Diario de historia/Mundo viviente, 4.ª temporada
Las entradas del Diario de historia para Cuarta Temporada de Mundo Viviente sirven como un resumen efectivo de la historia desde el punto de vista del Comandante del Pacto, y se transcriben aquí.
Amanecer
- 63 Coloso 1330
Al poco de la derrota de Balthazar en el Bazar de Kodash, Rytlock Brimstone, Canach y Taimi se hicieron con un rancho de dolyak a las afueras de la Ciudad Libre de Amnoon, donde pudieron hacerle las reparaciones necesarias al gólem de Taimi antes de que reanudáramos la búsqueda de Aurene. Taimi se puso en contacto conmigo para informarme de su progreso.
El capitán de los jinetes Rahim fue muy generoso al permitir a Taimi, Canach y Rytlock usar del rancho de dolyak como campamento base desde el cual buscar a Aurene, seguir las actividades de Kralkatorrik y determinar qué hacer a continuación. El lugar proporciona un fácil acceso al bullicioso mercado de Amnoon, pero nos permite pasar desapercibidos.
Cuando llegué al rancho, Taimi me puso al día sobre sus progresos con el equipamiento de Pulgoso, su gólem y laboratorio móvil. También me transmitió un mensaje de Marjory Delaqua y Kasmeer Meade acerca del actual paradero de Kralkatorrik y lo que estaba haciendo. Su información quedó interrumpida por una Tormenta de la Marca que surgió sin avisar y se tragó Amnoon. Tuvimos que aparcar la búsqueda de Aurene para investigar.
Rytlock Brimstone, Canach y yo nos enfrentamos a oleadas de marcados que asediaban la Ciudad Libre de Amnoon y rescatamos a todos los elonianos que pudimos. La Tormenta de la Marca escondía a un guiverno marcado: era evidente que Kralkatorrik experimentaba con los nuevos poderes adquiridos tras las muertes de Balthazar y los dos dragones ancianos.
También descubrimos de forma inesperada que nuestra búsqueda de Aurene pasaba a ser irrelevante, puesto que ella estaba ya en Amnoon protegiendo a sus ciudadanos. Se la veía considerablemente más grande y más poderosa que la última vez que la habíamos visto, apenas días antes, en el Bazar de Kodash, y su temperamento parecía errático. Mi preocupación por las consecuencias de que Aurene hubiera estado cerca de Balthazar al morir este no hizo sino aumentar tras este encuentro.
Aurene nos envió una visión de destrucción y caos generalizado, y de una ciudad en ruinas que el agente Kito identificó como Fahranur. El agente Kito y yo vamos a dirigirnos a Istan para contactar con los Lanceros del Sol, quienes tal vez conozcan algún modo de acceder a Fahranur. Rytlock, Canach y Taimi permanecerán en Amnoon para arreglar los destrozos del ataque de los siervos de Kralkatorrik.
Siguiendo las indicaciones del agente Kito, pude viajar a Istan yendo de polizón en un pequeño pesquero.
Una vez en Istan, me dirigí al Observatorio, donde el agente Kito insinuó que tal vez yo pudiera contactar con los Lanceros del Sol. Este extraordinario instituto estaba repleto de eruditos entregados al estudio de la astronomía y la historia de Istan, pero el fervor académico se veía un tanto atenuado por la presencia de agentes del Creciente Acerado que presionaban a los eruditos para que limitaran la historia que enseñaban y documentaban a la propaganda en favor de Joko.
Contacté con la archivera jefa, Rhadha, quien temía que mi presencia atrajera una atención no deseada y que me pidió que me disfrazara de erudito de vista. Era la única forma en que podía acceder a los archivos en los que se hallaban la entrada a la base de los Lanceros del Sol sin levantar sospechas entre los muchos investigadores leales a Joko o las patrullas del Creciente Acerado que controlaban la instalación.
Tras hacerme pasar por erudito para evitar las sospechas de los guardias del Creciente Acerado y de los investigadores favorables a Joko en Observatorio, busqué a la archivera Rhadha, quien me dijo que la clave para localizar la base secreta de los Lanceros del Sol estaba en un libro llamado "Anochecer", ubicado en los archivos principales. Rhadha me aconsejó contactar con la archivera Salwa, que controlaba el acceso a estos archivos.
Salwa tenía dudas comprensibles sobre si permitirme entrar en el sagrario, hasta que le demostré que yo apoyaba a quienes querían acabar con el cruel gobierno del rey liche, Palawa Joko.
Me dirigí a la planta inferior de la biblioteca del Observatorio. Usando la llave que me dio la archivera Rhadha, deduje el ensalmo necesario para acceder a los archivos. Al decir "Joko es falso" estando antes la puerta me transporté a una base secreta de los Lanceros del Sol, donde me recibieron el agente Kito y la lancera de primera Hakima. Ésta me informó de que solo el mariscal lancero Zaeim, el líder de los Lanceros del Sol istaníes, sabe cómo acceder a Fahranur, y que debía buscarlo en Amanecer del Campeón.
Estoy ayudando a los Lanceros del Sol a reclutar gente de la ciudad de Amanecer del Campeón, la cual está siendo atacada por agentes del Creciente Acerado y gente viva leal a Joko como represalia por apoyar a los Lanceros del Sol. La lancera de primera Hakima me dijo que debería buscar al sacerdote Sazeer, el cual podría ayudarme a encontrar al mariscal lancero Zaeim había sido capturado por una corsaria llamada Sayida.
Hace generaciones, un ancestro de Sayida perdió una moneda ante un lancero del sol ahora despertado. Si puedo recuperar esa herencia familiar, puede que tenga algo con lo que negociar con los corsarios para que liberen a Zaeim. No obstante, derrotar al lancero del sol despertado puede que resulte todo un desafío.
Koss es una especie de leyenda local. Se encerró a sí mismo en una cueva para evitar ceder a la compulsión de despertado de obedecer las órdenes de Joko. Conseguí derrotarlo en un duelo y el lancero del sol despertado me dio la moneda. Ahora solo tengo que convencer a Sayida la Ladina y sus corsarios de intercambiar a Zaeim por la moneda.
Le propuse un trato a Sayida la Ladina, quien me dijo que, aunque su honor la obligaba a ayudarme a cambio de la moneda, ya había entregado a Zaeim al Creciente Acerado por la recompensa. Ideamos un plan alternativo. Ella me entregaría por la recompensa por mi cabeza y yo sacaría a Zaeim de la prisión en el Gran Salón del Creciente Acerado. Kito convocaría a los lanceros del sol para ayudarme desde fuera y Sayida vendería grog corsario a los Despertados, el cual parece ser lo bastante fuerte como para incapacitar hasta a los muertos vivientes. Conseguí los ingredientes para ese licor legendario, lo cual resultó todo un desafío, dado que estaban distribuidos entre varios grupos de corsarios enfrentados.
He obtenido los ingredientes para el grog corsario. Todo está en su sitio. Ahora solo tengo que dejar que Sayida me entregue al Creciente Acerado.
Me reuní con Sayida y los suyos frente a la entrada del Gran Salón del Creciente Acerado. Me puso grilletes y me escoltó al interior.
Sayida me entregó a la guarda Amala y, bajo la mirada de una multitud de despertados, engatusó a la guarda para que hiciera un brindis por Joko, ofreciéndole astutamente el grog "aderezado". Todo iba bien hasta que Taimi me llamó por el comunicador, provocando las sospechas de la guarda. Amala me sacudió en la cabeza y perdí el conocimiento.
Recobré el sentido en la celda de una mazmorra junto a Zaeim, el Héroe de Istan. Cuando el carcelero se desplomó, a causa del grog "aderezado", Zaeim y yo escapamos y llegamos al hueco de las escaleras que llevan afuera de las mazmorras.
Aún tengo que dejar atrás a la guarda Amala, y el tiempo es oro: Joko ha regresado del Dominio de los Perdidos. Y tiene a Taimi.
Amala ofreció mucha resistencia: esta derviche, que antaño dedicó su vida a enfrentarse a Joko, fue ejecutada y despertada por el liche. Aun estando bajo el control de éste, podía canalizar todavía el poder de los dioses, pero Zaeim y yo la abatimos al fin con la ayuda de Sayida y sus corsarios.
La escaramuza frente a la prisión sigue siendo un poco confusa: los Lanceros del Sol irrumpieron por la puerta principal del Gran Salón con Rytlock y Canach para reunirse con su mariscal lancero, mientras Aurene bombardeaba al abrumado Creciente Acerado desde arriba.
Pero cuesta disfrutar de nuestro triunfo cuando Joko tiene a Taimi. Zaeim se ha ofrecido a guiarnos a Fahranur y nos ha ordenado que nos reunamos con él en una cueva de la bahía de Issnur. No hay tiempo que perder.
Con la ayuda de Zaeim, pude econtrar la entrada a Fahranur en un viejo sistema de túneles subterráneos. Siguiente paso: rescatar a Taimi.
Zaeim, Rytlock, Canach y yo sobrevivimos a los enemigos y a las trampas que había dentro de Fahranur para llegar a las profundidades del corazón de la Primera Ciudad, solo para enfrentarnos a una abominación despertada que vigilaba un muro de huesos. Nos habría aplastado si no fuera porque Braham y Rox aparecieron para salvarnos.
Tan solo espero que Braham esté listo para cooperar con nostros.
Con la ayuda de Braham y Rox, nos abrimos paso entre oleadas de Despertados y descubrimos que Palawa Joko había obligado a Taimi a abrir las puertas de Tyria para que él pudiera invadirla. Encontramos a Taimi justo a tiempo para ver cómo un ejercito de Despertados cruzaba las puertas hacia una serie de lugares de Tyria.
Nos recibió un coro de asura despertados, que traían un mensaje de venganza de Joko y revelaron que Taimi estaba atrapada en su gólem, Pulgoso, que había sido manipulado para asfixiarla.
Ahrora no tenemos otra opción que acabar con Pulgoso y sacar de ahí a Taimi antes de que sea demasiado tarde.
Sobrevivimos al colapso de Pulgoso, neutralizamos las puertas asura que se usaban para invadir lugares de toda Tyria y salvamos a Taimi. Está visiblemente debilitada y aterrorizada por la experiencia, pero insiste en que se recuperará.
Le preguntamos qué había averiguado mientras estuvo con Joko, y al parecer está investigando un tipo de bichos. Tendremos que averiguar dónde se encuentra para detenerlo de una vez por todas.
Un error en el sistema
- 65 Céfiro 1331
He recibido un mensaje del agente Kito en el que me proponía un encuentro. Me ha informado de que Joko se ha hecho con el control de otro centro de puertas asura, lo que le permite proseguir su invasión de Tyria.
Me he puesto en contacto con Taimi para que me ponga al día de sus investigaciones en la base de la Inquisa en Fahranur. Parecía algo apagada, lo que no me sorprende tras su traumático secuestro por parte de Joko. Con todo, ha hecho dos importantes descubrimientos.
El primero, que una de las puertas destruidas en Fahranur llevaba a una gran base de la Inquisa, que probablemente sería el nuevo centro de puertas de Joko. Por desgracia, no había forma de saber dónde estaba esa base.
El segundo, que un viejo amigo de Taimi, un científico llamado Blish, estaba trabajando en la base.
El camino a seguir parece claro: si encontramos al científico, encontraremos al centro de puertas de Joko.
Kito me avisó de unas instalaciones de transporte ocultas de la Inquisa. Braham, Rox y yo conseguimos colarnos en ellas disfrazados de entrega de especímenes vivos, y dentro logré acceder a la base de datos de recursos de las instalaciones. El científico de Taimi está destinado en el cuartel general eloniano de la Inquisa: Rata Primus.
Intentamos viajar a Rata Primus a través de la puerta asura de las instalaciones, pero una avería en la puerta de llegada nos ha obligado a desplazarnos al laboratorio alternativo más próximo.
Nos encontramos en una laboratorio de la Inquisa lleno de señales de investigación sobre enfermedades con sujetos vivos, entre ellos miembros de una tribu local charr. Ayudamos a liberar a una de estos charr justo antes de que los investigadores de la Inquisa la infectaran con una enfermedad misteriosa y letal.
La huida de la charr activó una secuencia de autodestrucción. Mientras corríamos para salir a tiempo, nos enfrentamos a las fuerzas de seguridad y descubrimos un mensaje de socorro cifrado del hermano de Blish, Gorrik. El mensaje confirmaba que los despertados de Joko estaban causando estragos en el complejo principal de Rata Primus.
Al llegar al tejado vimos por primera vez Rata Primus a lo lejos: un enorme cubo flotante. Saltamos desde el tejado del laboratorio para no ser alcanzados por la autodestrucción, y estaba claro que debíamos asaltar ese cubo para tener alguna esperanza de frenar la invasión de Joko contra Tyria.
Bottica reconoció que la Inquisa y los Despertados son amenazas para su tribu, los Olmakhan. Nos sugirió hablar con los ancianos de la tribu y ofrecer una colaboración que nos beneficie a todos.
Boticca nos presentó a los ancianos olmakhan y hablamos con ellos sobre los peligros apremiantes de la Inquisa y los Despertados. Algunos coincidían en que había llegado el momento de luchar, pero otros creían que lo mejor era desplazar la tribu en busca de un hogar más seguro.
Mientras los ancianos proseguían sus discusiones en privado, Braham y Rox exploraron la aldea. Rox parecía especialmente cautivada por los Olmakhan y su forma de vida. Yo, mientras tanto, intenté consolar a unos cuantos de los cachorros que habían perdido familiares por los brutales experimentos de la Inquisa.
Un ataque repentino de las fuerzas de cuarentena de la Inquisa a la aldea nos pilló a todos por sorpresa. Braham y yo llevamos a los cachorros a un lugar seguro y, con la ayuda de Aurene, luchamos para defender a los aldeanos. La prueba de fuego llegó con el despliegue por parte de la Inquisa del colosal gólem exterminador. Pudimos derrotarlo, pero por desgracia uno de los ancianos no sobrevivió.
La aldea lloró su pérdida y decidió vengar la muerte del anciano uniendo sus fuerzas a las nuestras en el asalto a Rata Primus.
Los Olmakhan están decididos a ayudarnos, así que nos hemos preparado para atacar Rata Primus. Por desgracia, poco sabíamos sobre esa enorme base, y no había duda de que estaba bien defendida. Cuando se lo comenté a Aurene, sobrevoló la zona y me transmitió lo que veía. Me reveló un escudo protector alrededor del cubo, un número creciente de despertados de Joko en la zona y una torre de comunicaciones que coordinaba las instalaciones y las fuerzas en tierra de la Inquisa.
Braham y Rox se quedaron con los Olmakhan para ayudarlos a defenderse si se producía un nuevo ataque. Me infiltré en las instalaciones de comunicaciones de la Inquisa y saboteé la torre. Dentro también descubrí una versión íntegra del mensaje de socorro de Gorrik que me confirmó que Blish y él estaban atrapados por las fuerzas de Joko en Rata Primus. Le he prometido a Taimi que haría todo lo que estuviese en mi mano para ayudarlos.
Sayida ha aceptado ayudarnos en nuestro asalto a Rata Primus con su aeronave y me ha dado indicaciones para encontrar y desactivar los tres generadores que suministran energía al escudo. Al neutralizar el último de ellos ha llegado la aeronave de Sayida. Braham y yo hemos embarcado y nos hemos preparado para el asalto a Rata Primus.
Mientras Rox lideraba a los Olmakhan en un ataque por tierra, Braham y yo nos infiltramos en Rata Primus desde arriba con la ayuda de Sayida y su aeronave. Dentro, los Despertados de Joko libraban combates con las fuerzas de la Inquisa. Encontramos el centro de puertas, derrotamos a un enorme contingente de Despertados y desactivamos las puertas, con lo que terminó la invasión de Joko contra Tyria.
Llegamos al laboratorio donde se habían atrincherado Gorrik y Blish, y descubrimos para nuestro asombro que la conciencia de Blish se había transferido a un gólem. Antes de que pudiésemos hacernos a la idea, empezó a sonar la alarma de la cámara de contención y Gorrik nos dio unas noticias inquietantes, la Inquisa había conseguido muestras de la antigua y letal plaga de escarabajos en Fahranur, y Joko estaba intentando apoderarse de ellas.
Corrimos a la cámara de contención, pero llegamos tarde. Joko averió la puerta asura que quedaba y lanzó a la comandante Lonai del Creciente Acerado contra nosotros mientras huía con la plaga. La puerta dañada nos absorbió, y Braham y yo nos preparamos para el combate inminente.
Braham y yo luchamos contra Lonai mientras nos desplazaban a sitios cada vez más remotos y extraños. Cuando por fin la derrotamos, Blish y Gorrik nos transportaron de vuelta a la aeronave de Sayida mientras se producía la detonación del protocolo de autodestrucción de Rata Primus.
Me preocupaba la reacción de Taimi al descubrir que Blish ahora era un gólem, pero estaba contentísima de volver a ver a sus amigos. Los tres van a trabajar juntos mientras nos preparamos para los terribles planes que Joko tenga para la plaga de escarabajos.
Larga vida al liche
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- 87 Fénix 1331
Taimi me informó de que el consejo de Amnoon había encarcelado a Gorrik apresuradamente por motivos de salud pública. Me presenté en el juicio y conseguí defenderlo con éxito en la causa. Está investigando medidas para combatir la plaga de escarabajos.
Me reuní con Taimi y Gorrik en los muelles donde estaba confiscado su material de investigación. Solucionamos la fuga de insectos de gominola de Gorrik y luego encontramos a Blish y lo reactivamos. Lord Faren también ayudó un poquito.
Lord Faren y yo esperamos a la nave krytense en los muelles. La concejala Mayameen se adelantó para recibir a la delegación, pero descubrió que todos a bordo estaban infectados por la plaga de escarabajos. Ella también sucumbió pero, con la ayuda de Aurene, conseguí contener la plaga.
Joko envió un batallón de Despertados para atacar Amnoon y propagar la plaga, pero conseguí detenerlos en los muelles. Tras derrotar a su campeona, Joko me retó a luchar con él en Gandara. A pesar del riesgo de infección, Faren afirmó que se uniría a mí en esta batalla.
Taimi, Gorrik, Blish y yo hemos llegado a la conclusión de que un ejército solo podría llegar a tiempo a Gandara empleando la tecnología de portales robada de Blish. He enviado a Blish y a Taimi a preparar el portal en el desierto mientras yo iba a pedir ayuda a la Dinastía primigenia.
Me desplacé a la Tumba de los Reyes Primigenios y convencí a las reinas Dahlah y Nahlah de la gravedad de la amenaza de Joko. Me prometieron el mando de un ejército fantasmal para combatir a Joko y la plaga de escarabajos.
Me reuní con Blish y Taimi en la ubicación del portal inestable de Blish. Mientras él lo configuraba, una anomalía mandó su brazo al otro lado.
Encontré el brazo de Blish, y también a varios despertados. Con sus funciones integradas de sigilo, aturdimiento y triboelectrocución conseguí acabar con los despertados e identificar una buena ubicación para nuestro campamento.
El brazo de Blish ha demostrado ser tremendamente útil para despejar el puesto avanzado de los Despertados, que será un excelente punto de preparación para el asalto a la fortaleza de Joko por parte de nuestro ejército.
Canach y yo hemos plantado muros de zarzas, bombardeando máquinas de asedio y destruido barricadas para debilitar las defensas de la Fortaleza de la Luna antes de que llegue nuestro ejército.
Defendí la zona del portal mientras Blish enviaba batallones de aliados a través de él. Una vez reunido el ejército al completo en el nuevo campamento, me dirigí a las tropas y les asigné sus respectivos papeles en la inminente batalla.
Ayudé a viejos aliados y gané nuevos aliados antes del asalto a la fortaleza de Joko.
Faren resultó herido mientras le llevaba unos explosivos sumamente necesarios a Rytlock. Lo felicité por su valentía y le dije a Rytlock que defendiese la posición.
Cruzamos el puente luchando y reventamos las puertas de la fortaleza, pero la encontramos infestada por la plaga de escarabajos. El ejército primigenio se quedó luchando allí mientras Braham y yo buscábamos otra forma de entrar.
Braham y yo encontramos un anillo de sello que disipa ilusiones en una de las cámaras de tortura de Joko.
Nos abrimos camino a través de la Fortaleza de la Luna, desactivando trampas y luchando contra los siervos, hasta que llegamos al osario.
Abrí la entrada al Contaminario, derrote a la mariscal de las Bestias y me metí de cabeza en una trampa. Braham me salvó y se quedó atrapado en mi lugar.
Luché contra Joko hasta que cayó, con lo que Braham quedó libre de la trampa. Pero, aunque Joko parecía muerto en un principio, se guardaba un as en la manga. Por suerte, Aurene estaba cerca y, en el momento clave, vino volando a por un bocadito. Juntos conseguimos contener la plaga de escarabajos, poner fin al tiránico reinado de Joko y proporcionar muestras científicas a Gorrik.
Una estrella que nos guía
- 81 Vástago 1331
Según Taimi y Braham, Aurene interrumpió una cumbre política en Jahai y las tensiones se están disparando. Braham me ayudó a entrar en la ciudad con discreción para sacar a Aurene y hacer que la cumbre vuelva a su cauce.
Zaeim y yo conseguimos calmar a los delegados y reactivar la cumbre pese a los intentos del arconte Iberu de desbaratarla. Pero, justo cuando los delegados empezaban a colaborar, sufrimos un ataque sorpresa del teniente de Kralkatorrik: ¡el Asolador marcado por la muerte!
Logramos escapar de los ataques del Asolador, pero Aurene se ha ido, y el Asolador fue a por ella, desapareciendo por una especie de agujero en la realidad. Y lo que es peor, están apareciendo más anomalías a lo largo y ancho de Jahai. Taimi y yo hemos elaborado un plan para investigar las perturbaciones.
Tras encontrar un pedazo desplazado de Maguuma, una franja de tierra de otro mundo, un eco del antiguo Orr arrancado del tiempo y una fisura activa en la Niebla, llegamos a una escalofriante conclusión: Kralkattorik se encuentra dentro de la Niebla. Por suerte también descubrimos que Kralkatorrik no puede marcar desde tan abajo, y Koss recordó un lugar seguro de sus tiempos como lancero del sol. Acordamos reunirnos en el viejo santuario de los Lanceros del Sol para estudiar nuestras opciones y estar a salvo de la Marca.
Cuando llegué, Braham, Koss y Kossan me estaban esperando en el santuario abandonado de los Lanceros del Sol. Juntos trabajamos para echar de allí a sus actuales moradores: una horda de arañas liderada por una aterradora progenitora. Tras vencer a las arañas, encendimos de nuevo el fuego protector que hay en la Cámara del Sol, que protegerá la cámara interior de los ataques de Kralkatorrik... y di a nuestro santuario recuperado un nuevo nombre: el Refugio del Sol.
Nos reagrupamos con Taimi, Zaeim y los demás para hablar de las anomalías que vimos, pero nos interrumpió una impactante aparición: ¡los fantasmas de Eir Stegalkin y Snaff! Y traían un mensaje para Aurene del mismísimo Glint: ha llegado la hora de que Aurene venza a Kralkatorrik y lo sustituya como dragón anciano.
Acorralada, Aurene nos reveló una visión en la que se mostraban varias situaciones hipotéticas respecto a nuestros intentos de derrotar a Kralkatorrik. Las batallas eran horripilantes: en cada uno de los desenlances, Aurene moría. Esta, aterrada, huyó y quedamos tambaleantes sin ella. Justo entonces, Blish saltó con la idea repentina de entrar en la Niebla, colocarle un rastreador a Kralkatorrik y usarlo para evacuar las aldeas antes de que aparezca. Blish me ha asignado la primera de las tareas: localizar la espada de Balthazar para usarla de cebo. Se rumorea que se halla en algún lugar de Vabbi.
Llegamos al escenario de nuestra batalla con Balthazar, y una integrante del Priorato llamada Nereth calculó adónde creía que podría haber ido a para su famosa espada. Según ella, el priorato ya debería haberla recuperado.
Encontramos la zona en la que estimábamos que habría ido a para la espada, pero descubrimos que el Priorato había sido atacado por un misterioso francotirador que robó la espada y huyó. El Priorato sospecha que se dirigía a la guarnición de Argon.
Tras un emotivo enfrentamiento, derroté a Zafirah, una afligida sacerdotisa de Balthazar embarcada en una venganza personal. Fue entonces cuando la reconocí al fin: ¡ella aparecía en la visión que Aurene tuvo del futuro! Convencida de nuestra futura alianza, la invité a ayudarnos a acabar con Kralkatorrik. No sé si aceptará, pero el caso es que entregó la espada de Balthazar.
Ya solo queda volver a encender la espada usando la magia de la espada de Rytlock, Sohothin. Luego habrá que adentrarse en la Niebla y utilizar la espada como cebo mágico para ponerle el rastreador de Blish a Kralkatorrik. Fácil, ¿eh?
Para poder colocarle el dispositivo rastreador a Kralkatorrik, Blish necesita una fuente de magia intensa como cebo: la espada de Balthazar. Mediante el uso de Sohothin, Rytlock y yo volvimos encender la espada, activando su magia y llevando adelante nuestro plan. Ahora es el momento de entrar en la Niebla y atraer a Kralkatorrik usando la espada, para así engañarlo y que se trague el rastreador.
Tras encontrar un lugar seguro para que Blish colocara el rastreador en la espada de Balthazar, lo defendí de una ataque de marcados mientras Kralkatorrik se nos aproximaba. Con la tormenta de este cerca, la espada de Balthazar arremetió y destruyó la fuente de energía del rastreador. Para asegurarse de que el rastreador conservara su energía indefinidamente, Blish desactivó sus funciones superiores y acopló su cuerpo de gólem al rastreador y a la espada, sacrificándose por el bien de nuestra misión.
Dejé atrás a Kralkatorrik mientras Blish pronunciaba sus últimas palabras. Nuestra misión finalizó con éxito... pero Blish ya no está.
Con el rastreador ya debidamente colocado, regresé al Refugio del Sol para informar a Gorrik del sacrificio de su hermano. Al oír la noticia del último mensaje de Blish, Taimi desveló hasta qué punto estaba avanzada su enfermedad terminal, y Caithe reveló al fin que llevaba algún tiempo observándonos desde las sombras, y que tal vez ella sepa cómo dar con Aurene.
Todo o nada
- 08 Céfiro 1332
Me puse en contacto por comunicador con Caithe para ver si sabía algo de Aurene. Me dijo que no, pero que estaba siguiendo una pista que mencionó en nuestra conversación en el Refugio del Sol: estaba convencida de que los enanos tenían algo que ver con el legado de Glint. Por desgracia, su plan de hablar directamente con Ogden sobre esta pista encontró un obstáculo: al parecer, al Priorato no le convence la idea de que una conocida ladrona merodee por sus salas, así que le prohibieron entrar. Le propuse que nos reuniésemos en el Priorato para hacerle de "carabina" y que pudiésemos hablar juntos con Ogden.
Me reuní con Caithe en el Priorato de Durmand. Le preocupaba Aurene, en vista de los peligros que nos aguardaban, y pidió que se la incluyese en los preparativos para el enfrentamiento con Kralkatorrik. Le agradecí la ayuda y junttos fuimos a hablar con Ogden.
Ogden nos contó que Glint colaboró con los enanos en la Torre del Trueno para crear la Forja de Sangre de Dragón, donde se hizo la lanza de sangre de dragón original. En preparación para la caída definitiva de Kralkatorrik, Glint dispuso que nos reuniésemos allí con nuestros aliados y los armásemos para el combate; pero, antes de eso, Aurene y yo tendríamos que demostrar que estábamos preparados enfrentándonos a una serie de pruebas que Glint creó en un anexo de su guarida en la Niebla.
Ogden nos prometió que haría que el Pacto y nuestros aliados se reuniesen con nosotros en la Torre del Trueno, y Caithe y yo atravesamos el portal creado con el reloj de arena de Glint. Encontramos a Aurene apesadumbrada y hecha un ovillo alrededor de los restos cristalinos de Glint. Caithe y yo hicimos todo lo posible para asegurarle que no estaría sola en el difícil camino que habría que recorrer. Y luego, Aurene y yo, vástago y campeón, iniciamos las pruebas de Glint.
La voz de Glint nos guió a través de sus pruebas. La primera de ellas nos desafío para facilitar que Aurene absorbiese magia poderosa.
En la segunda prueba aprendimos a canalizar la magia de Aurene para dar forma y moldear los cristales de la Marca de Kralkatorrik.
En la tercera y última prueba nos enfrentamos a nuestros mayores miedos: en mi caso, a la posibilidad de fallarles a Aurene y al mundo; en el de Aurene, a una versión marcada de sí misma, a la manifestación de su caída ante Kralkatorrik.
Al final, superamos las pruebas de Glint demostrando nuestra camaradería y confianza mutua.
Entonces, Glint nos reveló el mayor secreto de Kralkatorrik: en una visión, el dragón predijo un mundo sin él, un mundo en paz; y aquello le resultó aterrador. Glint expresó su confianza en nosotros y en nuestra capacidad para hacer realidad esa profecía trabajando juntos. A continuación, nos reunimos con Caithe y atravesamos el portal de Glint a la Torre del Trueno, listos para emplear la Forja de Sangre de Dragón y armar a nuestros aliados para una batalla a vida o muerte.
Al llegar a la Torre del Trueno nos encontramos al Pacto y nuestros aliados allí reunidos. La torre era un sitio impresionante, erigido hace siglos por los enanos y conservado por los Exaltados y los cefiritas desde los tiempos de Glint. Ogden nos dijo que hablásemos con la maestra de la forja Hilina, la herrera exaltada que nos enseñó los principios de la forja de nuevas armas de sangre de dragón. Empezaríamos recuperando petróleo para el templado en una explotación draga que hay al sur.
Partí en busca de la comunidad draga en el témpano de hielo al sur. Tenían en marcha una enorme explotación petrolífera, pero los conflictos con los marcados se habían cobrado muchas vidas y habían dañado el equipamiento. Todavía lloraban a los caídos y apenas tenían suficiente petróleo para sobrevivir al invierno, por lo que su líder, Varya, no estaba dispuesta a compartir lo poco que les quedaba. Canalizando la magia de Aurene conseguí eliminar los cristales de la Marca que había en su equipamiento, con lo que pudieron acceder a sus reservas de petróleo y nos ganamos la colaboración de Varya.
Taimi se puso en contacto por comunicador para informar de que el molde original que se empleó en el proceso de forja estaba roto y que habría que buscar un repuesto. Ogden sugirió probar en la tumba de Frodak Estrellacerada, un herrero enano muerto tiempo ha que, al parecer, trabajó con Glint para forjar la lanza de sangre de dragón original. Buscando en la tumba me encontré con el fantasma del mismísimo Frodak y descubrí que un nichgul brutal lo había expulsado de su tumba. Tras eliminar al nichgul de la sepultura, conseguí un molde de repuesto para las nuevas armas de sangre de dragón.
Bajo la dirección de la maestra de la forja, Aurene y yo pusimos en marcha la Forja de Sangre de Dragón. Aunque la lanza de sangre de dragón original se forjó empleando una esquirla del cuerpo de Kralkatorrik, la maestra de la forja nos explicó que tendríamos que conformarnos con cristales de la Marca de los siervos de Kralkatorrik. Con todo, las lanzas que creamos eran buenas armas, dignas de la forja de Glint. Tan solo faltaba probar su eficacia contra los marcados.
Aunque la maestra de la forja Hilina insistió en que forjásemos más armas de sangre de dragón, fui en busca de unos cuantos enemigos marcados para poner a prueba la remesa inicial. Estaba claro que las armas no eran tan poderosas como la lanza de sangre de dragón original, pero resultaban bastante eficaces y a buen seguro nos darán ventaja si fabricamos suficientes para todos nuestros aliados. Me puse en contacto con Taimi y Gorrik para informarles de mis descubrimientos y Gorrik empezó a calcular cuánto tardaríamos.
Cuando me disponía a hablar con los demás sobre el plan contra Kralkatorrik, recibimos un mensaje desde la Niebla: el ejército fantasmal de Glint había sido derrotado y Kralkatorrik había entrado en el Dominio de los Perdidos, donde estaba dispersando y devorando a los muertos.
Pero, antes de que se nos ocurriese una plan para atajar esta emergencia, se abrió una fisura de la Niebla. Aurene canalizó su poder a través del cristal de resonancia de la forja para derrotar a los siervos de Kralkatorrik y luego asombró a todo el mundo marcando la tormenta de la Marca residual. Mientras los demás discutían sobre este nuevo poder tan preocupante, Aurene fue frustrándose cada vez más por no poder hablar y defenderse. Al final, Caithe se ofreció como medio para que Aurene hablase y entró en la Marca de Aurene. Lo que ocurrió fue increíble: unas flores cristalinas de color azul verdoso brotaron de ella a medida que un fuerte vínculo mental y emocional las unía... una experiencia muy distina al violento sometimiento de la Marca de Kralkatorrik. A través de Caithe, Aurene pronunció sus primeras palabras: "Yo no soy él".
El gesto de Aurene tranquilizó a los demás y, entre todos, concebimos un plan improvisado para atraer a Kralkatorrik a la forja y emplear los cristales de resonancia para ayudar a destruirlo. No obstante, para que el plan funcionase, tendríamos que buscar y dominar cierta tecnología draga que potenciase los cristales de resonancia.
Le expliqué a la maestra de la forja que pretendíamos atraer a Kralkatorrik a la forja y atacarle con los cristales de resonancia potenciados con tecnología draga. Aunque le preocupaba que la forja pudiese resultar afectada, aceptó ayudarnos con el plan.
Aunque Varya ha colaborado en nuestras operaciones hasta el momento, se muestra renuente ante la idea de enviar a su gente a la forja para enfrentarse a Kralkatorrik. Con todo, explicó que los tanques que perdieron a manos de los marcados estaban equipados con la tecnología de amplificación sónica que estábamos buscando. Encontré los tanques y recuperé tres muestras de equipo para que Taimi hiciese ingeniería inversa con ellas.
Sayida se puso en contacto conmigo para informarme de que una tormenta de la Marca había derribado la aeronave que llevaba los detonadores de Canach, quien había elaborado un audaz plan para demoler una montaña y causar una avalancha sobre Kralkatorrik cuando llegase. Parecía que el plan iba a quedar en agua de borrajas, pero conseguí abrirme paso entre los marcados que rondaban por el precio y recuperar los detonadores. Ahora que el plan de Canach volvía a ser viable, Sayida aceptó situar sus fuerzas en una posición elevada y dirigir al resto de la flota para lanzar una andanada de fuego de cañón contra Kralkatorrik cuando llegase.
Al volver a la forja, Hilina me comentó que Taimi y Gorrik ya habían terminado de analizar las piezas de tecnología draga y que ella haría las modificaciones necesarias a los cristales de resonancia del anfiteatro. Todo estaba en su sitio, había llegado la hora de poner en marcha nuestro osado plan.
Repasé el plan de ataque e hice lo que pude para asegurar a las fuerzas allí reunidas que la profecía de Kralkatorrik, su visión de un mundo sin él, apoyaba nuestra causa. Mientras tanto, la maestra de la forja me informó de que las modificaciones a los cristales de resonancia estaban terminadas. Con todo preparado y todos listos, me reuní con Aurene cerca del primer cristal de resonancia.
Le dije a Aurene que había llegado el momento de poner en marcha nuestro plan. Alzó el vuelo y entró en la Niebla. Al cabo de unos instantes, volvió a toda velocidad con Kralkatorrik tras ella. Tan pronto asomó su enorme cabeza y cuello por la forja, la flota de Sayida lo acribilló con fuego de cañones y Canach le echó una avalancha devastadora. Kralkatorrik quedó aturdido por estos ataques y, entonces, Aurene y yo lanzamos el siguiente activando el primer cristal de resonancia. El impacto dejó al descubierto un punto débil en el que concentramos el ataque. Las lecturas del rastreador de Taimi confirmaron que nuestro plan estaba funcionando, que le estábamos haciendo daño.
Nos abrimos paso a sangre y fuego entre los siervos de Kralkatorrik hasta el segundo crista de resonancia. Zafirah apareció justo a tiempo con un feroz grupo de zaishen que había reclutado en apoyo a nuestra misión. Con su ayuda conseguimos llegar al segundo cristal de resonancia y asestar otro potente golpe a Kralkatorrik.
Encontramos problemas de camino al tercer cristal de resonancia, pero entonces aparecieron unos aliados inesperados para echarnos una mano: Varya y sus draga llegaron en un tanque que habían arrebatado a los marcados. Con su ayuda conseguimos llegar al tercer cristal de resonancia y activarlo.
El impacto del último cristal de resonancia derribó a Kralkatorrik, pero todavía no estaba acabado: cuando Aurene y yo nos acercamos, se levantó y me lanzó una descarga mortífera. Aurene se interpuso y, a su vez, lanzó otra descarga que provocó una gigantesca explosión que me dejó inconsciente. Unas visiones de Kralkatorrik herido escabulléndose me aterrorizaron, pero al recuperar el sentido y volver junto a los demás supe del alcance de la tragedia: Aurene había muerto empalada por los cristales de la Marca de Kralkatorrik. Mientras nos debatíamos entre el estupor y el desconsuelo, Braham se preguntó qué íbamos a hacer ahora, y tuve que decirle la verdad: que no lo sabía.
Guerra Eterna
- 44 Fénix 1332
Caithe se puso en contacto conmigo por comunicador y me preguntó dónde estaba y qué hacia. He de admitir que no tenía una buena respuesta. Me pidió que volviese a la Torre de Trueno, donde los demás estaban con Aurene. Era el momento de decir adiós. Para sorpresa de todos, Aurene consiguió resucitar sola con la magia de Joko. Pero no había tiempo para celebrarlo, porque Kralkatorrik seguía en la Niebla. Aurene y yo abrimos un portal y fuimos tras él. Encontramos a Kralkatorrik volando por la Niebla. Lo seguimos por distintas partes del Reino de los Dioses. Luchamos contra él lo mejor que pudimos cada vez que tuvimos ocasión. Aurene fue abriendo portales para traerlo de vuelta a Tyria, pero Kralkatorrik los esquivó todos. Así que acabamos lanzándole una potente descarga que le cercenó el ala. Perdió el control y cayó en el siguiente portal que Aurene le abrió, con lo que salió de la Niebla y regresó a Tyria. Nos reunimos con nuestros aliados en la nueva isla que creó la caída de Kralkatorrik desde la Niebla. Consiguieron seguirnos gracias al rastreador.
Exploré la nueva islas desde una posición elevada y vi el ala de Kralkatorrik. Mientras Taimi enviaba allí un autogiro para recoger sangre, fui a buscar a su ayudante de investigación para que me diese los instrumentos sísmicos de Gorrik. Coloqué tres receptores sísmicos por la isla con el fin de recabar datos para Gorrik, que cuenta con mapear su interior de esta forma. En la última ubicación encontré energía ley descontrolada... ¡magia que Kralkatorrik puede consumir para curarse! Taimi informó de que el autogiro había caído debido a interferencias en las señales provenientes del ala. Y luego intervino Caithe: Aurene había descubierto algo.
Aurene nos llamó para que fuésemos al sur de la isla. Había descubierto una nueva especie de dragones menores. Las escamacelestes recién nacidas pueden volar, lo que implica que podemos usarlas para llegar hasta el ala cortada de Kralkatorrik. Y hasta la sangre. He conseguido que confíen en mí alimentándolos con magia. Subí montado en escamaceleste hasta el ala de Kralkatorrik, donde rompí la costra de cristal que cubría la herida de Kralkatorrik e impedía que la sangre fluyese y alteraba las señales. Luego conseguí un poco de sangre.
Me reuní en el campo con Zafirah, que se había traído su lanza de sangre de dragón y a dos cefiritas. Con su ayuda conseguí reforjar la lanza, esta vez usando la sangre de Kralkatorrik. Era el momento de probar la lanza contra Kralkatorrik. Encontré un punto vulnerable, clavé la lanza a fondo y rugió de dolor. A pesar de nuestros desvelos, Kralkatorrik siguió curándose. Taimi aventuró que podría estar alimentándose de línea ley subterráneas. Gorrik confirmó que existía una red de cuevas bajo Kralkatorrik. Y allá fuimos.
Me reuní con Rytlock, Caithe y Zafirah, y nos aventuramos en sistema de cueva que había bajo Kralkatorrik para bloquear las líneas ley que lo estaban curando. Tras descubrir tres nodos de línea ley que alimentaban a Kralkatorrik, me reuní con mis aliados y rechazamos varias oleadas de marcados para que Aurene pudiese bloquearlos. Como Kralkatorrik ya no se curaba, ordené a los ejércitos aliados que atacasen. Pero el dragón anciano no murió, pues una fuente de poder permanecía viva en lo más profundo de su ser. Aurene y yo nos dimos cuenta de que tendríamos que volar hasta el interior de Kralkatorrik para destruir su corazón de una vez por todas. Aurene comprendió que las magias que Kralkatorrik había absorbido lo estaban volviendo loco de dolor. Para poner fin a su sufrimiento, derroté a las manifestaciones de las magias ajenas y vencí a los aspectos enfurecidos de Kralkatorrik. Aurene compartió un momento íntimo con su exhausto abuelo, pero era consciente de lo que había que hacer. Clave la lanza de sangre de dragón forjada en su corazón y puse fin a su vida. Tras haber liquidado por fin a Kralkatorrik, mis aliados y yo hicimos un brindis por Aurene a bordo de la aeronave de Sayida.