuestra aldea.
- Adalid Forgal Kernsson: Te equivocas. Los muertos vivientes no os han atacado porque están formando un ejército, y cuando ese ejército sea lo suficientemente grande, os encontrarán y borrarán vuestra aldea del mapa.
- Ikniu: El dios Sol eligió a estos forasteros. Hablan en nombre del dios Sol. Debemos fortificar la aldea y defendernos.
- Suma sacerdotisa Ecolotl: ¡No! No arruinarán el ritual. Si el campeón no es nuestro sacrificio, yo lo seré. Yo protegeré la aldea, aunque nadie más lo haga.
- Jefe Quecuan: Si crees que es lo mejor, Sacerdotisa, adelante, pero no veo la necesidad. Vamos a fortificar la aldea y a plantar batalla aquí junto a nuestro campeón.
Después de la cinemática:
- Maestre Sieran: Miro a estas criaturas y me acuerdo de mi hogar en la Arboleda. ¿Qué estaría dispuesta a hacer si algo los amenazara?
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Míralos, permanecen unidos pase lo que pase. Quisiera... Quiero decir, mi antigua escuadra... Ah, da igual.
- Adalid Forgal Kernsson: Esas criaturas son cabezotas, sin duda. Entregadas, quiero decir. Puede que no me gusten, pero eso lo admiro.
Hablando con tus aliados después de la cinemática:
- Ikniu: Te saludo, Campeón del Sol. Ojalá la suma sacerdotisa aceptara tu victoria y se quedara para luchar a tu lado. La necesitaremos para la próxima batalla.
- Ella cree estar haciendo lo correcto para proteger a su pueblo. (Diplomático)
- En parte. Tampoco quiere compartir el poder que tiene sobre el pueblo como suma sacerdotisa. Pero ella ya no está y la aldea sigue aquí. Debemos protegerla.
- Ese es el plan. Empecemos.
- Tendremos que apañárnoslas con lo que tenemos. Empecemos.
- Maestre Sieran: Esto nos da todo el impulso que necesitamos con el pueblo de Ikniu. Lo has hecho genial, <Nombre del personaje>. Enhorabuena.
- Gracias. ¿Crees que tener un forastero como campeón causará problemas?
- No veo cómo. Te admitieron, ganaste y te declararon campeón. A mí me parece que Quecuan se alegra de tener a alguien a quien enviar en lugar de a su gente.
- Bien.
- A partir de ahora, prefiero que me llamen "Campeón del Sol", muchas gracias.
- Bueno, ¿en qué estaríamos pensando? Recuerdo cuando te contentabas con el título de "Pionero". Tendré en cuenta tu petición pero, citando a Gixx: espera lo mejor, prepárate para lo peor.
- Qué se le va a hacer. Valía la pena intentarlo.
- Más vale que acorralemos a la suma sacerdotisa hasta que todo esto esté solucionado.
- Eso sería un error. Utilizar la fuerza para pararle los pies nos pondría a malas con el otro portavoz del dios Sol y acabaría con el beneficio que acabamos de ganar en el torneo.
- Muy bien. Concentrémonos en proteger a los aldeanos que se han quedado.
- Gracias, pero es un esfuerzo en equipo: tú, Ikniu, el dios Sol y yo.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Una actuación impresionante, agente <Nombre del personaje>. Tal vez estos hylek nos dejen ayudarles ahora.
- ¿Mi victoria en el torneo supondrá algún problema para los hylek?
- Bueno, me preocupa e incluso digo "No". Conseguiste permiso para participar, ganaste de forma justa y el mismo jefe te proclamó Campeón. Esto está hecho.
- Es un alivio. En marcha.
- Perdona, mi título oficial ahora es "Campeón del dios Sol <Nombre del personaje>".
- Ya te gustaría. Te propongo una cosa: te llamaré "Campeón" el día en que los Preceptores empiecen a llamarme "Emperador de todas las manzanas".
- Vaya. ¡Con mis habilidades y tus manzanas, podríamos haber dominado el mundo!
- Deberíamos arrastrar a esa suma sacerdotisa hasta aquí. Podría estropearlo todo.
- Mala idea. ¿El nuevo Campeón del dios Sol golpeando a la suma sacerdotisa? Eso anulará los avances que hemos logrado. Nuestra misión es la principal prioridad. Lo siento, pero Ecolotl está sola.
- Sí, supongo que tienes razón.
- Estoy listo. Empecemos.
- Adalid Forgal Kernsson: Estamos un paso más cerca de ganarnos a estos hylek. Buen trabajo, <Nombre del personaje>.
- Deberíamos hacer entrar en razón a esa suma sacerdotisa.
- Es su vida y su decisión. Me gustaría salvarla, pero tendremos las manos ocupadas protegiendo a los hylek que se han quedado en la aldea.
- Es una pena para Ecolotl.
- A partir de ahora, deberás llamarme "Campeón del sol <Nombre del personaje>".
- No hay trato. Mientras sigas siendo mi compañero, me seguiré dirigiendo a ti por tu rango en la Vigilia. Y tú responderás. ¿Entendido, cruzado?
- Cálmate, adalid. Solo me estoy divirtiendo un poco contigo.
- Me preocupa que mi victoria suponga una complicación para la tribu.
- No lo hagas. Has entrado gracias al argumento de Ikniu, has ganado el torneo y el mismísimo jefe Quecuan te ha declarado Campeón del dios Sol. No puede ser más oficial.
- Tienes razón. Gracias.
- Gracias.
Hablando con tu mentor otra vez:
- Maestre Sieran: Esto nos da todo el impulso que necesitamos con el pueblo de Ikniu. Lo has hecho genial, <Nombre del personaje>. Enhorabuena.
- Gracias, pero es un esfuerzo en equipo: tú, Ikniu, el dios Sol y yo.
- Iluminado Tybalt Zarpazurda: Una actuación impresionante, agente <Nombre del personaje>. Tal vez estos hylek nos dejen ayudarles ahora.
- Estoy listo. Empecemos.
- Adalid Forgal Kernsson: Estamos un paso más cerca de ganarnos a estos hylek. Buen trabajo, <Nombre del personaje>.
- Gracias.
Curiosidades[editar]
Mi historia[editar]